“CULOCRACIA”  (xD elv)

-cracia

suf. que significa ‘gobierno’, ‘fuerza’ o ‘dominio’.

Érase una vez un culo, como todos los culos al nacer son rosaditos, limpios, puros e inocentes. A pesar de que siempre ocurre lo mismo (el culo crece, se reproduce y muere) entre ellos son muy diferentes.

Pero centrémonos en un culo en concreto:

Hijo de un trasero que se dedicó al derecho, honrado y de prestigio, fue  bien educado en la escuela privada, de las buenas, religiosa. Sanitariamente dejó sus nalgas en manos de una buena clínica privada, lo público debía reducirse a los pobres panderos que su derecho tenían a tratarlos. Adolescencia de granos, fiestas,  borracheras  y algún tropezón que dejó doloridas sus nalgas pero que papá se encargó de solventar.

Llegó la universidad, por supuesto, privada, la mejor. Pero su trasero padre pronto se dio cuenta que tenía un soberbio  y solemne hijo vago e idiota,  sabía que un culo así acabaría en el retrete de las drogas y las  orgías, así  que le convenció en dar de alta sus posaderas en un noble partido de jóvenes culos.

Podría seguir, seguir  y seguir escribiendo líneas a modo de biografía, pero que decir si en su vida nada más hizo, nunca conoció  trabajo privado, siempre se posó en lo público y vivió de él. Gobernó, mantuvo su culo a salvo, el  suyo y el de toda su familia y allegados, aclamado enseñaba el culo por allí por donde pisaba.

Cuando la crisis llegó, el vago e idiota ya no era tan bobo, era mentiroso, maquiavélico,  muy versado en las artes del mangoneo y en la magia del desvío de atención, fue capaz de mantener sus posaderas a salvo y dejar que el resto de los pobres panderos pagaran sus facturas. Estos culos  son iguales al resto cuando se encierran en sus baños y retiran aquello que les sobra o expían sus pecados, eliminan mentiras y verdades, daños y perjuicios, malos pensamientos y acciones. Y algunos (de los pecados), tan graves son, que en el ambiente de la conspiración se acuña el término  de “las cloacas del estado” para las limpiezas sucias en papel de pecados no pronunciables ni confesables.

Esta “culocracia” que nos preside cree tener su trasero a salvo, cree ser inmune, cree que durará para siempre, pero todo tiene un inicio y un fin. Su soberbia es tan infinita que nunca verán la marea que provoque su retiro a esas cloacas que han alimentado desde décadas, habrá limpieza y los retretes donde habitaron serán destruidos.

Otros culos mejores vendrán y reconstruirán los servicios perdidos.

Pdta: Si se cruzan con un político de la casta, tiren de la cadena antes de salir.