dráculas (elv).

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Dráculas.

La carrera de esta desgraciada dama acaba apenas de comenzar. Esos niños cuya sangre succiona no son todavía lo peor que puede suceder; pero si sigue viviendo, como “muerta viva”, pierden cada vez más sangre, y a causa de su poder sobre ellos, vendrán a buscarla; así, les chupará la sangre con esa horrenda boca. “

DRÁCULA – Abraham Stoker (1847-1912).

Nunca un personaje de “ficción” describió tan fielmente las inmundas entrañas de la casta, generación, alcurnia, linaje o estirpe que nos gobierna, no solo a la clase política, sino también a los medios generalistas de comunicación, compañías energéticas, clase financiera  y judicial, entre otras.  Con esto no quiero decir que todas estas agrupaciones sean unos “pendejos”, ni que no haya personas honradas entre ellos, pero no las hay entre aquellos que se “sectarizan” en torno a un conjunto de intereses hasta formar una castuza. Debe quedar claro que todo aquel que rehuya de la secta y se resista al sabor de sus intrincados intereses quedará a merced de los lacayos  del poder financiado, que muy eficazmente terminarán con su vida pública.

¿Pero qué virtud tiene el chupasangre, con qué armas cuenta este vampiro social?

El vampiro anestesia con su saliva a sus víctimas, permite así que la punción y posterior robo de su sangre se convierta en un acto placentero y agradecido.

vampiro.

(Del fr. vampire, y este del al. Vampir).

1. m. Espectro o cadáver que, según cree el vulgo de ciertos países, va por las noches a chupar poco a poco la sangre de los vivos hasta matarlos.

Poquito a poco, muy lentamente nuestros particulares espectros (casta política) nos chupan la sangre, son pacientes y pueden estar décadas succionando cada uno de nuestros derechos, de nuestros medios de subsistencia, nuestra economía para que en el resultado final seamos un cadáver, un espectro que deambula pidiendo limosna y que ha sido desposeído de su alma, de sus características vitales, sin capacidad de reaccionar o exigir, zombis cuyo único instinto humano, que aún no han perdido, es el hambre. Una vez alimentados, son pacificados, amansados en el pesebre esperando al próximo mendrugo de pan que mitigue sus estómagos vacíos y que deja sin contenido a su propia alma.

¿Estamos ante una nación muerta, un pueblo moribundo, ignorante,  que cree que todo volverá a ser como antes, que simplemente estamos ante un repentino cambio de presión y que todo volverá a equilibrarse como si de dos vasos comunicantes se tratase¿

¿El pueblo se cree preparado para esperar, ajustarse y comer patatas todos los santos días del año, esperando que la solución planea milagrosamente de entre las nubes de corrupción?

¿Qué ocurriría si el milagro no se produce, si nada cambia, si el hambre y la miseria se apoderan del pueblo?  

PIÉNSENLO.

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2 comentarios sobre “dráculas (elv).

    1. Pues con un poco de suerte darán un bocado a quién no deben (alguien de su propia alcurnia quizás) y caerán junto a ellos.

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