¿Firmarías como becario a los 50? – Economía Directa 22-2-2018

Hoy hablamos sobre la propuesta que se está haciendo en círculos empresariales respecto a contratos de formación para mayores de cuarenta años. Analizamos la pertinencia, utilidad y efectos en el mercado laboral, de llevarse a cabo, de este tipo de contratos. También analizamos hoy los últimos acontecimientos en la guerra de Siria. Por último, hablamos sobre las previsiones catastrofistas o madmaxistas: cuánto han tenido de acierto y cuánto de error, qué vigencia tienen en este momento y qué tipo de ajustes habría que hacer en función de los acontecimientos de los últimos años. Con Jordi Llatzer, Josean Paunero y Carlos Muñiz. Conduce Juan Carlos Barba.

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Fotografía de Paul Reckless

3 comentarios sobre “¿Firmarías como becario a los 50? – Economía Directa 22-2-2018

  1. Me declaro colapsista y la verdad es que no se porque todo el devate del colapso viene dado por la existencia mayor o menor del combustible. En mi entorno nunca nos planteamos que se pudiera o no terminar el petroleo o combustibles alternativos. El problema esta en que para que exista la combustión necesitamos que exista una reacción química de oxidación, por lo tanto necesitamos de otro componente llamado OXIGENO (C+O2=CO2). No se cuanto aumento en la produccion barriles de petroleo podremos aumentar, pero el limite no esta en el combustible, esta en el comburente (oxigeno) Que no hace nada mas que descender su produccion.
    https://es.wikipedia.org/wiki/Combustión

  2. Creo que una persona tiene derecho a realizarse profesionalmente. a los 20, a los 40 incluso a los 70 años.
    La vida da muchos altos y bajos y.si una persona. en un momento no puede elegir un traba que le guste, no se le puede condenar a por vida a algo que no desea. Mientras otros con recursos (por ejemplo forman parte de familias más acomodadas) pueden realizar sus deseos.
    En conclusion, a toda persona se. Le deba facilitar el camino pára su realización sin tener que dar explicaciones a nadie

  3. Todo el que se atreva a hacer una predicción debería tener la modestia de admitir que la incertidumbre lastra irremediablemente cualquier juicio que se adentre en el futuro. No hacerlo te expone a que, con el tiempo, queden al descubierto las consecuencias de tus atrevimientos y, llegados a ese punto, será fácil para los demás hacer leña del árbol caído.

    Habría sido interesante que Juan Carlos hubiese indicado a que modelo “mad-madxista” se estaba refiriendo. La palabra modelo fue pronunciada varias veces. Supongo que se referiría a las previsiones que los peakoileros apuntaban hace 10, 12 ó 15 años, pero ésa es sólo una presuposición que hago. El podcast no lo concretó. Modelos o pseudo-modelos los ha habido y continuará habiéndolos. Algunos has sido auténticos timos. Sin ir más lejos, en estos podcasts se habló en su día del modelo ETP desarrollado por el Hills Group, primero para presentarlo y después para desenmascararlo gracias a Antonio Turiel, gran peakoilero donde los haya.

    (Que conste aquí que un servidor fue unos de los que prestó a ese modelo más atención de la que se merecía).

    La incertidumbre es inerradicable y los peakoileros no escapan a ella pero, ojo, que los que piensan de manera diametralmente opuesta tampoco pueden evitarla. Decir que no habrá colapso en el corto plazo podría valer tanto como decir que lo habrá.

    En definitiva, que haya habido un colectivo de gente que se haya equivocado (y que además se resista a reconocerlo) no significa que toda esa línea de pensamiento –que es muy variada y plural- esté equivocada. Sin duda, se queda uno mucho más tranquilo cuando encuentra argumentos para convencerse de que aquí no va a pasar “nada” hasta –como mínimo- el 2100 (aunque, eso sí, a nuestros nietos que les jodan!)… Pero cuidado con sacar demasiadas conclusiones y creerlas a salvo de la misma incertidumbre fundamental que no entendieron los peakoileros.

    Para profecías, me voy a permitir recordar la del informe de los límites del crecimiento de 1972. Ciertamente está tan a merced de la incertidumbre como cualquier otra predicción humana, pero lo que no se debería ignorar es que en las revisiones del informe que comparan lo previsto para uno de sus escenarios con los datos históricos del periodo 1970-2010, salen cosas que son, como mínimo, para quedarse pensando:
    http://foro-crashoil.2321837.n4.nabble.com/file/n8138/craficas.png

    Porque si las líneas de esas curvas siguen por donde han ido en estos últimos 30-40 años de datos históricos, entonces habréis de admitirme que en la próxima década, la de los 20, las cosas pueden ponerse muy “interesantes”… y 2025, o como mucho 2030, ya no son 2100. Ya no sería sólo una cuestión de si pensamos o no en nuestros nietos. Sería bastante razonable pensar que muchos estaremos todavía por aquí para verlo (aunque, una vez más, tampoco eso 🙂 escapa a la incertidumbre)

    Pero, sí, sin duda existe la posibilidad de que dominemos la energía de fusión en fecha cercana. Es posible. Yo no lo descarto. Lo digo sin ironía. Si fuese creyente rezaría todos los días para que ocurriese. La fusión nos daría un patadón para adelante de 100 años, quizás 200. La cantidad de energía disponible que quedaría en nuestras manos es tan fabulosa que hasta podríamos pensar en controlar o mitigar los efectos del cambio climático del que, por cierto, no habéis dicho ni mu en todo el podcast a pesar de la acumulación de datos indicando que tenemos un problema muy gordo que puede tener un impacto directo y muy feo sobre el modo de funcionar de nuestra sociedad y nuestra economía.

    Porque todo esta interrelacionado. No es sólo la deuda. Estoy muy de acuerdo con Carlos en que se está mascando una muy gorda a ese nivel, pero lo que creo que él no acierta a ver es que no hay compartimentos estancos: deuda, energía, geopolítica, medioambiente. Todo está interrelacionado.

    Durante prácticamente un siglo, el petróleo ha sido la principal base material del sistema económico. Sigue siendo la fuente más grande de suministro de energía con más del 90 por ciento de la energía utilizada en el transporte, algo que no tiene pinta de que pueda cambiar rápidamente. La crisis económica de 2008 fue mucho más que un shock generado por los sectores financieros. Hay datos y razones suficientes para considerar la tesis de que fue (es) también una crisis que surge en relación con esa base energética. A mí me resulta particularmente difícil no pensar en una relación entre el estancamiento de la producción del petróleo convencional hacia 2005, el gran aumento de la demanda energética que por aquellos años se dio en China e India, la subida del precio del crudo, y las señales de estancamiento económico que trajeron esos precios en las vísperas del petardazo de 2007/2008 en un terreno abonado para los problemas por la financiarización que empezó en los 80.

    Pero aquello ya es historia… Si hasta ahora se ha capeado el temporal y seguimos manteniendo el barco a flote ha sido en gran parte gracias a los fuertes reajustes que ha sufrido la clase media y trabajadora y a un nuevo chute de liquidez y deuda que no acaba de levantar ni la producción de las cosas reales ni la inversión para encontrar nuevos yacimientos fósiles… Sin embargo, ese chute sí que ha alimentado nuevas burbujas especulativas… y permitido explotar un gas/petróleo no convencional (el del fracking) con yacimientos que tienen un periodo mucho más corto de extracción económicamente viable hasta el punto de que hay quien los considere como una burbuja más. Eso, además de que ese recurso es realmente “sucio” y de que nos ha traído nuevas contradicciones geopolíticas (Arabia Saudí vs. fracking – precio abajo vs. precio arriba).

    No deberíamos sorprendernos si al final resultase que fue el estancamiento de la producción convencional de petróleo el que generó nuestras dificultades. La viabilidad material de esta sociedad depende del acceso a fuentes de energía creadas millones de años antes de que comenzara la vida humana. Se confía en que el ingenio humano permitirá escapar de la posibilidad de que el progreso material esté vinculado a los límites dictados por ese suministro de energía, con independencia de que los límites sean los de la propia producción/explotación física o los de los efectos sobre la biosfera. Puede que sí, que al menos sea que sí durante otra prorroga del partido, pero es que tal y como están las cosas también puede que sea que no.

    La escena está lista para que se levante el telón de los próximos 10 ó 12 años con toda la incertidumbre fundamental que los acompañará. Así que cuidado con la próxima década, y sed generosos con los que se han equivocado. Todos lo hacemos.

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