Desinvestigación

 

Nunca se ha hablado tanto sobre ciencia en España como en el último año. O quizá sería más correcto decir “sobre investigación” (porque de ciencia, stricto sensu, en este país se sigue hablando poco). Aunque por desgracia, para lo que se habla, mejor que no se dijera nada. Raro es el día en el que no aparece una nueva noticia en la que se anuncian reducciones de presupuestos, se cierra un centro, se despiden investigadores, se cancelan convocatorias de becas, de contratos, de proyectos, etc.

España nunca ha sido una potencia especialmente relevante en cuanto a ciencia se refiere. Hemos tenido buena materia gris y se han formado buenos investigadores (a pesar de todas las dificultades), pero nunca ha habido un sistema que aproveche ese potencial. Generalmente, han sido los países del entorno, sobre todo los anglosajones, los que se han beneficiado de ello. Y no se engañen, los investigadores españoles han sido (y de momento aún lo son) muy demandados en países que son punteros en ciencia y tecnología. Pero en España nunca ha existido una política científica de verdad. Me refiero a unas directrices claras de hacia dónde queremos que vaya la investigación en este país. Qué cantidad de dinero público dedicado a esta partida y en qué se quiere invertir. Qué sectores son estratégicos para potenciarlos, para mejorarlos, para que destaquen sobre los de los países de nuestro entorno. Ni siquiera existe una carrera investigadora como tal.

En investigación, en los últimos años, hemos tenido una burbuja, que ahora ha reventado (junto a las demás) dejando a la vista que esa época dorada que se estaba viviendo hasta hace poco en la ciencia española, sólo era una ilusión más, como tantas otras, un espejismo. Claro que de esos años han surgido muy buenos trabajos en ciencia, ¡cómo no! Si se dedica bastante esfuerzo a una cosa, acaba dando resultados, de una forma u otra. La eficiencia ya es harina de otro costal. Se ha derrochado, mucho, como en el resto de los sectores. Se ha apostado por la cantidad, en vez de por la calidad. Por el manido “café para todos”.

Ahora llegan las vacas flacas. Aunque más que vacas, creo que van a ser pequeñas cabras (en este país suelen abundar los machos de esta especie ungulada). Y los recortes van a demoler del todo lo poquito que había de ciencia en este país. Porque no nos engañemos, aquí no se va a remodelar el sistema de ciencia y de investigación español. Se va a mantener el mismo chiringuito pero con muchísima menos financiación. Si el sistema fuera eficiente, tendríamos un problema muy serio, porque no podríamos mantenerlo al completo, y habría líneas y trabajos que deberían dejarse atrás. Pero el problema adicional es que nuestro sistema de investigación necesitaba un cambio radical desde antes de la época dorada, para haber corregido sus grandes desperfectos. Ahora, sin esos cambios estructurales básicos, con unos recortes brutales en financiación, lo único que se va a conseguir es la completa aniquilación. Porque sólo los grandes grupos de investigación, con muchos contactos, con redes clientelares entre ellos, y apegados a las esferas del poder, serán capaces de captar fondos. Entre ellos habrá algunos buenos, no les quepa duda. Pero no todo el monte es orégano. Y los grupos incipientes, de gente joven, competente, la sangre nueva que había conseguido entrar y empezar a establecerse en este país con las sobras que quedaban de las financiaciones en la época dorada, están condenados a desaparecer o a emigrar.

La ciencia continuará siendo la gran ninguneada en este país. Las universidades y centros de investigación públicos, bajo control en última instancia de la castuza partidocrática, jamás se podrán convertir en centros de excelencia científica, mientras el mérito para acceder a ellos dependa de criterios arbitrarios, políticos y nepóticos. Y si no, comprueben lo sucedido en la Real Academia de Medicina y Cirugía de Andalucía Oriental, donde un cardenal sin conocimientos científicos puede ser nombrado académico de honor. ¿Se imaginan si nombraran “pichichi” a Manolo el del Bombo? Pues eso.

3 comentarios sobre “Desinvestigación

  1. Es que les da igual, porque entre la partitocracia y sus empresarios amigotes ninguno viene del ambito cientifico o el I+D autentico. Lo más parecido a ciencia que han visto nuestros ministros y demas responsables es a Flipi en el Hormiguero.

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