EL ELEFANTE EN LA HABITACIÓN.

 

El elefante en la habitación es una metáfora que hace referencia a una verdad evidente que se quiere evitar, ignorar y hacerla pasar desapercibida con el objeto de no discutir sobre ella. Se basa en que sería imposible no detectar la presencia de un elefante en una habitación y aquellos que pretenden que el elefante no esté ahí están optando por no hacer frente al enorme problema que se les plantea.

Marx fue un elefante en la habitación, aquello que no se quiere ver pero está ahí. Incluso Weber en su obra “La ética protestante y el espíritu del capitalismo” no habla de marxismo en ningún momento pero quien no quiera ver que teoriza para evitarlo allá él, Marx está presente pero se le quiere evitar. Ocurre con los clásicos, se detectan en teorías de autores posteriores, no se les nombra pero están presentes.

A los ciudadanos nos ocurre algo parecido, todos los proyectos que surgen para recuperar el protagonismo como corresponde a toda democracia se desvanecen. Acertamos en describir el problema, lo criticamos e incluso nos dejamos llevar por la agenda mediática donde ponemos la apostilla al asunto del día y a esperar al siguiente, lo cual llega a convertirse en una rutina no exenta de morbo pero carente de iniciativa al punto de esperar ansiosos cual será el problema con que nos despierten mañana para seguir en su descripción.

Demasiado ruido y poca reflexión nos hacen alejarnos del elefante blanco que está ahí y es la piedra que ha de construir el resto del edificio. Nos quedamos parados en un punto de no retorno pero también en un punto sin avance porque no adivinamos o queremos ignorar que es lo que falta para acabar con éste régimen de corrupción mediante la voluntad popular y por primera vez en la historia mediante el protagonismo de los ciudadanos  sin dejar que otros lo hagan por nosotros o nos lo impongan.

Nos manifestamos, nos organizamos en asociaciones, asambleas, plataformas, grupos de todo tipo, hablamos de procesos constituyentes, marchamos a Madrid, 15-M, 25-S etc… un sin fin de iniciativas que se desvanecen para volver a la descripción de la realidad pero falta la transformación de esa misma realidad porque seguimos sin ver, ignorándolo o evitándolo al elefante en la habitación.

El elefante en la habitación no es un proceso constituyente, es la República, la III República, la proclamación por los ciudadanos en una gran manifestación de la III República legitimada con la asistencia masiva tal y como sucedió el 15-M o el 25-S, pero esta vez no para rodear el Congreso ni para hacer visible nuestra indignación sino para instaurarla como un sistema paralelo que nombre un gobierno paralelo y que actúe como si los ciudadanos tomaran sus propias decisiones al margen de los dictados de las instituciones del actual sistema corrupto. Así hasta que su legitimación sea tal que acabe por institucionalizarse de la mano de los ciudadanos.

Un sistema agotado no puede seguir al mando de la dirección de un país, los ciudadanos deben tomar la iniciativa y no dejar que sean aquellos que siguen sin encontrar la solución a nuestros problemas los que sigan tomando las decisiones que nos afectan y que tan contrarias a nuestros deseos están siendo. No podemos seguir expectantes ante la vulneración de los derechos sociales y de inmediato los derechos fundamentales, el régimen ha ido demasiado lejos haciendo pagar a los ciudadanos hasta con su propia vida ¿A que más hay que esperar? Cuando tenemos detectado al elefante en la habitación, no cabe ignorarlo ni evitarlo, lo tenemos presente y es la salida a tan terrible situación que padecemos como ciudadanos.

El Elefante en la habitación es la III República, nos está esperando, sólo hay que fijar la fecha para la gran manifestación y organizarnos, lo demás será perdernos en abstracciones. Desde la red hay que empezar la movilización que culmine con una asistencia masiva para la proclamación de la III República.

Manifestacion por r2hox

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