Los pactos del coronavirus – Debate Directo

La pandemia del coronavirus continúa haciéndose sentir en una crisis sanitaria, otra económica y una más política. En el terreno internacional, la geopolítica mundial cambia a marchas forzadas, mientras los países intentan trazar sus estrategias. En el nacional, la situación no es menos delicada. Mientras la derecha emprende una campaña para sacar rédito político de la epidemia, el Gobierno aparece, por momentos, como noqueado. Y, en medio de todo, surge la propuesta de reeditar los Pactos de la Moncloa. ¿Qué supondrían estos pactos? Con Pedro García-Bilbao, José Luís Carretero y Carlos Allué. Conduce Juan Carlos Barba.

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5 comentarios sobre “Los pactos del coronavirus – Debate Directo

  1. Estupendo programa. Jo, pues lo tenemos muy crudo. Para resumir, “¡las contradicciones se resuelven por la acción”. ¿Cómo iniciamos esa lucha? Cómo visibilizamos esos contrapoderes sociales?
    dónde, quién, cuando.
    !Necesitamos a esa disidencia ya!

  2. Cuando no hay problemas y todo marcha por los cauces previstos, los decorados de cartón piedra y los relatos ideológicos impuestos por la prensa, la cultura y la educación parecen el sólido edificio de la realidad. Es cuando llegan problemas realmente graves cuando los ornamentos barrocos de estuco se caen y se muestra el estado real de las cosas. En Geopolítica, parece claro que el tiempo de EE UU y de la Europa de la UE han pasado. Sea cual sea la fuerza de EE UU y de las oligarquías occidentales así como las de las zonas coloniales como latinoamérica, África etc que se cobijan bajo su paragüas, hoy vemos su falta de capacidad y de liderazgo, la falta de proyecto positivo y que est´ñan esencialmente a la defensiva, la estrategia de simplemente evita que cambie el statu quo, lo que solo funciona el corto perídoo de tiempo en que el mundo y los equilibrios y fuerzas que lo conforman no cambia. Demuestra estos días los EE UU su falta de fortaleza como sociedad, su falta de tehido social, entre otra cosas. Es aterrador lo que nos llega desde Nueva York, comparable quizás a Guayaquil por muchas distancias que haya que salvar:

    https://www.youtube.com/watch?v=aoHa7Gjl830&feature=emb_logo

    En España, hemos de contar con el resultado -esperemos que rovisional- del largo conflicto que ha conformado nuestro país desde antes de su fundación: el conflicto de la oligarquía que defendía sus privilegios y para ellos un orden de cosas que ya era anacrónico y propio del pasado, frente a los sectores progresistas de la población, que la verdad no siempre se pueden identificar con el pueblo. Es justo esta la descripción que nos hace el Don Quijote y no esas interpretaciones etéreas y abstractas que se enseñan.

    Es la victoria de la tendencia oligárquica contra precisamente el pueblo en el fglorioso perçiodo histórico en que sí asumió este la tendencia del progreso, laa II República, el momento cumbre -hasta el momento- de este país, en lo nacional, en lo político, en lo espiritual…, cuando parecía que esta tendencia se abriria por fin camino. Victoria de la oligarquía quijostesca para sanchopanzizar de nuevo al pueblo mediante los más terribles procedimientos, lo que hace que hoy nuestro país este impreparado para la crisis, que se tome de nuevo como prioridad la defensa del privilegio, que se deje en la cuneta a asalariados, auónomos, ymes, agricultores… No podía ser de otra manera, estñe quien estñe en el Gobierno. Y se engaña quien niega este conflicto y la necesidad de tomar partido en él, buscando huecos, cobijo, a la sombra de la oligarquía contra el pueblo, con la demostradamente falaz excusa del pragmatismo de priorizar lo que la cortedad de vista poítica e histórica deja ver -lo más inmediato, “lo que preocupa a la gente”- y pretende estar del lado del progreso, del país, del pueblo… Porque existe ese conflicto, esa postura es estar al servicio de la oligarquía y de la creencia quijotesca de la pervivencia del pasado que ya no se corresponde con el mundo para mantener el privilegio, el sanchopanzismo popular que lo sigue ciego en su ignorancia y cortedad de vista, en su mezquindaz y en la incapacidad de reconocer culquier cosa que esté más allá de la punta de sus narices, es decir: de percibir lo real, mientras, desesperados, los sectores activos, ciertamente parte y esencia del mundo real, y con ello apareciendo como parte del paisaje y los coros pero no del protagonismo, no ven forma de intervenir. Ese es su papel, ese es el papel de la izquierda que tenemos. Hay que romper con ese sometimiento, con ese condenar al pueblo al sanchopanzismo en que se basa nuestra izquierda, hay que unificar a todas las clases trabajadoras, sean la obrera, funcionarios, clases trabajadoras no asalariadas, etc., bajo el espíritu y la tendencia del progreso y por tanto contra la oligarquía y su ordenamiento político, hay que luchar por la República.

    Siempre existe una dinámica de la mayoría de la masa social cuya perspectiva ideológica no va por tendencia más allá de la punta de sus narices, de modo que pro sí mismas no pueden ser más que conservadoras, y una minoría que actúa como lo que los comunistas llamaban vanguardía, o lo que yo llamo la minoría rupturista, que en las coyunturas puntuales de cambio y ruptura que puntual las largas coyunturas de estasis y de lento cambio gradual no cualitativo, y son esas coyunturas las que cuentan en la historia, las decisivas, pues en las otras no cabe sino esperar a que el cambio cuantitativo de lugar al cambio cualitativo y con ello a estas coyunturas críticas puntuales…. de´cia es la minoria rupturista en esas coyunturas críticas la tiende a sacar a la mayoría del cauce establecido y hacerla corresponderse con sus tendencias objetivas progresistas, a elevar al pueblo a la categoría de sujeto, de hcedor de la historia y no mero ente pasivo en la rueda de la producción.

    El papel del carrillismo )queno solo era Santiago Carrillo sino todo un aparato de cuadros y militantes) cuando la TRansición, fue desmovilizar y apartar de la mayoría a esa mayoría justo cuando se daba la coyuntura crítica que fue el momento en que se produjo la Transición. Se evitó que la mayoría fuera arrastrada por la minoría rupturista, por la vanguardia si se quiere, para transformar al pueblo en sujeto y, por contra y por ello, se le sanchopanzizó para así permitir la cristalización de esa masa anodina y adocenada que se agrupó en torno al PSOE y que constituyó la base social del régimen. Hoy tenemos una izquierda que se apresta a jugar el mismo papel que Santiago Carrillo desde el momento en que hace una década se inició aun de forma incipiente la posibilidad de una coyuntura crítica.

    Hay que agrupar a a minoría, crear su tejido social que solo existe en cuadro o ni eso, en el mismo proceso en que se engarza y moviliza a la nmayoría en estos momentos recisos en que se inicia la coyuntura crítica y que se caracterizan por que todo tiene a cualescer en el punto focal, y así lo inmediato ya no es inmediato y como ocultando lo real, sino que lo propio real en vez de a distancias inmensas de las puntas de las narices -con lo que la masa parece vivir en un mundo de fantasía en el que no para de arrojar piedras contra su propio tejado- pasa a la esfera de lo inmediato. Es lo que está ocurriendo con esta crisis coronavírica por ejemplo, la salida a la superficie de lo inmediato de lo profundo y real. La lucha es el conflicto secular de fondo en nuestro país. Por eso la clave, e foco, el nudo gordiano es la República. La República es dilucidar el conflicto secular entre las dos tendencias en nuestro país a favor del progreso y del pueblo. No es un lema nostálgico y simbólico para formar un “los nuestros” con el que azuzar los sesgos irracionales del ser humano para formar un “nosotros” vacío de contenido de cara a las elecciones, como hacen algunos que ya vemos cuando llega la hora de la verdad l que tienen de repubicanos. Ni, por supuesto, esas tendencias reaccionarias que simplemente llaman Repúblcia a lo que ya tenemos con cuatro cambios formales, obviando el conflicto de fondo que la sustenta y por tanto dejando las cosas igual al respecto.

  3. Buenas,
    Me temo que la UE no comprende que nuestra CASTA es muy mucho, mucha CASTA. El mecanismo light del MEDE que están negociando, si finalmente llegan a un acuerdo, significa que hay temas intocables. Y con razón, acaso pregúntese usted mismo si es capaz de eliminar su sueldo y su puesto de trabajo a partir de mañana. Tal vez sí o tal vez no pueda. Es difícil que nuestro Estado con sus mini Estados desinflen su burbuja política y reorienten una economía a la Nórdica en gastar poco y trabajar mucho. El ofrecimiento es el de siempre, lo pagarán los más débiles. Entre otros, el autónomo, un fiel recaudador de impuestos.
    En mi opinión, la mejor manera de desmontar la burbuja de las Élites de nuestra querida España, es volviendo a ser lo que éramos, un país pobre volviendo a la peseta, y pasar cuentas con el pueblo. Nuestra CASTA en el Euro sobrevive sin remisión a base de endeudar a todos los Españoles, de momento.
    Saludos.

  4. Tienes toda la razón. Mientras nos den crédito a esta casta politica, sus instituciones inservibles y sus sueldos, asesorias y enchufes no nos los quitamos de encima.

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