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Queridos lectores,

Con todo lo que tengo encima no tenía intención de escribir un post hoy, pero dada la recurrencia de ciertos problemas quiero dejar claras algunas cosas.

Durante las últimas semanas hay una queja reiterada sobre la falta de moderación en los comentarios a los posts de este blog. Algunos comentaristas llegan al extremo de atribuirme a mi personalmente no ya la aquiescencia con algunos comentarios o comentaristas más indeseables sino incluso cierto hermanamiento, cuando no que yo mismo estoy usando algún alias para expresar mis deseos más inconfesables (lo cierto es que yo nunca envío comentarios más que con mi propio nombre). En fin, dado que algunas personas están usando el blog para intercambiar información y hay cierta perturbación en esos canales, voy a fijar una serie de parámetros de operación.

En primer lugar, definiré la situación: la mía personal (que también es relevante en lo que aquí se discute), la del blog en particular (cuál es su vocación, aunque eso ya fue discutido), el uso de los comentarios (y su gestión como foro) y cuál será la etiqueta que se tendrá que observar a partir de ahora.

Situación personal: Como norma general no me gusta hablar sobre mi, pero en este caso lo veo necesario para que los que me reprochan pasividad entiendan mejor mi situación.

Soy investigador (Científico Titular, ése es mi cargo) en el Institut de Ciències del Mar (ICM) de Barcelona, sito en esa bella ciudad mediterránea. Por razones familiares, resido en Figueres, pequeña población muy vinculada con el surrealismo y situada a 140 kilómetros al norte de Barcelona. Cada mañana cojo el tren para realizar un trayecto de dos horas (nominalmente un poco menos, pero con los pequeños retrasos habituales acaba siendo dos horas casi exactas) y después otros doce o quince minutos caminando y en metro para llegar a mi lugar de trabajo. Por la tarde, lógicamente, hago el trayecto inverso. Esto hace que me tenga que levantar a las 5:30 de la mañana cada día de diario, y que hasta las 18:30 o más tarde no pueda ver a mi familia. Me he comprado una conexión móvil para poder teletrabajar desde el tren, y con ciertas limitaciones me va bien (con ella estoy escribiendo este post, son ahora las 6:50 de la mañana del lunes 11 de Junio de 2011).


Mi trabajo en el ICM está en la actualidad fuertemente vinculado al SMOS Barcelona Expert Centre (BEC), un laboratorio experto reconocido por la Agencia Espacial Europea (ESA) dedicado al desarrollo de algoritmos para mejorar la obtención de mapas de salinidad superficial del mar y contenido de humedad del suelo con ayuda del satélite SMOS. Ahora mismo soy el secretario del Comité Ejecutivo del BEC, que está formado por siete investigadores senior del Institut de Ciències del Mar, la Unitat de Tecnologia Marina y la Universitat Politècnica de Catalunya, ya que el BEC es una unidad mixta del CSIC (a donde pertenecen tanto el ICM como la UTM) y la UPC. Aparte de mi trabajo como miembro senior del BEC (que me comporta entre 10 y 20 horas de reuniones semanales, dependiendo de la semana) tengo mis propias líneas de investigación y un currículum como investigador en Física de Procesos no Lineales (principalmente Turbulencia) y Análisis de la Señal (principalmente Procesamiento de la Imagen). Mi campo de actividad más intenso ahora es el Procesamiento de Datos de Teledetección (fundamentalmente datos de satélite). Todo esto se puede consultar en mi página web.


Todo lo cual hace que cuando llego a mi trabajo esté enfrascado en una vorágine (quien crea que los funcionarios se tocan las narices debería pasarse un día con nosotros) que muchos días no cesa hasta la hora de marcharme a casa. Algunos días puedo responder algún comentario rápidamente en medio de las horas de trabajo, la mayoría de los días no veo nada hasta que no vuelvo a embarcarme en el tren. En el tren es cuando aprovecho para leer sobre el Oil Crash y escribir los posts. Cuando llego a casa tengo dos niños pequeños de los que encargarme y una mujer que no me ha visto en todo el día, y a pesar de que no voy a dormir pronto al día siguiente tendré que madrugar. Los fines de semana hay mil cosas que hacer, inclusive del trabajo ordinario, pero creo que ya poco estoy con mi familia para robarles aún más tiempo (y a pesar de eso lo hago).


Quede claro, por tanto, que mi disponibilidad de tiempo es muy limitada, y que nadie se ofenda si no contesto a todas las preguntas o abordo todos los temas. Como norma general leo todos los comentarios (gracias a Dios leo rápido) pero no siempre tengo tiempo para contestar con la extensión que se merecen, y si no contesto algo inmediatamente entonces se me pasará hacerlo, dado el ritmo de los acontecimientos.


Situación del blog: Esto ya fue explicado, así que por favor tómense su tiempo y lean la explicación. La misión del blog va variando lentamente con el tiempo, pero de momento es más o menos la misma: compilar la información en un sitio accesible para todo el mundo para que sirva de base para las charlas de concienciación que hacemos desde el Oil Crash Observatory (OCO, nuestra asociación) y para las discusiones en los medios de comunicación en los que ocasionalmente aparecemos. En ese sentido, lo que para mí sería más deseable es que los comentarios aportasen datos adicionales a lo que se ha discutido en el post, y si se fijan yo voy introduciendo comentarios en posts antiguos en los que se reseñan artículos diversos con temas relacionados.


Los lectores del blog, lógicamente, opinan sobre cada artículo y piden aclaraciones, lo cual me parece bien. Algunos hacen preguntas sobre temas diversos, otros solicitan posts, todo lo cual me parece bien. Otros, por su vehemencia o estilo comienzan largas conversaciones y entran en disputas bizantinas con otros comentaristas; esto no me parece mal mientras no medien insultos o descalificaciones. El problema es que en algunas ocasiones (últimamente Fulcanelli, pero en el pasado hubo otros casos) un comentarista insiste e insiste sobre un tema, inundando el blog. Esto dificulta la lectura de comentarios sobre el post del día a los lectores, y muchos comentaristas se quejan de ello (y me imagino que a los lectores silentes tampoco les hace gracia). Dada mi crónica falta de tiempo y el interés en que éste sea un foro libre yo intento actuar mínimamente, pero parece que eso ya no es suficiente.


Una cosa de la que los lectores y comentaristas deberían de ser conscientes, si no lo son ya, es que este blog versa sobre materia muy sensible, y que prácticamente con toda seguridad está siendo “chequeado” (la expresión se la oí a un policía) por los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, del español y de otros. Eso quiere decir que probablemente se está registrando la IP y la localización desde donde Vd. lee los artículos del blog. Si no me cree, entre en la página web del Acorazado Aurora y lea el cartel que George W. Bush sostiene en la columna de la izquierda. Sus datos están siendo registrados y con respeto, suponemos, a la legalidad vigente usted se está retratando cada vez que entra aquí. Tranquilo, no está haciendo nada malo, no está cometiendo ningún delito por querer informarse sobre la crisis energética. Eso sí, vaya con cuidado de no decir barbaridades porque lo del anonimato en Internet es una chufa (hay gente que me ha calificado de ingenuo por revelar desde buen principio mi identidad; siempre me pregunto quién es más ingenuo).



Uso de los comentarios: Algunas personas están usando la sección de comentarios de esta bitácora como un foro, de hecho a veces llamándolo así, foro. Esto no es un foro ni una página web al uso, sino que se parece más a un diario personal. Si buscan foros sobre la crisis energética lo que deben hacer es acudir al lugar apropiado: la página web de Crisis Energética. Allí encontrarán más de 4.000 usuarios registrados y diversas líneas de foro, que además son moderadas por varias personas (al contrario que aquí, ya que ésta es una página personal mantenida por una única y atareada persona). Eso sí, si van allá no entren como un elefante en una cacharrería: hay normas, consulten el mensaje para nuevos usuarios. Por cierto que tendrán que registrarse.



Otros lo están usando para desarrollar largos temas de su interés personal. En tanto que sirva para los fines de este blog no me parece mal, pero si son muy largos el soporte idóneo sería más bien en forma de un post. Como yo estoy bastante ocupado y no soy, ni mucho menos, experto en todos los temas soy receptivo a publicar posts de otras personas, siempre que me parezcan suficientemente interesantes. Algunos comentaristas me reprochan que no ponga un filtro de “calidad mínima exigible”. Yo tal cosa la veo elitista e inadecuada; no publicaré cualquier engendro, ciertamente, pero si un post propuesto expresa con claridad un tema interesante, aún cuando no sea de una gran profundidad técnica, lo publicaré. De algún modo ciertamente esta página es su página, la de los lectores interesados, y creo que uno de los males que hasta ahora ha tenido la difusión del Peak Oil es pecar de un poco elitista, de un poco restringida. Me interesan, y me interesa divulgar, las opiniones de todos. Particularmente son bienvenidos los artículos sobre Transition Towns, permacultura, resiliencia y temas afines, porque son de los que más falta le hacen a este blog.


Finalmente, está habiendo un problema de cortesía con la frecuente aparición de insultos, descalificaciones y juicios de valor sobre otros comentaristas. Esto es completamente inapropiado desde mi punto de vista, pero hasta ahora he dejado hacer entendiendo que todos somos adultos, interviniendo sólo en momentos clave. Pero se está viendo que eso es insuficiente, quizá porque el blog está creciendo mucho: en la actualidad, la media de visitas sobrepasa largamente los 800 en días de diario (y cada semana pasa de 1.000 algún día) y de las 500 en fin de semana. 


Es una crisis de crecimiento, pero el crecimiento, como repetidas veces comentamos aquí, necesita ser ordenado, domeñado. Así pues de manera tentativa establezco las siguientes normas para los comentarios en este blog.



Etiqueta de este blog


Comenzando con el día de hoy las siguientes normas de cortesía para comentar en este blog son de obligado cumplimiento.

  1. No se admite hacer comentarios insultantes y/o vejatorios hacia personas o colectivos (aunque sean banqueros). Se puede reprochar su actitud, argumentando los reproches, pero no procede insultarles de ninguna manera, tan sólo describir los hechos objetivos y que los lectores saquen sus propias conclusiones. Se perseguirá particularmente los insultos y/o descalificaciones, aunque sean sutiles e irónicas, hacia otros comentaristas. El criterio para juzgar la gravedad de los comentarios inapropiados es completamente subjetivo y recae en manos del que esto escribe.
  2. Se pueden hacer comentarios disgresivos del tema del post pero siempre de manera moderada tanto en número de comentarios como en la extensión de los mismos, a no ser que haya una autorización previa del que esto escribe. En la medida de lo posible se ruega a los comentaristas que introduzcan sus comentarios en el post más pertinente, aunque esto último es sólo un ruego o recomendación.
  3. Si un comentarista cree que un determinado tema no tratado podría ser analizado por él en detalle puede proponerme el tema y yo juzgaré si merece la pena, y en su caso le publicaré el post (Nota: Posts son los artículos del blog; lo que Vds. hacen son comentarios a los posts).
  4. Las alusiones personales, ofensivas o no, deberán limitarse. Cuando se vuelvan recurrentes los comentarios podrán discrecionalmente ser censurados.
  5. Un comentario extenso que infrinja las normas arriba mencionadas en una parte del mismo pero que aporte además otras ideas interesantes o pertinentes al debate será borrado en su totalidad. En ese caso se anima al comentarista a hacer la edición que crea más conveniente.
  6. Eventualmente se pueden añadir más artículos a este código de etiqueta, de los cuales serán Vds. avisados en los posts y comentarios, y se consignarán, por completitud, aquí.





La inobservancia de estas normas llevará a que algunos comentarios puedan ser borrados sin previo aviso por el propietario de este blog. Si el comportamiento que originó esta censura persiste se marcarán los comentarios como spam para que el gestor de spam los censure automáticamente (aunque esto no es muy eficaz si el comentarista díscolo va mudando de nick y de IP). Si la situación se hace incontrolable, se cerrarán los comentarios del blog, siendo posible comentar sólo tras registrarse.




Salu2,
AMT

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