LA ELIMINACION DE LOS PARTIDOS POLITICOS DE LOS AYUNTAMIENTOS.

La situación económica actual obliga a revisar el modelo democrático y la eficacia de nuestras instituciones, pero sobre todo la necesidad de reducir el ámbito de implantación de los partidos políticos. La agenda marcada por los mercados para reducir el deficit y hacer disminuir la deuda no parece haber hecho girar las miradas del gobierno sobre algunas instituciones que podrían facilmente ser gobernadas por otras entidades distintas a los partidos políticos y que supondrían un espectacular ahorro a las arcas públicas y por consiguiente una fuente inagotable de recursos para la reducción del deficit.

En primer lugar, hay instituciones en las que son totalmente prescindibles los partidos políticos, incluso diría que sería obligatorio su abandono, su eliminación y su sustitución por otras entidades de mayor legitimidad como son las Asociaciones de Vecinos. En lo que a la legitimidad respecta, las AAVV tienen legitimidad en primer grado pués sus representantes son directamente elegidos por sus vecinos sin mediación alguna como ocurre en los partidos políticos y en elección totalmente abierta, además de la no menos importante adscripciòn del vecino a la zona o distrito de donde es elegido, muy al contrario de la oferta de los partidos donde el candidato ni es conocido ni aparece por el distrito porque suele ser impuesto por el partido en listas cerradas.

Quizás el aspecto más importante sea la desideologización de las AAVV y la ausencia de una red clientelar como ocurre en los partidos, lo cual en el caso de los partidos impide que sus políticas públicas vayan dirigidas al ciudadano y sí por el contrario a salvaguardar los intereses de esa red clientelar, haciendo que las políticas públicas acaben siendo contrarias a los intereses reales de los ciudadanos, de los barrios y en definitiva del interés general. Suelen acabar en obras faraónicas que nadie reclamaba y suelen tambien olvidar las verdaderas prioridades de los ciudadanos.

Si entrar más a fondo, la eliminación o sustitución de los partidos políticos cuya pésima gestión al frente de los ayuntamientos ha quedado más que demostrada por el elevado endeudamiento, el despilfarro y el coste que ha supuesto para los ciudadanos sería una medida que conllevaría a un sistema democrático basado en la legitimidad democrática directa sin la mediación de entidad alguna. Los politicos se han definido como intermediarios entre la administración y el ciudadano, una intermediación con un elevado coste que hay que erradicar y que debemos hacer saber de su viabilidad, las AAVV eliminan esa intermediación.

Un ayuntamiento cuya composición sería hasta el escalafón más alto, administrativamente hablando, ocupado exclusivamente por funcionarios por oposición y un Consejo vecinal compuesto por cada uno de los representantes de las AAVV de la ciudad, uno por distrito, que tendrían la función de dirigir la politica municipal con un mínimo de cargos públicos, puesto que los ayuntamientos deben funcionar en su parte administrativa de forma mecánica y organizada por funcionarios, haría de los ayuntamientos unos entes de mayor transparencia, de más agilidad, de menor politización en cuanto a políticas que sólo deben contemplar la necesidad o la prioridad de las mismas en relación a factores sociales y de equipamiento.

El ahorro al eliminar a los pésimos gestores que se han demostrado los partidos políticos al frente de los Ayuntamientos con todo el despilfarro y corrupción que arrastran supondria un espaldarazo en la política de reducción de deficit público, la supervivencia de los propios ayuntamientos, la vuelta de la legitimidad democrática y la racionalidad económica al sector público. El problema es que ésta medida afecta a la casta política y son muchos los que llevan media vida viviendo al cobijo del presupuesto con el consiguiente coste para el ciudadano, coste añadido a una nefasta gestión es el argumento perfecto para su urgente eliminación.

Si el problema tiene como origen los partidos políticos, es hora de ir pensando en eliminarlos de algunas instituciones por el enorme daño producido y tomar las riendas por parte de los ciudadanos organizados en las AAVV, sería un gran paso para la salida de la crisis y un mejor nivel de democracia.

8 comentarios sobre “LA ELIMINACION DE LOS PARTIDOS POLITICOS DE LOS AYUNTAMIENTOS.

  1. Bueno, entiendo que al decir “sustutuir” por asociaciones de vecinos, quieres decir que cada distrito elija un concejal por una elección formal, y luego esos concejales gobiernen, ¿no?

    Si es así estoy (casi) de acuerdo. A eso hay que añadir eliminar privilegios funcionariales. Un puesto de trabajo intocable debe ser la excepción. Los empleados municipales deben ser personal laboral, es decir un contrato de trabajo y derechos como los de cualquier trabajador del sector privado. Sólo jueces, interventores, o aquellos que tengan una función especial de control del poder político deben gozar de protección especial.

    Esta es la propuesta de Jesús Fernández Villaverde de Nada es Gratis “Sin alcaldes se vive mejor” A ver qué os parece.

  2. ¿Desideologización de las AAVV? Creo que me he perdido algo, Donde yo vivo las AAVV son organizaciones satélites del partido político de turno. Es más, hay más de una AAVV por barrio, una ‘progresista’ y otra ‘conservadora y unos y otros riegan a ‘los suyos’ con subvenciones. A cambio funcionan apoyando o desacreditando los proyectos para el barrio según convenga. La cosa se agrava todavía más en el nivel de las Federaciones de Asociaciones de Vecinos, llegando al absurdo de que existen dos federaciones diferentes que apoyan convenientemente unos u otros proyectos.
    Y sobre la supuesta ausencia de intereses clientelares… cuanta candidez. He visto a Asociaciones de Vecinos defender cosas que iban completamente en contra de los intereses vecinales para favorecer a un sólo comerciante de la zona. Si, había otra Asociación de Vecinos que se manifestaba en contra pero no salía en los medios y no la recibia el Alcalde.
    Digamoslo claramente: Las asociaciones de vecinos forman parte, en muchos lugares, de la red clientelar de los partidos políticos.

  3. Un planteamiento absurdo e ingenuo, tan sólo propone sustituir la intermediación de los partidos políticos y los políticos por la de las AAVV y sus organos rectores, sean estos los que sean. ¿O acaso pensamos que las AAVV son organizaciones de base donde no existen ninguno de los vicios que encontramos en los partidos? Cuanta ingenuidad.

  4. Ramón, me temo que no. A estos no les gustan las urnas. Ya sabes “rollo asambleario”. Me quedo con mi democracia imperfecta, bastante cutre, es verdad, pero aun creo que la podemos modificar “desde dentro”. Los que trabajamos (afortunadamente) y pagamos los servicios públicos de todos no tenemos mucho tiempo para asambleas. Estamos en el tajo. Cada vez veremos mas este discurso anti sistema, es fácil buscar culpables y hacerse abanderado “del pueblo”. Veras que hablan mucho de derechos , pero no de deberes. En fin. A trabajar. Por cierto, con esta deriva os estais cargando este foro. Es mi opinion. Gracias por dejarme compartirla.

  5. En cualquier asunto que se proponga, si se parte de supuestos preconcebidos se acaba teniendo una idea falsa del mismo. La legitimidad es el elemento principal de toda democracia, la legitimidad en primer grado elimina intermediarios y por tanto costes. Eliminar una entidad como los partidos, cuyo funcionamiento resulta un elevado coste para los ciudadanos, siempre hablando de ayuntamientos donde actualmente gobiernan personas no elegidas directamente por los ciudadanos sino por el partido, sustituyendolos por entidades cuya legitimidad es de primer grado, me parece un avance democrático enorme. De eso se trata, en ningun modo es una propuesta asamblearia con las que no estoy de acuerdo, es una propuesta, al igual que ocurre en otras ciudades europeas y americanas, de que allá donde sea posible un mayor grado de intervención de los ciudadanos y ello represente un menor coste y una mayor eficiencia, se lleve a efecto.

    1. Carlos, reconoce que la propuesta no estaba bien redactada. Una asociación de vecinos no puede ser un órgano oficial. Debe ser una organización libre y privada. La elección de representantes tiene que tener unas reglas claras, predecibles, recurribles a un Tribunal en caso de duda. No se puede poner en manos de la arbitrariedad de una asociación.

      En las reglas de juego democráticas, lo importante para mí, es:

      Que cada uno de los participantes tengan los incentivos correctos. Que haya una cadena de responsabilidad fuerte que una al elector con el elegido
      Que sean verdaderamente representativas: el sistema electoral debe distorsionar lo menos posible la voluntad popular
      Que haya gobernabilidad. Al final del proceso, tiene que haber un gobierno

    2. Hola tocayo. Me gustaría que participaras en los debates del programa Polinomia para C\B. ¿Podrías escribirme a carlos.angulo(arroba)reddemocratica.net? Así nos intercambiamos teléfonos y skype.

      Abrazos

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