Oprimidos y felices – Ampliando el debate

Hoy ampliamos el debate respecto a la felicidad. La felicidad es una aspiración de las personas y cuya búsqueda afecta a las decisiones que tomamos. Sin embargo, cabe preguntarse muchas cosas acerca de la felicidad. Si es una obligación o un derecho. Si es responsabilidad de la política y los poderes públicos o únicamente de los individuos. Si la sociedad en la que vivimos nos hace felices o infelices. Con Iracundo Isisdoro y Goyo “cazador entre cascabeles”. Conduce Jesús Nácher.

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Un comentario sobre “Oprimidos y felices – Ampliando el debate

  1. Si hablamos de felicidad como un estado emocional transitorio, volàtil… tipo estar contento o alegre en un determinado momento y por una determinada causa, igual hasta os compro la moto. Pero os recuerdo que todas las emociones son necesarias y útiles, nos sirven para relacionarnos (con) y responder a nuestro entorno y realidad mas cercana, una realidad también cambiante, transitoria, no pocas veces cruel.
    Una persona sana debe ser capaz de sentir alegria, felicidad, pero también hemos de ser capaces de sentir miedo, asco, tristeza, pànico… ya que todas las emociones convenientemente sentidas y expresadas tienen su función y su momento.
    Ante el ataque de un pitbull no creo que lo suyo sea sentir felicidad. Trabajando en una octava planta sin EPIs y a destajo, ¿qué lugar le dejamos a la felicidad?, ante la muerte de un ser cercano por covid19, ¿no sería más sano sentir el dolor y tener el coraje de mostrarlo?
    Si hablamos de la Felicidad con mayúsculas, una Gran Palabra tipo la Libertad, el Amor, Dios… la que os venga en gana, entonces estamos hablando de conceptos abstractos, subjetivos, no mensurables, inalcanzables… que solo existen en nuestra mente como idealización, mito, utopía,… Vamos que viene a ser lo mismo que pasarse siglos discutiendo sobre el sexo de los ángeles.
    Eso sí, que cada cual dedique su vida a malgastarla de la mejor manera que sepa, entienda o pueda. Yo digo sí a una vida bien desperdiciada, incluso mal desperdiciada.
    (texto extraído de mi libro descatalogado aunque nunca publicado: Oda al Fracaso, al Descontento y a la Melancolía)

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