El transporte de viajeros urbanos retrocede a niveles anteriores a 1996

El transporte de viajeros urbanos retrocede a niveles anteriores a 1996

 

Este indicador indirecto de actividad marca una fortísima contracción en los últimos meses

 

 

Muchas veces las estadísticas indirectas de actividad son muy reveladoras sobre lo que está ocurriendo a pie de calle. Una de estas estadísticas es el uso que los españoles hacemos del transporte colectivo urbano que, en términos per cápita, se encuentra por debajo del de 1996, con una nefasta evolución en los últimos meses. Si realmente esto nos indica qué está pasando con la actividad económica, entonces sólo hay motivos para el pesimismo.

Esto lo podemos ver en el gráfico de utilización del transporte urbano colectivo por millón de habitantes, que ha pasado de un promedio de 5,66 viajes por persona y mes en el pico de la burbuja a 5,06 en estos momentos, por debajo de los 5,16 de 1996 (inicio de las series estadísticas), siempre hablando de medias de los últimos doce meses (año móvil).

 



Llama la atención la estabilización de finales de 2009, coincidiendo con los “brotes verdes” y el brusquísimo desplome a partir de febrero de 2012, tan intenso como el visto en 2008-2009. Podría pensarse que la gran subida de tarifas vista esta primavera –sobre todo en el metro de Madrid– podría ser la causante de esta caída en la demanda, pero no hay coincidencia en las fechas ni se acelera el desplome a partir de abril, mes de la subida del metro de Madrid. El resto de indicadores de producción están comportándose sumamente mal (actividad de servicios, producción industrial, índices de construcción), pero aun así en 2008-2009 la evolución de éstos era mucho peor y la caída en el uso del transporte urbano similar, lo que hace pensar que debe haber algún factor añadido que explique este abrupto descenso en su uso.

Una pista la podemos encontrar, tal vez, en el indicador de disponibilidades interiores de alimentos, que nos habla del consumo aparente de alimentos dentro de España. Esto lo vemos en el siguiente gráfico. Obsérvese que, al igual que ocurre en el transporte urbano de viajeros, en febrero de este año empieza un acusado y extraño descenso, en este caso peor que el de 2008-2009.



Ya que durante la primera parte de la crisis (2008-2009) las caídas en todos los indicadores de consumo y producción fueron drásticas y sin embargo las de consumo de alimentos no, podemos pensar que si ahora se está produciendo en el consumo de alimentos este acusado descenso es porque existe algún factor adicional que no existía en 2008-2009. Como posibilidades tenemos dos. La primera es que muchas personas estén cayendo en la pobreza total y estén bajando su ingesta alimenticia de modo importante. Sabemos, por las denuncias de organizaciones como Cruz Roja y Cáritas, que esto está ocurriendo, pero tampoco hay indicios de que haya habido un cambio de tendencia importante en los últimos meses, aunque sí una aceleración que no obstante no justificaría lo visto en los dos gráficos anteriores. La segunda posibilidad es que estemos asistiendo a una disminución de la población no recogida en las estadísticas oficiales. El INE sólo dispone de dos vías para estimar la población. La primera son las bajas de los emigrantes en los censos municipales –reflejo de los extranjeros que salen de España– , y la segunda los registros consulares de españoles en el extranjero. Por desgracia pocas personas que salen de España cumplen estos requisitos, por lo que muy bien podríamos estar asistiendo, sin que ninguna institución oficial lo sepa, a un silencioso éxodo de ciudadanos residentes en España que justificaría los dos gráficos de los que hemos hablado. Habrá que estar expectantes ante la publicación de nuevos datos que puedan confirmar o descartar esta hipótesis.

3 comentarios sobre “El transporte de viajeros urbanos retrocede a niveles anteriores a 1996

  1. Señores, el uso del transporte urbano e incluso el interurbano retrocede ampliamente, es una apreciación que tengo ya que me muevo mucho por la zona de Madrid, con frecuentes viajes dentro de España y Portugal, en tren, avión, etc. La sensación es que la gente no tiene donde ir para que usar el metro.
    Respecto a lo que comenta de darse de alta en las embajadas cuando estas residiendo en el extransjero, puedo comentarle que he estado viviendo en Rusia durante casi dos años y nunca fui al consulado español a decir que estaba en Rusia, trabajando con una empresa española. Seguramente se haya ido mucha gente a la zona de la EU a trabajar e incluso van y vienen cada 7 o 15 días en avión, que se lo toman como el que trabaja en Canarias, mas o menos.

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