EL PROFESOR CIUDADANISTA SE VUELVE MAJARA

EL PROFESOR CIUDADANISTA SE VUELVE MAJARA

Antonio Pérez (Navidark 2015)

Proyección: mecanismo de defensa que consiste en atribuir a otros, y en general al mundo exterior, motivaciones que se rechazan o no se reconocen en uno mismo. Al comparar pensamientos, intenciones, afectos o conflictos internos con los demás, justificamos nuestros propios deseos. Considerar que los demás presentan un nivel ético deficiente nos lleva a aceptar nuestra propia conducta inmoral: el egoísta, el avaro o el mentiroso se escudan pensando que todos los demás son egoístas, avariciosos o que mienten (leído en cualquier enciclopedia o diccionario)

Francesc de Carreras, luminaria académica y fundador de la luciérnaga política Ciudadanos, ha publicado un artículo rompedor en su diario socio-cómplice-propagandista-y-amigo . Pese a que es el enésimo opusculito que le pregona El País, esta vez se trata de un panfleto que merece ser estudiado como un clamoroso ejemplo de ese desatino psicológico que los técnicos en chifladuras llaman proyección. Pero, además, el eximio constitucionalista Carreras denota con semejante aviso-a-navegantes que no padece una proyección ‘normal’ de esas que se curan viajando o con aspirinas sino que sufre algún morbo mucho más dañino. Según un primer diagnóstico, lo suyo es una proyección gravísima –incurable podríamos aventurar-, de extremaunción. O, si verdaderamente es tan racional como proclama, de operación a vida o muerte.

Para no mantener una intriga de bisutería, resumiremos el sentido del artículo de marras: el profe de Carreras achaca a Podemos todas las trapacerías con las que nació y de las que vive la niña de sus ojos: Ciudadanos, ese cuévano político en quien los auto-ayudados y demás ralea irracionalista tiene puestas sus fantasías, sus cupones bursátiles a futuro, su herencia neofranquista… y sus látigos.

Siguiendo su peculiar orden expositivo, he aquí cuatro de los párrafos en los que mejor se manifiesta –se proyecta– la psicopatía del profe ciudadanista:

1) Al hablar de pactos entre políticos, “tampoco sirve buscar grandes coherencias ideológicas desde el punto de vista tradicional, el eje derechas e izquierdas… hay otras variables, en especial aquellas ideologías que se basan sobre todo en sentimientos… que apelan a los ideales del Romanticismo y no a los de la Ilustración”.

Cierto que, desde que contrajeron la bacteria del electoralismo, los ‘podemitas’ han insistido –vanamente- en hacer creer a los votantes que ellos no son de izquierdas ni de derechas. Pero, dejando aparte esta evidencia, el resto del discurso carrerista es puro embuste: Podemos no se reclama de ninguna ideología subjetivista/personalista sino todo lo contrario, presumen de racionalismo extremo. En consecuencia, prefieren ser Ilustrados antes que Románticos. O, quizá, Ilustrados con un accesorio de guardarropía romántica.

Sin embargo, para muchos es obvio que Ciudadanos (amén de presumir simultáneamente de izquierdismo-derechismo) es un partido sentimental hasta las lágrimas de cocodrilo mientras que su conexión con el Romanticismo y con la Ilustración es sólo superficial pues no pretenden superar aquellos estadios históricos sino amalgamarlos en una síntesis tan incongruente como utilitaria… pero generalmente haciendo constar que ellos son Los Últimos Ilustrados.

Evidentemente, el dios de Ciudadanos no es el euro sino el omnipotente Dólar $. Pero omnipotente no debería significar único; por ello, en el panteón de baratillo donde rezan los ciudadanistas, el omnipresente Dólar debería compartir su altar con Jano el Bifronte, padre de Fons dios de las fuentes. O, salvando los siglos, ¿será padre de los manantiales, como el Fountainhead de su adorada Ayn Rand? .

2) Según Perogrullo de Carreras, la lealtad es uno de los presupuestos de cualquier pacto. Lealtad significa “estar convencido que el otro no te va a engañar, en suscitar confianza” -te seguimos Maestro por lo bien que te explicas-. A continuación (eventually), el dilecto profe y sesudo político pone el ejemplo del pacto que socialistas y republicanos independentistas suscribieron en Catalunya en los ya lejanos años de Pasqual Maragall para concluir que ambos partidos eran leales… pero leales cada cual a diferentes objetivos por lo que ganaron los republicanos ya que “siempre en política los astutos vencen a los ilusos”.

Podemos es un partido pseudo-republicano, pseudo-socialista y menos-que-pseudo-independentista por lo que no es posible que Carreras les acuse de astucia ni, menos aún, de ser unos ilusos ilusionantes. Por lo tanto, hemos de concluir que este párrafo está dedicado monográficamente a los ciudadanistas. En tal caso, ¿Carreras presume de astuto? No, el matiz es un poco más enrevesado: nuestro eximio constitucionalista presume de ser ambas cosas: un tortuoso ilusionado. O, como rezaba el lema de su campaña electoral de diciembre 2015 (Vota con ilusión), un astuto con ilusión.

Así, Ciudadanos nos endilga su enésima cuadratura del círculo. Lástima que maldito el salero que tiene esta vez porque, como suponíamos desde el principio, hablar de lealtad en los pactos políticos es sólo una circulatura cuadrada; un chiste pedante con ínfulas de pitagorismo.

3)Podemos es un partido populista, es decir, un partido cuyo objetivo principal es llegar a gobernar, sea como sea, diciendo una cosa y su contraria, para desde allí ser leales a sus ocultos pero verdaderos objetivos”. Al profe de Carreras esta definición le pareció brillantísima; tanto que no resistió la tentación de repetirla un párrafo más adelante: “Podemos es un partido populista, dice lo que le conviene para su único fin inmediato: alcanzar el poder y desde allí llevar a cabo su agenda oculta”.

Sin más repeticiones: aquí, lo que no es trivial, es falso. Es trivial que los partidos políticos quieren conquistar el Poder. A partir de esta sencilla constatación, es falso que tengan agendas ocultas. Si acaso, tendrán algunos secretillos sobre los medios para llegar a sus fines pero es natural que algo escondan puesto que la distancia entre los medios (mundanos) y los fines (divinos) es abismal. Cuando ofreces nada menos que los Paraísos Terrenal y Celestial, no puedes pararte a vocear menudencias como el asesinato o la ausencia de lógica. Por lo demás, la verdadera sustancia de la ética partidista es siempre la misma: moral o inmoral, humanitario o genocida, cualquier medio sirve puesto que todos los medios están absolutamente supeditados a los fines.

Dicho lo cual y aunque las comparaciones sean odiosas, es público y notorio que Podemos oculta infinitamente menos que Ciudadanos. El aquelarre de Carreras, que se ha hecho famoso gracias a que anda “diciendo una cosa y la contraria”, oculta sistemáticamente su agenda económica (léase desde el famoso IBEX 35 hasta D.J. Ganley, el industrial de la muerte) y también su agenda policial (léase Domingo Lorenzo Rodríguez, policía salpicado desde 1983 por la mafia de los joyeros implicada en la desaparición de El Nani y actual diputado ciudadanista por Castellón) Por ende, Ciudadanos tiene muchas más papeletas para que le sea adjudicada la retahíla “populista, verdadero objetivo, agenda oculta”, etc. No porque lo digamos nosotros sino “por proyección”.

4) Después vienen las obligatorias alusiones a la situación de los presos políticos en Venezuela (en España no hay, Otegui et al no existen), cuya horripilante situación (ya la querrían los Pantojas y Blesas patrios) le sirve sólo para mentir afirmando que “Pablo Iglesias se ha negado a condenar” cuando es evidente que al Coleta le duele la boca no por su ingratitud hacia el chavismo sino por su cansina petición y repetición de libertad para los golpistas venezolanos.

Finalmente, Carreras da la estocada y la puntilla to junto: “¿qué es Podemos?… ¿Quizás lo que nos aguarda es un futuro Podemos que todavía no sabemos qué pretende?… Demasiadas preguntas, demasiadas incógnitas. Todo muy raro. ¿Digno de confianza? En absoluto. Se trata del partido que no sabemos lo que es, ni lo que piensa ni hacia dónde va

Que responda Podemos si quiere resolver las dudas del profe. Por nuestra parte, nada más fácil que aprovechar la proyección para invertir su proceso de construcción (deconstruirla) y, utilizando sus propias palabras, agradecerle a Carreras que nos haya confesado cómo es realmente su partido. Gracias, además, porque nos ha salido gratis averiguar que, si fuera cierto que Podemos es la tentación, Ciudadanos sería la aversión -per omnia saecula saeculorum, que así sea-.

Gracias asimismo porque, copiando al pie de la letra la luminosa verborrea del profe constitucionalista, constatamos que Ciudadanos no es “digno de confianza” y que no tiene nada de “raro”: es un invento de un grupo de gruesos capitalistas belicistas (perdón por el pleonasmo) concebido en primer término para frenar la ascensión de Podemos y, una vez alcanzada esa primera meta, para aglutinar a los resentidos que no han pillado cacho con el PP, a los débiles mentales que necesitan auto-ayudarse por el módico precio que les inflija su personal coach (Mª Angels Casanovas Coma en el caso de su jefe ‘Primo de’ Rivera), a los idólatras ultras del Dios Mercado, a los que se creen jóvenes cuando esa misma convicción delata que no lo son –y que nunca lo fueron-, a los que están por encima del bien y del mal sin saber que ello es una de las muchas formas de vivir buceando en el profundo mal.

Y, abreviando, muchísimas gracias finales para todos aquellos narcisistas cual Carreras que nos desvelan su alma pútrida cada vez que la exhiben a través de sus proyecciones.

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