>Lecciones del vertido del Golfo de México

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Queridos lectores,

Este post es una continuación de otros dos anteriores sobre el mismo tema: Actualización sobre el vertido del Golfo de México y It’s rainning oil, hallelujah!, que versan sobre la magnitud y las consecuencias del vertido de petróleo en el Golfo de México como consecuencia del mortal accidente de la plataforma de extracción petrolífera semiflotante Deepwater Horizon el 20 de Abril de 2010.

Parece que al final, el segundo intento de hacer un top kill (enfáticamente bautizado como static top kill, para evitar ser asociado con el fracaso del primer intento) ha conseguido su objetivo, y el vertido del Golfo de México está por fin bajo control desde hace unos días. Aún se filtra algo de petróleo alrededor de la malograda válvula de prevención de explosiones (Blow-out preventer, BOP), pero se confía en que la inyección de cemento desde los pozos de alivio que se han excavado ponga definitivamente fin a esta pesadilla. Por el camino, cinco millones de barriles de petróleo se han vertido en el Golfo de México, creando el mayor desastre de esta naturaleza en los EE.UU. y causando un impacto ambiental que llevará años evaluar. Ahora que la crisis está controlada, es el momento de sentarse y ver qué hemos aprendido de ella.

Desde el punto de vista positivo:

Desde el punto de vista negativo, la lista es bastante larga:

  • Un solo incidente de este tipo ha estado a punto de hacer quebrar una gran compañía multinacional como es BP: se calcula que las responsabilidades económicas a las que debe hacer frente BP a corto plazo (coste de las tareas de limpieza) ascienden a 30 millardos de dólares (frente a eso, se estimaba que los beneficios tras impuestos de este año de BP rondarían los 12 millardos). La cifra total de indemnizaciones podría fácilmente ascender a los 100 millardos, contando con las de los diversos colectivos damnificados. Los Gobiernos de EE.UU. y el Reino Unido han discutido varias veces esta cuestión, y parece claro que no permitirán que BP quiebre, entre otras cosas porque los dividendos que cada año arroja BP suponen una de las fuentes de financiación más importantes para los planes de pensiones radicados en el Reino Unido. Para hacer frente a sus obligaciones más inmediatas, BP se ha lanzado a la venta de algunos de sus activos (incluyendo sus instalaciones en Alaska) por valor de 30 millardos, que se venderán durante los próximos 18 meses. La pretensión de BP parece clara: cubrir sus obligaciones inmediatas con la venta de activos, retrocediendo su posición global pero sin dejar de dar dividendos tan caros a los fondos de pensiones, lo cual parecer responder a los deseos del Gobierno británico; a cambio, de una manera u otra se le permitirá alargar mediante juicios el pago del resto de indemnizaciones.
  • A la espera de ver si la maniobra dilatoria de BP surte efecto y evita así la bancarrota (lo cual dependerá de que el poder ejecutivo interfiera suficientemente el judicial -pobre Montesquieu), las perspectivas para el negocio de la explotación del petróleo de aguas profundas no parecen boyantes: las primas de riesgo de las aseguradoras ya han subido un 40%, lo cual básicamente echa del negocio a las pequeñas y medianas empresas, y en cuanto a las grandes falta ver cuántas se arriesgarán ahora a comer de la fruta prohibida (ya comentamos en este blog que en 2006 Exxon previó los riesgos y decidió abandonar su pozo Blackbeard). Máxime cuando el Congreso de los EE.UU. estudia prohibir la explotación de aguas profundas a empresas con mal historial (lo cual excluiría a BP durante un tiempo).
  • No se puede, sin embargo, echar toda la culpa a BP. La culpa en realidad es nuestra, por querer seguir teniendo petróleo abundante y encima a buen precio, cuando el petróleo barato ya se ha acabado y ahora sólo queda el malo, el caro, el que es difícil de extraer. Dado que los rendimientos son decrecientes, la única solución que tienen las compañías es ir recortando costes, reduciendo la seguridad y la contención de la contaminación ambiental, lo que en el caso de la Deepwater Horizon llegó hasta extremos inconcebibles… para un estándar occidental. Este tipo de incidentes pasan cada año en el Delta del Níger y nadie dice nada (casi nadie lo sabe). De hecho, es comentario frecuente de quien ha trabajado en ciertas plataformas petrolíferas que lo extraño es que no haya más accidentes (y eso tomando como cosa normal que cada mes haya algunos heridos y quizá un muerto).
  • Y, todo esto, ¿para qué? Pues, en realidad, para bien poco. Porque parece que las reservas de petróleo de aguas profundas están más que sobreestimadas; el comportamiento de los yacimientos de aguas profundas es bastante diferente de los de tierra firme, en buena medida porque no se pueden explotar de la misma manera y porque su geología es diferente. Como comenta Tom Whipple, según las estimaciones más precisas actuales, el malogrado pozo de BP vertía en sus comienzos aproximadamente 62.000 barriles diarios, mientras que 87 días más tarde (en el momento en que el top kill finalmente ha funcionado) su “producción” había decaído a los 53.000 barriles diarios, una caída del 14% en menos de tres meses, lo que equivale a un 50% anual. Con esos números y asumiendo un decaimiento exponencial constante, estimo que la cantidad de petróleo finalmente recuperable para este pozo sería en torno a los 35 millones de barriles, lejos de la cifra oficial de más de 1.000 millones, y en línea con el 10-20% de la cifra oficial que estima Tom Whipple. Esto también casa con la producción observada en otros pozos de aguas profundas: Thunder Horse, que en vez de alcanzar una producción de 250.000 barriles diarios se estancó en 170.000 y ahora decae a un ritmo del 2-3% mensual; o Neptune, que debía llegar a los 50.000 barriles diarios, se quedó en 40.000 y decae al ritmo del 15% mensual.

Por terminar, cuando empecé este post quería hacer referencia a las más que razonables dudas planteadas sobre la credibilidad de las afirmaciones que Matt Simmons ha hecho sobre este asunto. Sin embargo, ya no tiene sentido hacer tal prevención: Matt Simmons murió el pasado domingo. Merece la pena recordarle por su contribución al debate sobre el peak oil, especialmente con su libro “Twilight in the desert” (“Crepúsculo en el desierto”), con el que puso el dedo en la llaga al señalar cuán críticamente depende la estabilidad en el suministro petrolífero sobre Arabia Saudita, y cómo ésta se encuentra cerca de, si no ya pasado, su cénit petrolífero. Descanse en paz, Matthew R. Simmons.

Salu2,
AMT

9 comentarios sobre “>Lecciones del vertido del Golfo de México

  1. >qué razón tienes en lo de que los culpables somos todos. Exactamente lo mismo que he dicho yo a cualquiera que ha demonizado a BP (y sólo a BP) en cada conversación sobre esto que he tenido.

    Pero esa parece que sigue siendo la línea de los mass-media estadounidenses. Suerte para ellos que haya sido una compañía extranjera la que la "cagó" y, a pesar de la suavidad del castigo para BP, me pregunto cuánto menor habría sido de tratarse de una empresa estadounidense.

  2. >El post (odio la palabra post, pero no sé cómo decir si no) apunta un tema muy interesante, de hecho si no fuera porque podemos irnos todos a la porra, todo lo relacionado con el peak oil es fascinante, que es el comportamiento de las petroleras ante la escasez. A diferencia de nuestros gobiernos que planean las infraestructuras con escenarios de consumo creciente de vehículos para los próximos treinta años, las petroleras suelen hacer las cosas bastante mejor en este campo. Sería interesante conocer los modelos de elasticidad de la demanda y escenarios de maximización de beneficios que manejan. Lo mismo se encuentran con que lo mejor para sus finanzas es poner el barril a 400 euros lo antes posible y dejarse de tonterías, y nos encontramos con el peak oil antes de lo que pensabamos.

    Entretanto, sólo en la ciudad Sao Paulo, se matriculan 700 coches diarios.

  3. >Antonio, otro efecto positivo de la crisis del vertido ha sido la salida de Tony Haward de la dirección de BP. Bajo su mandato, BP había reducido su desarrollo en renovables y había apostado fuerte por la vía petrolera.

    Que un americano pase a liderar BP es un desesperado intento para minimizar las multas que pueda recibir la compañía. Que ese americano sea Robert Dudley (que fuera CEO de TNK-BNP y, por consiguiente, que estuviera viéndoselas sin parar con la oligarquía rusa) podría indicar que el objetivo a corto plazo de la compañía sería el de la dura negociación para (re)definir el carácter americano de la compañía británica.

  4. >Curiosidades extraídas de la lectura de "Tragedia en el golfo de México", especial publicado por la revista "National Geographic":

    "Para Magne Ognedal, director general de la agencia noruega de seguridad en operaciones petroleras … las decidiones tomadas por BP cuando había indicios de que el pozo era inestable, como la de trabajar con una sola tubería larga o instalar sólo 6 centralizadores en lugar de 21 para conseguir la mejor cimentación posible, nos parecen sorprendentes".

    "[Tras la fusión de BP y Amoco], la necesidad de recurrir a la subcontratación fue … uno de los ingredientes de la receta para el desastre de BP. Sólo unas pocas de las 126 personas que trabajaban en la Deepwater Horizon habían sido directamente contratadas por BP".

    Y ahora lo más hilarante:

    "En un plan de emergencia en caso de accidente elaborado para todo el Golfo, la compañía aseguraba que estaría en condiciones de recuperar 500.000 barriles al día …, por lo que aunque se produjera el peor vertido posible, no supondría una amenaza grave para los caladeros ni para la fauna del Golfo, entre la que citaba morsas, nutrias y leones marinos. Pero en el Golfo no hay morsas, ni nutrias ni leones marinos. El plan de BP mencionaba además como asesor en caso de emergencia a un biólogo marino que había muerto hacía años, y ofrecía una página de internet japonesa de entretenimiento como fuente de equipamiento en caso de un vertido accidental. Todos esos deslices han aparecido también en planes de emergencia de otras compañías petroleras, elaborados haciendo corta y pega de planes más antiguos para el Ártico".

    Resumiendo: sólo nos queda entonar el "virgencita, virgencita…" para que no suceda otra peor.

  5. >@AMT Hola Antonio, nos conocimos en Mallorca hace unos meses. La semana pasada apareció un artículo en el New York Times de John Tierney acerca de los mensajes pesimistas de gente como Matt Simmons, y cuenta una "curiosa" anécdota sobre una apuesta que hizo con él en el 2005. También habla de las "fantásticas" perspectivas que hay sobre la producción de petróleo y gas durante los próximos años. Os lo dejo por si no lo conocíais y os interesa. También por si queréis comentar las afirmaciones que en él se hacen. Me gustaría poder contrastar la información, pero ya sabes que, con la tesis, ahora me es difícil hacerlo por mí mismo, je, je! De echo, no tendría ni que leer éste blog 😉
    http://www.nytimes.com/2010/12/28/science/28tierney.html?_r=1&ref=johntierney

  6. >Los especialistas en recursos no suelen serlo en economía. La generación del precio es un fenómeno más complejo de lo que una escasez relativa podría permitir predecir. Cuando la escasez sea más sustancial (más allá de un pequeño porcentaje), y en tanto que el bien escaso no pueda ser sustituido o se pueda prescindir de él, entonces la dinámica de precios sí que se parecerá a las que por error esperaron tanto Matt Simmons como Paul Elhrich. Aquí se ha discutido mucho sobre estas cuestiones, y el problema al final es que el precio es difícil de predecir. Si tanto Elhrich como Simmons se hubieran limitado a aventurar cuál sería la producción de las materias en cuestión hubieran tenido más fácil acertar.
    Por otro lado, lo que se está discutiendo es demasiado serio como para jugar tu credibilidad en acertar exactamente cuál será el año del cenit de producción de una materia, cuando si es ese año o 10 más tarde nada cambia en su sustancia. Es una trampa estúpida que luego sirve para hacer artículos como el de Tierney, en los que el más estúpido e infundado optimismo sirve para descalificar un análisis más riguroso y preocupante.

    Salu2.

  7. >Desde hace muchos años en este país vivimos una burbuja inmobiliaria, y fueron muchas las voces que venían advirtiendolo. Al tiempo, otras voces más poderosas, cuando alguna de las primeras llegaba a oírse rapidamente se la descalificaba con la verdad de que "todo se vende" y "bajar nunca bajan".
    Supongo que si un hipotético comprador hubiere caído en el 2004, por ejemplo, en las primeras, las que decían de lo ilógico de hipotecarse por 30 o más años en un bien sobre valorado y que, con el paso de los años, hubiese visto estas ideas descalificadas por la realidad, podría llegar el caso de haberse metido en 2008 en una ruina absoluta convencido de que los agoreros trataban de engañarlos.
    No es fácil acertar con los sucesos, pero si sales a la calle, hay nubes, huele a humedad y todo eso, puedes decir sin temor a equivocarte que es muy posible que llueva.

  8. >Leído en El País:

    Las perforaciones petrolíferas aumentan en el golfo de México.

    Un año después del vertido de BP no hay reforma del sector ni planes para evitar estos accidentes.- La limpieza costará unos 9.000 millones de euros.

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