“El fracking es una burbuja como la inmobiliaria, sólo que dura menos tiempo”

  • Entrevista a Antonio Turiel, científico titular del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)
  • “Las compañías americanas que se dedican a la extracción de gas de ‘fracking’ llegaron a perder 10 mil millones de dólares cada trimestre durante el 2010 y el 2011”
  • “Las energías renovables están enormemente sobreestimadas, haciendo las cosas muy bien podemos aspirar a que sólo nos den un 10 o un 15% de lo que consumimos actualmente”

Raquel Ligero – Castellar del Vallès

Antonio Turiel es físico e investigador del CSIC con una firme voluntad transformadora. Los datos le han demostrado que es necesario un cambio radical de rumbo y apostar por otro modelo económico que se aleje del crecer por crecer y, además, a ritmo desenfrenado. Las materias primas se agotan, las energías renovables no generarán suficiente rendimiento para seguir el ritmo del sistema y métodos como el fracking huelen a ‘estafa’. Hay que parar, analizar datos y girar el timón.

Cuando se habla de los motivos de la crisis económica siempre llegamos a las mismas conclusiones: que si la burbuja inmobiliaria, que si los ciclos económicos… Pero usted nos plantea algo totalmente diferente: centra las causas en el sistema energético…

El problema principal con que nos encontramos es la sostenibilidad de nuestro sistema económico. Estamos ante un modelo que se basa en el crecimiento exponencial y sistemático del Producto Interior Bruto (PIB) para generar empleo y lo aceptamos de manera acrítica. Esto implica que cuanto más tienes, más debes aportar. Es decir: con un crecimiento del 2’8% -que se consideraría normal-, duplicas el PIB cada 25 años y esto es un ritmo muy elevado.

La Agencia Internacional de la Energía (AIE), entre otros, corrobora que para que haya un crecimiento de la economía debe haber un crecimiento del consumo de energía. Entonces, para poder crecer a estos ritmos exponenciales, la disponibilidad de energía que consumimos cada año debe crecer también exponencialmente.

¿Y qué pasa cuando estas fuentes de energía están llegando a sus límites?

Debemos entender que los problemas no comienzan el día que se escurre la última gota de petróleo, lo hacen cuando la producción de petróleo no es capaz de seguir el ritmo desenfrenado que nuestra economía requiere. Y esto, de hecho, ha empezado a pasar ya, concretamente en 2005, antes incluso del comienzo oficial de la crisis.

Es lo que se conoce como el peak oilENTREVISTA COMPLETA

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