Los austriacos entregan su cabeza a Paul Krugman

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Paul Krugman escribió un artículo en el New York Times denunciando las predicciones inflacionistas que Peter Schiff realizó en 2009.   Normalmente estoy en desacuerdo con Paul Krugman, pero esta vez lamento decir que sus quejas están justificadas.

Peter Schiff
Peter Schiff

Lo primero que me gustaría destacar sobre el artículo de Paul Krugman, es que sorprendentemente Schiff desprecia casi totalmente la posibilidad de deflación, que es uno de los resultados más probables del estallido de cualquier burbuja de crédito.

Segundo, Schiff asume que la Fed emite dinero, pero eso no es demasiado riguroso.  Para evitar que personas como el Dr. Krugman desmonten facilmente los argumentos de los austriacos habría que expresarse con rigor, y lo que la Fed emite es crédito que nosotros utilizamos como moneda.   Esta diferencia entre dinero y crédito es extremadamente importante, ya que el dinero (entendido como un bien presente) permanece indefinidamente en el sistema a no ser que se decida retirarlo, mientras que el crédito siempre es temporal.  La monetización del crédito es inflacionaria en un primer momento, pero es deflacionaria durante el resto de la existencia del crédito que sirvió para dar origen a la moneda a medida que se amortiza, o peor aun a medida que se impaga.

Tercero, desde el momento en que la moneda es un pasivo (crédito), esta burbuja de crédito es un sinónimo perfecto de una toma masiva de posiciones cortas contra la moneda por parte de todos los agentes.  Creo que Schiff no se da cuenta de que los planificadores centrales son los últimos agentes en apuntarse a la burbuja de crédito.  Sencillamente son el primo en una partida de poker, y la razón principal es que en ningún caso serán ellos quienes pierdan, sino el contribuyente.   Cuando los Bancos Centrales y el Gobierno entran en la burbuja de crédito cuando ésta ya está en un estadio de avance tan extremo, lo que están haciendo es adoptar posiciones cortas contra la moneda cuando practicamente todos los demás agentes (el mercado) se ha dado cuenta de que es el momento de hacer totalmente lo contrario, que es cerrar esas posiciones cortas y reducir por tanto el tamaño de sus balances.   La Fed y el Gobierno fueron los últimos agentes en entrar de lleno en la burbuja con su “all-ín” de endeudamiento durante 2008 / 2009 expandiendo de forma dramática sus balances.  Creo que es más que posible que los Planificadores Centrales acabarán por seguir al mercado de nuevo y finalmente comenzarán a dejar que sus balances se contraigan, o como mucho conseguir que su tamaño se mantenga,   La “Operación Twist” es hasta el momento la primera prueba de esta actitud.

Cuarto, me sorprende el poder que Schiff otorga a los órganos de planificación central, dando por hecho que serían capaces de resolver cualquier problema al que se enfrenten, incluso si se trata de revertir la contracción crediticia (deflación) provocada por la mayor burbuja de crédito de la historia de la humanidad.

Quinto, Schiff precide alta inflación o incluso hiperinflación, pero esto es lo que ha venido pasando ya durante los últimos 40 años a medida que la burbuja de crédito crecía!!!  Está prediciendo lo que ya ha pasado!!! Precisamente el gran problema de la Fed es que apenas está “consiguiendo” que la burbuja de crédito crezca más.

Paul Krugman

Y en lo que concierne a la propuesta de Krugman para evitar su “trampa de liquidez”, creo que no podía haber optado por una estrategia más suicida.   Aunque es cierto que monetizar deuda puede servir para contrarrestar la deflación en un primer momento, esa deuda que se monetiza alimentará un potencial deflacionario aun mayor en el futuro.   Además, no es posible crear cantidades de deuda infinita, porque ningún agente puede expandir su balance hasta el inifinito.    Si el Gobierno de los Estados Unidos siguiese endeudándose, podría hacer que el mercado de bonos se desplomase de la misma forma que lo hizo el de Islandia o el de Grecia. La Reserva Federal no puede suplantar a todo el mercado de bonos y convertirse en el único acreedor del Gobierno, es una idea ridícula e inasumible para la Fed.   Si la Fed sigue comprando bonos, es porque el mercado considera que los Estados Unidos aun son solventes.  Es el mercado quien decide si el Estado es solvente o no, no la Fed.    Una vez que el mercado de bonos comenzase a colapsar, será un asunto extremadamente espinoso para la Fed seguir monetizando esos bonos, especialmente teniendo en cuenta lo extremadamente abultado del balance de la Reserva Federal.

Cuando una burbuja de crédito alcanza el tamaño de la actual, afrontar una fuerte contración del crédito es inevitable.   Cuanto más tarde lo asumamos, mayor será la contracción que tendremos que sufrir.   La consecuencia natural de una contracción crediticia es deflación, que teoricamente podría transformarse en hiperinflación por el Banco Central.  Pero me cuesta muchísimo ver a la Fed inmolándose y sacrificando el dólar, que significaría destruir deliberadamente su propio negocio.   En cualquier caso, como se trata de una decisión política, y en política todo es posible, debo admitir que tanto un escenario Deflacionario como otro de Alta Inflación son posibles.

Pero desde luego, lo que si creo es que los economistas no deberían despreciar la posibilidad de deflación, y deberían recomendar que se afronte la contracción del crédito lo antes posible, en lugar de recomendar imprudentemente mayor endeudamiento (en esto estoy de acuerdo con el Sr. Schiff), que solo servirá para alimentar una contracción crediticia aun mayor en el futuro.

Un comentario sobre “Los austriacos entregan su cabeza a Paul Krugman

  1. Pues la verdad que la nota es tan discutible como los juicios de Krugman y Schieff. Paul Krugman siempre analiza todo desde un ceteris paribus pueril, y Schieff de lo único que suele hablar es del patrón oro, y del inminente colapso hiperinflacionario que nunca llega.
    Dice el autor de la nota: “me cuesta muchísimo ver a la Fed inmolándose y sacrificando el dólar, que significaría destruir deliberadamente su propio negocio´.
    Pues el autor calla, ingenuamente o no, que Estados Unidos viene desde hace 40 años con el problema de deuda tirando la pelota hacia adelante. Y esto lo viene haciendo hace 40 años no por políticas monetarias efectivas, sino porque gracias a su complejo militar industrial pudo imponer el sistema de petrodolares, y esto le ha dado el privilegio de maniobrar con su monstruosa deuda. Si otro país del mundo cualesquiera que sea (con excepción de Japón o Reino Unido) prosiguiera con la implementación de las políticas monetarias del estilo FED estaría hoy con una crisis de dimensiones desconocidas.
    En la pasada década apareció el inesperado fantasma de la “desconfianza´´ hacia el dolar.Primero fue Iraq, que lo pago muy caro.Pese a eso le siguieron Rusia e Irán, más tarde China, y ahora Japón. Ahora estos países a pesar de ser aun tenedores de bonos del tesoro, la mayoría se han librado de una cantidad importante de bonos del tesoro.
    Paul Krugman olvida de que desde los 1970 la mayoría de las crisis de deuda terminaron muy mal. Creo que el peor caso fue el de los Tigres Asiáticos. El sistema financiero internacional o los “mercados´´ le han puesto la soga al cuello a cualquier país que intentara implementar una política de estimulo económico. El caso de Grecia es un buen ejemplo. Los países en estas situaciones se ven contra la espada y la pared, o ajustan o hacen megadevaluaciones, jamás han podido implementar una política fiscal expansiva a no ser luego de los ajustes y una brutal devaluación.

    El autor de la nota habla como si los de la FED tuvieran controlada perfecta y sabiamente la situación. Se nota que ya ha olvidado lo de la Crisis de las Hipotecas Sub-prime. Si la FED tuviera tanta sabiduría ¿por qué no evito la crisis?.

    La única forma de que Estados Unidos se dirija a una situación deflacionaría sería que se encuentre con la misma suerte que Grecia a la hora de emitir deuda, y tenga que implementar medidas semejantes. Pero no creo que los mercados tanto los políticos de Estados Unidos quieran vivenciar episodios semejantes. Seguro harán artimañas corto placistas con consecuencias devastadoras en el mediano plazo. Y vaya a saber si no le damos la razon a Schieff.

    Otra cosa, respecto a los análisis de Krugman, la mayoría los hace en base a las estadísticas gubernamentales, que están por demás de manipuladas. ¿Quién puede creer que la inflación de Estados Unidos sea tan baja?. Preguntemos a los ciudadanos de a pie que te decían en el 2009 cuando supuestamente había deflación.
    Con respecto a Schieff no es más que un inversor de commodities, que trata de que el público apueste al oro.

    Saludos

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