La derechización de la sociedad española

Resultado de imagen de conservadurismo   A pesar de lo que muchos llevan proclamando durante años, es más que probable que la sociedad española se haya acomodado a unos valores conservadores, claramente derechistas, que se haya “derechizado” en definitiva, casi de manera irreversible. Ello puede explicar el hecho de que, tras la mayor crisis económica y política que hemos vivido como colectividad, con movilizaciones sociales como hacía décadas no se veían, sobre todo durante la etapa de salvajes recortes y retroceso en derechos del PP de Rajoy, las autodenominadas “fuerzas del cambio” no hayan superado a las fuerzas “del sistema”. Y no es solo que un presidente tan desprestigiado como D. Mariano gane consecutivamente dos elecciones, aumentando considerablemente su resultado tanto en escaños como en votos en la segunda votación (de  7.215.530 a  7.906.185 en 6 meses).

   Todo parece indicar que el régimen del 78 acabará como terminó su antecesor, con un partido único dominante, un monopartidismo “a la gallega” pero ahora con un conjunto de pequeños partidos enfrentados entre sí que ni siquiera son capaces de pactar unos mínimos para sacar al país del marasmo y la irrelevancia a la que los llevó el sistema en el cual se integran aunque sea solo para cobrar a fin de mes. Solo una gran  coalición de fuerzas opositoras, desde dentro y desde fuera, unidas, podrá algún día  desbancar a esta “nueva restauración canovista” que padecemos. Estamos por tanto ante una crisis sistémica que amenaza con estirarse mucho en el tiempo, tanto que no se ve por ahora la luz al final del túnel.

Además se observan síntomas alarmantes que indican que en este país mucha más  gente de la que pensamos odia todo lo que representa la izquierda: sus símbolos, sus banderas más notables, como puede ser el feminismo o la lucha por la igualdad, sus discursos y sus formas de gobernar allá donde tocaron y tocan poder. No entraremos en las causas que se intuyen múltiples pero es evidente que no se trata solo de esa parte del espectro ideológico más radicalizada, próxima al fascismo, sino que gran parte de las clases medias urbanas (lo que antaño fue la burguesía revolucionaria) y la mayoría de la población rural en grandes zonas del país reniegan de los valores antaño conocidos como “progresistas”, a lo cual debe de haber también contribuído la propia izquierda.

O quizás deberíamos preguntarnos porqué la izquierda resulta tan antipática a tanta gente. Solo hay que observar la pésima valoración de sus líderes (con la excepción de Garzón). Pablo Iglesias, elcoletas, como despectivamente lo denominan los que lo perciben como una  amenaza para sus intereses figura al mismo nivel que Rajoy. Muchas personas de lo que antes era la “clase obrera”, después simplemente “trabajadora” se identifican en un proceso casi de síndrome de Estocolmo con las consignas patrioteras y de baja estofa de la derecha y desconfían enormemente de los nuevos líderes sobrevenidos de la izquieda.

Haciendo un breve respaso histórico y casi melancólico de estos 40 años de falsa democracia, observando por encima los datos de las elecciones generales, apreciamos que los resultados de las derechas y las izquierdas nos daban un país ideológicamente plural con unos resultados estables, sin grandes bandazos ideológicos hasta el 23-F, aunque la ley electoral que estuvo diseñada por los estertores del  “movimiento”  favoreció y lo sigue haciendo a las derechas (que alguien me explique porqué la izquierda no se pone de acuerdo en algo tan importante para la democracia y para sus propios intereses).  A pesar de ello la izquierda “institucional”que representaba ya entonces el PSOE  consigue el vuelco electoral en 1982 y un resultado aplastante, gracias también a un líder muy bien valorado, con una imagen limpia, bien preparada desde años atrás.

Unos resultados que le van a permitir habitar casi 14 años el Palacio de la Moncloa, olvidando pronto muchas de sus promesas, derechizándose y derechizando con el tiempo a la población ( la España del pelotazo, quien no se hace rico es porque no quiere).  Pronto el partido se introduce en todas las esferas de la administración y la parasita, acabando con todo tipo de controles democráticos, como sucedió con la irrelevancia a la que sometió a la intervención general del Estado o el control del CGPJ, entre otros (Montesquieu ha muerto).

    La derecha “institucional” quedará durante unos años disminuida, sin un líder carismático que aglutine todo el voto conservador.  Pero no es que el país sea de repente se haya hecho muy de izquierdas, tras 40 años de dictadura y 6 de “centrismo”, sino que en realidad mucho voto a Felipe es prestado, es un voto “institucionalizado“, por decirlo de alguna manera. Mucha gente votó PSOE como necesidad de un cambio más o menos controlado y de ahí que mantuvieran su voto durante, al menos, dos legislaturas.

No será hasta que los medios más críticos con el gobierno eclosionen, en particular las nuevas televisiones privadas que se harán eco de numerosos escándalos, cuando gran parte de sus votantes conozcan en realidad la trama de corrupción y los crímenes de estado y cambie su voto hacia la derecha “renovada” del PP de Aznar, ya sin el peso de un exministro de la dictadura avejentado liderando sus destinos . Entonces emerge el PP, arrastrando también gran parte del voto joven, y como forma de oponerse a un gobierno que pedía a gritos su desalojo del poder, pero siempre desde el sistema, claro está.

Por eso, el voto del cambio entonces, en el 96, es un voto conservador, por oposición a una mal llamada “izquierda” que dejó de hacer políticas de izquierda muy pronto. Anguita logra un buen resultado pero no convence a la gran masa que había venido votando “intitucional de izquiedas”. Esa mala imagen que el PSOE dejó de la izquierda solo tuvo un paréntesis a raíz de las elecciones que suceden al 11-M, en 2004 cuando Zapatero logra una victoria que nadie esperaba, ni él mismo.

Pero con todo y con eso, los que ya habían basculado hacia la derecha y los “fieles de siempre” (el franquismo sociológico) afianzaron durante este reciente periodo sus ideas, mucho más si cabe por la imagen de improvisación que transmitió este primer gobierno de Zapatero, a pesar de que el cénit de la burbuja estaba todavía generando puestos de trabajo e ingresos para el estado. Tras la crisis, que muchos vivimos como una estafa, grandes masas despertaron de su letargo y decidieron que no les dieran más gato por liebre y que era mejor conquistar en la calle lo que se había robado desde el poder. Por eso Rajoy obtuvo una gran victoria, no por sus méritos (que nunca tuvo) sino por los deméritos de un presidente a la deriva, sin discurso, abandonando el barco tarde y mal, dejando al PSOE hecho unos zorros.

El PP ( ese espacio Le Pen al que se refiere no del todo acertadamente Jaume Miquel) pese a sus calamitosas políticas sigue conservando un suelo electoral fiel, inasequible al desaliento, al que poco le importa ya la corrupción, al que además todo lo que huele a izquiedas le horroriza, sobre todo si las nuevas opciones acentúan ciertos rasgos y tópicos en los que suelen caer. Y no digamos nada si, para colmo, esa propia izquierda alienta la abstención al convertirse en  un remedo de la vieja socialdemocracia y no ser un instrumento realmente ilusionante, democrático y abierto. Las clases medias urbanas ya habían girado a la derecha decepcionadas por un socialismo que luego se demostró que no era tal y después, embelesada con falsas consignas sobre buena gestión económica y  honradez, habían dado todo el poder municipal en las grandes ciudades a una voraz derecha, siempre insatisfecha con sus patrimonios materiales e inmateriales.

El resultado de todo este largo y tortuoso camino es que en gran parte del territorio español las derechas siguen teniendo unos resultados alarmantemente altos a pesar de su nefasta gestión económica y su elevada corrupción. Lugares que en la Transición fueron bastiones de la izquierda mantienen en la actualidad, después de lo que se ha conocido, un voto fiel de derechas que se refugia en el PP ante cualquier inclemencia. Ejemplos hay varios: Murcia que pasó de un gobierno del PSOE con mayoría absoluta y  la primera mujer presidenta de un ejecutivo en España a un PP que sigue obteniendo cifras cercanas al 50% mantenidas durante décadas. De las comunidades de Madrid y Valencia mejor ni hablar, pese a lo que ha llovido.

Para muchos, desgraciadamente, la izquierda es, en sí misma, indeseable, piojosa, maleducada, sucia, antiespañola….muchos tópicos que la propia izquierda no ha sabido contrarrestar con un discurso firme y claro, porque siempre falta claridad en las exposiciones de sus líderes. Habrá no obstante que reconocer que el dominio mediático de las derechas en España ha sido en la última década absolutamente aplastante, más desde que el PP devoró la autonomía de la radiotelevisión pública y subvencionó a la única cabecera que se autoreconocía como de izquierdas ( Prisa-El País, etc.). Hay mucho trabajo por hacer y un largo camino que recorrer para la izquierda de este país: volver a ilusionar desde posiciones de claridad y contundencia no solo en el discurso sino en los hechos: obras son amores y no buenas razones.

 

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10 comentarios sobre “La derechización de la sociedad española

  1. Políticas de Izquierdas con los Españoles, si.
    Políticas de Izquierdas, tan solo con los Inmigrantes, NO.
    La Inmigración es lo que hace que el voto cambie de color.
    Para Políticas de Derechas, ya tenemos al Original.

    1. La inmigración es una bomba explosiva. 1200 millones de africanos que serán 2400 en 30 años si no se hace un programa de choque antinatalidad allí esperaran que se haga política se izquierdas para migrar a Europa. Y la natalidas española por los suelos por el alto paro y los malos trabajos. A muchos subsaharianos ya les vale con 400 euros para tenee 5 hijos y no les importaria trabajar 8 horas por eso.Por eso no se vota a la izquierda. La gente no quiere enriquecimiento cultural y no se fía de la izquierda. La izquierda tiene que volverse anti-inmigración al máximo para ganar las elecciones.

  2. Y qué hay de la derechización de la casta?

    No hay ni un solo partido de izquierda en España, ni uno. Todos son traidores socialdemócratas y franquistas. Desde el momento en que aceptan el régimen ignominioso del 78, desde el momento que aceptan la carta otorgada que es su pseudoconstitución, le hacen la reverencia a la dinastía instaurada, que no restaurada, a martillazos por Franco, y le regalan Juego de Tronos. Lo que se pretende denominarse izquierda no cae antipática, sino lo siguiente.

    Ellos son los traidores, no la clase obrera, a la derecha se la ve venir pero lo peor es quien está en tu trinchera disparando contra ti.

    Es que acaso hay comunistas en España por ejemplo? Solo se me viene a la cabeza dos personas que sean comunistas. Una es Willy Toledo y la otra es Cao de Benos, y las dos casi que no viven aquí. Los castuzos no son comunistas. Julio Anguita no es comunista, es socialista porque acepta el juego partitocrático y además pertenece a la clase a la que llama hijos de puta. Trevijano tenía razón y se lo dijo a la cara: tú ni siquiera tienes conciencia de clase. Y un socialista es un pseudocomunista cagao. Ahí lo tienes, ante el fracaso de Podemos ha corrido a esconderse debajo de la cama como un Zapatero y dice que no quiere salir por ninguna parte ni en dos años.

    IU es un partido hoy extraparlamentario, si sigue en escena es porque está enganchada a Podemos. Está equivocado el tonto la haba de Llamazares, aliarse con Podemos fue lo mejor que hizo, porque aunque ambos perdieran votos eso le ha permitido sobrevivir al menos por un tiempo, pero la realidad es que a día de hoy IU no estaría representada en el parlamento. Juega por tanto a ser lo que no es. Además es un partido que esconde las siglas de comunista y se avergüenza. No merece ningún respeto.

    Podemos qué es? Hay que ser subnormal para ponerse como nombre de partido el eslogan del mayor criminal ultraderechista y ultraneoliberal que hay en este momento, con eso se describe solo. No me extenderé más porque ya creo que he hablado mucho en otros comentarios de esta pandilla de niños chicos que no saben ni lo que son ni lo que quieren ser de mayor, salvo mamar del bote, como toda la casta por supuesto. Que no tienen ni programa sino según lo que sople el viento. Que reniegan de su pasado venezolano y niegan como Judas y San Pedro juntos a Chávez, con tal de salir en telechoni poniendo caritas. Caritas de tontos. Que es lo que son.

    Y el PSOE? El partido de Susana… la fresca y lozana, caudilla de la región más deprimida y pobre de Europa, con unas tasas de paro y miseria que ni la Franja de Gaza, donde los andaluces vivimos en condiciones infrahumanas bajo el gobierno del terror hampón de una organización criminal. Y en el territorio nacional el PSOE es el partido que más daño ha hecho a este país, porque es el que ha gobernado más tiempo. Ese camarada Isidoro o ese Zapatero, reformando la constitución con el PP y diciendo cínicamente que fue sin querer queriendo o negando la crisis, criminalizando a la mitad de la población por razón de sexo con una ley propia de la Alemania nazi., etcétera…

    Esos sindicatos verticales, con la panza hinchada, gritando a las mariscadas mientras se gastan el dinero de los parados en putas y drogas. De eso no dicen nada las femilistas y los femitontos?

    En resumen. No existe la izquierda política en España, no acusen tanto a la clase trabajadora. Lo más gilipollas que hace la clase trabajadora no es votar a la derecha. Lo más gilipollas que hace la clase trabajadora es ir a votar.

    ABSTENCIÓN EN MASA!
    NO NOS REPRESENTAN!

    1. Brevemente. El régimen del 78 esa antítesis del régimen del 18 de julio. Consiste en descomponer el régimen nacional y de Justicia Social que empezaba a despuntar sobre las naciones desarrolladas para traer la democracia con las consecuencias terribles que todos sabemos y someter a España a las élites. Franco no instaura nada a martillazos. Instaura una monarquía tradicional, social y representativa con la legitimidad absoluta de su victoria con las armas y de su ejercicio del poder. El sucesor, cuya legitimidad de origen es Franco, traiciona esa monarquía y los principios del régimen que había jurado, perdiendo su legitimidad de ejercicio, y trae la monarquía constitucional que padecemos.

      1. El régimen del 78 es una partitocracia -monarquía de partidos- con un rey impuesto y metido con calzador. Criado en los cuarteles franquistas, se salta la línea de sucesión por capricho de un dictador, traiciona a su padre y asesina a su hermano -aunque esto último no es posible demostrar que no fuera un accidente- para el todo atado y bien atado, como le garantizó Franco a Kissinger y a esas élites. Es por tanto una monarquía ilegítima, instaurada y no restaurada. Porque la corona le pertenecía al padre, no a él, y el padre no renunció a la corona ni abdicó, no estaba de acuerdo para nada. El rey no traiciona a Franco, traiciona a su padre. Si nos vamos a poner en plan monárquico, un rey no le debe obediencia a un súbdito sino a su padre. Qué clase de monarquía es esa? Una monarquía rebajada? Qué respeto merece?

        El régimen del 78 no es una democracia porque no cumple ninguno de los dos requisitos básicos que son la separación de poderes y la representatividad sino una partitocracia producto de la degeneración franquista, y reproduce los esquemas del régimen anterior. Los partidos del estado, integrando las masas en el mismo, por ejemplo, que antes se llamaban Falange, Carlistas, Requetés, etcétera, y ahora se llaman PSOE y PP,… y luego están los sindicatos verticales -Comisiones, UGT…-.

        El régimen del 78 nace de Fraga y otros miembros del aparato franquista y ponen como presidente a Suárez, jefe de la falange, un pelota border line que correteaba detrás de Carrero Blanco allí donde iba para que lo viera comulgar en misa como buen cristiano, y el colaboracionista Isidoro, y luego invita a unirse a la fiesta a los clandestinos, le extienden las alfombras rojas y estos traicionan como los franquistas a la república. Eso lo llamaron consenso y en verdad, lo que es, es una guarrería.

        Sí es cierto que el régimen del 78 nace de la traición por todos lados. De la traición de los franquistas a Franco, de la traición de los republicanos a sus principios y de la traición del rey a su padre. Es un régimen que nace de la ignominia y empieza con la corrupción moral. Por eso la decadencia en todos los órdenes que hay desde entonces -económica, social,…- es producto de la decadencia moral.

        1. Me remito a mi anterior comentario. Más legitimidad que la de Franco imposible. Tan es así, que si le hubiera dado la gana podría haber iniciado una dinastía ¿Franco súbdito? ¿El Caudillo victorioso que derrotó a la izquierda en todos los frentes, militar, social y moral y al que la derecha incluida familias reales doblaba la cerviz servilmente a su paso? Su obra fue inmensa. España progresó como nunca. No interesaba, y desde dentro y desde fuera se trajo el régimen democrático que padecemos ahora desmantelando la monarquía social, tradicional y representativa creada con la legitimidad de la victoria en la guerra y en la paz del régimen del 18 de julio.

          *Kisinger es, entre otros, el que trae la democracia. No interesaba una España fuerte e independiente y asesinan vilmente a Carrero, qepd, garantía del régimen.

          **Juan Carlos traiciona su juramento. Pierde su legitimidad de ejercicio. Jura unos Principios y los incumple al traer la democracia contraria al régimen nacional y de Justicia Social anterior. La legitimidad de origen se la da Franco no Juan de Borbón. Esto es así. No tiene discusión. Seas azul, rojo o verde. Entre otras cosas, porque había más candidatos.
          *** Se forma en las academias militares con toda lógica por parte del Caudillo. Tiene que formarse en España no en el extranjero. Por otra parte, excelentes centros de formación. La Academia de Zaragoza fundada por Franco de reconocido prestigio mundial desde su fundación. No hablemos ya de Marín o de San Javier. Llamarlos “cuarteles franquistas”. En fin. Lo de Dictador que ahora tiene connotaciones peyorativas. En fin. Franco fue un crack de dimensión universal. Sé que joroba pero es así. Por cierto, a cada día que pasa más grande es su figura. Basta comparar.

          1. Último. Lo del “todo atado y bien atado” tan manipulado se refiere a que todo estaba perfectamente armado legalmente ya que las instituciones del régimen eran más que sólidas. Lo que no se previó es que fueran a ser dinamitadas desde la propia jefatura del estado una vez muerto el Caudillo en una cama de la Seguridad Social que él creó para los trabajadores de España rodeado del amor de su pueblo.

          2. No voy a perder más el tiempo con usted contestando esa sarta de chorradas delirantes. Ni siquiera sabe lo que es una democracia formal y representativa. Lea y aprenda.

          3. Si el que tienes que leer y aprender eres tú. El régimen del 18 de julio era representativo (familia, municipio, sindicatos, corporaciones profesionales, universidad, etc). La democracia, el sistema que tenemos ahora, se canaliza a través de los partidos políticos, medios de comunicación y las grandes empresas. No tiene nada de representatividad. El voto sirve sólo para legitimar el sistema que padecemos. Releo los dos primeros párrafos tuyos y son de coña. Vamos a ver, la propia existencia de partidos es radicalmente contraria al franquismo, por no hablar de autonomías, economía liberal y de mercado, divorcio, aborto, uniones homosexuales, sindicatos de clase, despido libre, hipotecas, etc…el régimen del 78 es la antítesis del régimen del 18 de julio. Cees que sabes mucho pero te falta todavía un huevo. No tengo inconveniente en responderte cuando sea preciso.

  3. Les recomiendo que lean blogs de derecha anti-inmigración y anti-feministas. Empiecen por la unz review, taki magazine y similares.

    El problema de la izquierda es que cada vez menos gente cree ya en la igualdad, y nadie se cree que gente importada masivamente por los globalistas para machacar la unidad cultural y los salarios (ejemplo: refugiados que trabajen 1 euro la hora según recomienda el FMI) de la clase obrera se va a convertir en europea con ingeniería social. Será tribalista y tercermundista, con más criminalidad y valores del siglo XIX, y los problemas económicos y energéticos nos hacen cada vez más difícil mitigar esto. La inexistente natalidad europea no se debe compensar con la explosión demográfica africana y de Oriente Medio. Los obreros europeos la recharan, y de forma cada vez más radical.

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