HAY QUE MIRÁRSELO

HAY QUE MIRÁRSELO
http://lavozdebida.wordpress.com/2013/08/10/hay-que-mirarselo

Hemos ido más allá de una mala doctrina económica. Hemos ido incluso más allá del egoísmo y los intereses creados. A estas alturas, hablamos de una mentalidad que se regodea infligiendo más sufrimiento a los que ya están destrozados

Por lo visto, es perfectamente correcto robar el dinero a los ciudadanos a punta de pistola y obligarles a dárselo a las empresas agrícolas y a los ricos

PaulKrugman, profesor de economía de la Universidad de Princenton.

Aquel que no esté dispuesto a trabajar no comerá

StephenFincher, congresista por Tennessee, socio de una empresa agraria y receptor de millones de dólares en subvenciones agrícolas.

Hay que mirárselo: 20 entidades financieras (quebradas y rescatadas con dinero público y la vida de millones de personas) forman el núcleo de 147 grandes corporaciones que controlan el 40% de la riqueza mundialy el problema son los SALARIOS y la INFLACIÓN. O más Kafkiano aun: las PENSIONES. De verdad que hay que mirárselo.

Entonces, nos encontramos con que 6.660 individuos y 147 corporaciones forman una ‘super–corporación’ que controla la economía mundial. Veinte de ellas – los grandes bancos mundiales – ¡Qué casualidad!, controlan al resto, es decir, controlan el 40% de la riqueza mundial. Esas 147 entidades son el corazón de 1.347 corporaciones más y esas son la médula de otras 43.000 corporaciones. Hace poco nos hemos enterado – para rizar el rizo – que 200 personas tienen tanta riqueza como 3.500 millones y claro todos hemos vuelto a llegar a la misma conclusión – como el FMI – que el problema son los salarios y los derechos sociales y laborales.

El problema es el capital extranjero, sí, pero no su marcha sino su llegada: El 70% de las transacciones que se producen anualmente en la bolsa española son realizadas por el capital extranjero, más del 40% del capital de las 121 mayores empresas españolas están en manos extranjeras.A mayor entrada de capital extranjero, mayor ha sido el empobrecimiento, la precariedad y la dependencia de España. Pero, queremos más capital extranjero y queremos vender hasta la última de nuestras empresas ¡Viva la inteligencia! ¿Cómo puede salir España adelante sin tejido productivo propio, trabajadores pobres, sin moneda, léase, financiación y sometida a un intenso expolio? ¿Cómo va a crear empleo con tal concentración de la riqueza, los medios de producción y la financiación? Por eso el gobierno invita a emigrar, sabe que esto es imposible de levantar. Habría que enfrentarse a monopolios, grandes fortunas patrias y potencias capitalistas, y no lo va a hacer. Porque una cosa es gobernar y otra muy distinta detentar el poder efectivo.

¿Es la inflación el impuesto de los pobres? No, la inflación es el impuesto de los ricos, que consiguen gran parte de sus rentas mediante los intereses de la inversión financiera que son a tipo nominal y, por tanto, están muy castigados por los altos niveles de inflación. El impuesto de los pobres es el desempleo, la deflación y las caídas o estancamientos salariales. Y la deflación o inflación contenida que conviene tanto a los ricos machaca el empleo que es la principal fuente de rentas de los trabajadores.

¿La solución es bajar los salarios? Pues, evidentemente, no. Porque supondrá más deflación, más caída del poder adquisitivo, más depresión, más trabajadores pobres, más explotación, más madera a la destrucción del mercado interno, mayor extracción de rentas, mayor concentración económica y mayor destrucción del tejido productivo. ¿Qué le pregunten a Alemania que ha hecho con los salarios en los últimos tiempos, las pensiones o con los copagos? Son algunas de las muchas asimetrías o hipocresías de esta supuesta crisis, que no es, verdaderamente, otra cosa que una involución social.

Y de verdad que hay que mirárselo porque cuando nos dicen que el endeudamiento de los estados es excesivo, tenemos que hacer reflexiones, análisis y comparaciones. Ya no sólo es detenerse en la manera fraudulenta cómo se ha creado esa deuda pública, sino también, hacer comparaciones. Entonces nos encontramos que España tiene una deuda en relación a capital (PIB) de 1 a 1, y los bancos alemanes de 30 a 1 o más, o algún banco estadounidense tiene en derivados una deuda de alrededor de 70 a 1. Pero llegamos a la clara conclusión que hay que renunciar a la sanidad, las escuelas, los servicios públicos, los salarios…, y lanzarnos al subdesarrollo para rescatar y enriquecer aun más a esos bancos hiperendeudados. Bueno la diferencia es clara, simplemente, es una cuestión de poder. Los bancos pueden ser rescatados, financiarse gratis y extorsionar a los pueblos.

El camino para salir de la crisis es la exportación. Si bueno, le podemos preguntar a México, Brasil, Bangladesh, Chile, Argentina, o a China, sin ir más lejos, cómo su sistema exportador dependiente de corporaciones extranjeras, que supone alrededor del 5% del tejido empresarial, halaminado su mercado interno. Asimismo, para Alemania centrarse en el sector exportador ha supuesto una caída pronunciada del poder adquisitivo de los trabajadores y la quiebra de su sistema financiero. China no ha podido desarrollar un mercado de consumo interno porque necesita unos salarios de miseria para exportar, ha creado una gigantesca burbuja inmobiliaria y un desarrollo geográfico de la población sin sentido. En España, más del 80% del empleo está en manos de la pequeña y mediana empresa, estrangulada y extorsionada por los grandes monopolios que son responsables de alrededor del 5% del empleo. Y ¿vamos a crear 6 millones de empleos centrándonos en el monopólico y reducido sector exterior? De verdad, que hay que mirárselo. Yo ya veo a Alemania o a Estados Unidos poniéndonos la alfombra roja para competir con ellos… Porque aquí hay un error de principio, no compiten los países dependientes, compiten las corporaciones de las grandes potencias capitalistas.

Y ¿los impuestos? Ya están demasiado altos para los trabajadores, aunque el FMI quiere apretar más hasta como si mecánica del garrote vil aplicarnos finalmente la pena capital. Pero, subir los impuestos a la oligarquía financiera, a las grandes empresas, perseguir el fraude fiscal, la evasión, la elusión y acabar con un sistema impositivo feudal, sí son soluciones. Acabar con el poder monopolístico sí es la solución. Porque soluciones hay, pero depende de a quién queramos favorecer. Y claro el FMI ni tocar los privilegios feudales de Apple, Microsoft, Amazon, Google, Starbucks, Burger o cualquier otro monopolio. El FMI no comete ese tipo de errores. El FMI no comete errores. El FMI nunca se equivoca, trabaja a conciencia en favor de las corporaciones anglosajonas. Bueno ya sabemos que los capitales no tienen patria, pero los ejércitos que los protegen sí.

Y cuando miremos al exterior en busca de salvación y lecciones de responsabilidad y honradez deberíamos ser nosotros mismos un poquito más responsables. Porque claro, qué decir de un país como los Estados Unidos donde un gabinete presidencial lleva a su país a una guerra, Iraq, que le ha costado al erario público 4 billones de dólares, pero que ha beneficiado cuantiosamente a las corporaciones de las que antes eran o han vuelto a ser directivos y presidentes. Qué decir de un país que coloca a un banquero privado, Henry Paulson, en un puesto público, para rescatar al quebrado sistema financiero del que formaba parte. O de una justicia que, continuamente se nos pone de ejemplo, cuando es absolutamente racista y clasista o que pisotea frecuentemente los derechos de los trabajadores – que en muchos casos luchan por el básico derecho a sindicarse – o de los agricultores en favor de las grandes corporaciones. Qué decir de un país donde los mismos que se dan subvenciones y subsidios agrícolas millonarios arremeten contra la gente que depende de los escuálidos cheques de alimentos. Y son solo unos pocos ejemplos de una administración pública infectada, absolutamente, de empleados de las grandes corporaciones y, totalmente, corrompida. Si el concepto ‘puerta giratoria’, revolving door, no es español, será por algo.

Y qué decir de la Unión Europea, una entidad política controlada por alrededor de 18.000 lobbies al servicio de las grandes corporaciones, muchos de ellos estadounidenses, y que dictan las políticas europeas. O una Comisión Europea, una cueva de Alí Baba más, que tuvo que dimitir en bloque – sin distinguir nacionalidad – en 1999 por ser más descarada de lo habitual en su relación con las corporaciones. Qué decir de Alemania, sus sabios y una tal Angela Merkel que están rescatando su corrupto e “irresponsable” sistema financiero a costa de los erarios públicos y la vida de los ciudadanos del sur de Europa.¿Es Rajoy más corrupto que Bush, Obama o Merkel? Evidentemente, no. Simplemente, es más débil y al ser débil tiene que acatar todas las órdenes de las corporaciones anglosajonas aun al precio de cavarse su propia tumba, hundir – como hizo Zapatero – y dividir a su partido, a punto de romperse. Y es que el mundo democrático anglosajón funciona de manera muy peculiar: si Gibraltar incumple el Tratado de Utrecht repetidamente, Cameron se muestra preocupado, el ministro principal del peñón amenaza altaneramente con la Royal Navy. Que todos sabemos que vienen en plan “colegas”, pero ya te lo piensas, y mientras, lo que era un pequeña china va extendiendo su territorio hasta la próxima provocación. Si un banco anglosajón especula y pierde, pues el resto de países paga la ronda. Y si no te gusta, te chantajeo, te extorsiono con mi moneda y mi banco central europeo – léase, Bundesbank–FED – y te cambio tu gobierno.

Y ante medidas que producen una peligrosa destrucción social, marginación y pobreza, luego algunos ventajistas, con una capacidad de análisis presa de sus prejuicios y su racismo, dirán – desde sus mansiones y barrios de lujo fortificados – cuando se produzcan brotes de violencia y estallidos sociales como en Suecia, Estados Unidos, Inglaterra o Francia, que ya lo decían ellos, que siempre pasa lo mismo, que esos pobres e inmigrantes no quieren trabajar, no quieren adaptarse, y mientras damos cientos de miles de millones a las grandes corporaciones y fortunas nos rasgaremos las vestiduras porque a una pobre familia le den 400 euros para comer. El juego del criminal que culpabiliza y criminaliza a la víctima es antiguo. Como en ‘La piedad y la horca’, la caza del pobre vuelve al ser el deporte favorito de nuestras oligarquías. Ya no es que al capitalismo le falte empatía y este dominado por sádicos que toman medidas llenas de cinismo y crueldad. Es que a nosotros nos falta seso. Y es que, de verdad, que hay que mirárselo.

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