Emociones en una balanza, y esbozo de un llamamiento

Queridos lectores,

Me había propuesto sinceramente dejar pasar un tiempo y acabar con el paroxismo de los últimos días, pero la cascada de comentarios que aún se suceden sobre los últimos posts creo que hacen necesario que haga algunas aclaraciones y valoraciones suplementarias, que espero que sean breves. Para agilizar la escritura de este post, contrariamente a mi costumbre no haré ningún enlace. Así también el texto será más convencional y ligero de leer.

Estos últimos días han sido como un tobogán emocional. De entrada con el post sobre qué podemos hacer a nivel individual y muy centrado en el caso de una lectora que reclamaba ayuda; después, la bomba: un post sobre el peor escenario posible (compatible con ciertos condicionantes cuasi-realistas); por último, un post valorando las reacciones al anterior como una manera de discutir las dificultades que tiene el ser humano para gestionar la incertidumbre. Las reacciones que se pueden encontrar en los comentarios de estos días son de lo más diverso, aunque creo que hay un rasgo que las unifica y diferencia del tono habitual de las réplicas y contrarréplicas que se encuentran en este blog: hay mucha emotividad, muchísimas emociones a flor de piel. Después de meses describiendo de manera paciente y machucona, tediosa incluso, los diferentes informes técnicos sobre el estado de las reservas de combustibles fósiles, hemos llegado a un punto de inflexión, y lo que antes era un sosegado y desapasionado discutir, con periódicas expresiones de lógica preocupación, se ha tornado en un torbellino de sentimientos, con sensibilidades agraviadas, otros contrariados, alguno más que declara que no se volverá a manifestar en público y finalmente quien le ve la gracia al último tándem de posts.

Es cierto que hemos cruzado una frontera, cosa que de algún modo ya avisé. He acabado la primera parte del primer ciclo, que es el análisis de las predicciones sobre producción de petróleo, carbón, gas y uranio. Como en cualquier estudio científico, hay algunas certezas (todas estas materias llegarán a su cénit seguro en las próximas décadas y probablemente en los próximos años, si no lo han hecho ya) y muchas incertidumbres. Las menores de éstas últimas son las de carácter geológico-minero, pues la fecha final puede subir o bajar unos años, pero eso no cambia la sustancia de lo que se discute; las mayores incertidumbres, sin embargo, tienen que ver con la respuesta que el sistema económico, y en última instancia la sociedad, dará a los desafíos que se le plantean. Intentar predecir qué pasará es una tarea inútil, ya que el curso de los acontecimientos depende de factores que no pueden modelizarse matemáticamente. Un ejemplo que doy en la presentación, como muestra de una dirección de adaptación: si se suprime la automoción privada por completo (los casi 1.000 millones de coches y camionetas que hay en el mundo) se reduciría en un 25% el consumo de petróleo, y eso nos puede regalar entre 5 y 10 valiosísimos años para hacer la adaptación. Sin embargo, el peor escenario que yo presentaba hace dos posts tiene un sentido per se: mostrar dónde acabaremos si seguimos como si tal cosa, y tiene la misma función ejemplificadora que mostrar dónde irá a parar un vehículo que llega a una curva a toda velocidad y se sale por la recta tangente. Para algunos lectores, es obvio a dónde se va a parar y mostrar tal escenario es obsceno; sin embargo, otros apuntan a que mucha gente no tiene el tiempo o la imaginación de entender a dónde lleva esta trayectoria estúpida, y eso mismo creo yo. Refuerza esa impresión mía algunas de las preguntas y comentarios que he recibido cada vez que termino la presentación “The Oil Crash”; paradigmáticamente, mucha gente se inquieta por pensar qué pasará con los coches sin pararse a pensar primero qué pasará con las personas. Por tanto, mostrar un retrato de la magnitud del tortazo que nos podemos dar es para mí necesario, para no tener que repetirme con “los coches son irrelevantes, lo importante es el mantenimiento de la sociedad y sus personas”.

Por supuesto que esperaba unas reacciones más o menos viscerales al post, y en ese sentido he de agradecer la generosidad y confianza de la gente que abiertamente se ha expresado, porque me han dado la materia prima que necesitaba para construir un alegato en favor de la racionalidad y el sosiego. El comentario de Elisa del otro día también me ha afectado a mí personalmente, porque entre otras cosas me hace profundizar en mis propias contradicciones (como con el buen ojo que la caracteriza me señalaba el otro día mi mujer), y mi inquietud es que cómo se lo tomará la mayoría de la gente cuando el tema del Peak Oil se vuelva de dominio público (lo cual cada día se ve más cerca, teniendo en cuenta las noticias que se van publicando en los diarios británicos y en menor medida en los españoles – La Vanguardia es un ejemplo paradigmático- e incluso los estadounidenses – puedo citar más de media docena de artículos en The Wall Street Journal y The New York Times). El repliegue táctico de Gabriel, que tan activo se mostró estas últimas semanas, me preocupa, ya que siendo el un peakoiler de cierta solera me da la impresión de que está perdiendo la esperanza de convencer a la sociedad. Por otro lado, despertar a la sociedad, movilizar las conciencias, es uno de los objetivos de esta iniciativa (el lema de oilcrash.net es “La urgente necesidad de cobrar consciencia”). Renunciar a divulgar, informar y movilizar es casi aceptar seguir por la línea recta y salirnos en la curva.

Debo hacer aquí dos incisos necesarios. El primero, en respuesta al comentario de Jacobo sobre la excesiva calidad del lenguaje que uso en este blog, que dificulta que se me pueda seguir y hacen mis escritos completamente crípticos al común de los mortales; en suma, mi registro no se adapta bien a mi audiencia. Debo alegar en mi descargo dos motivos que justifican que me exprese como lo hago. La primera, que el objeto de mis ensayos los va a hacer completamente insoportables para mucha gente, no acostumbrada a razonar en términos analíticos; no olvidemos, además, que nuestra sociedad ridiculiza el esfuerzo, sobre todo el intelectual, y ensalza el pasotismo y el desdén. Por tanto, aunque cambie el lenguaje The Oil Crash no será nunca una lectura de masas. Tampoco pretendo que lo sea; como le comentaba ayer a mi amigo PPA por teléfono, TOC es más un manual para profesores que un libro de texto para los alumnos. Y en segundo lugar, creo que un uso cuidado del lenguaje reviste de la seriedad que se requiere los ensayos técnicos, lo cual ayuda a su credibilidad; de alguna manera, un lenguaje formal es la vestimenta adecuada para mi trabajo, del mismo modo que el uso de una ropa adecuada en determinadas ocupaciones ayuda a construir la necesaria imagen de profesionalidad. Por resumir: expresarme de manera coloquial no hará que el público generalmente despreocupado preste atención a estos temas, y sí que me restará credibilidad.

El segundo inciso es sobre mi opinión personal sobre cuál es el curso que seguirá la crisis energética en la que, a mi entender, ya estamos inmersos. A estas alturas creo que debería de estar bastante clara, para cualquiera que lleve algún tiempo siguiendo el blog, pero para lectores como Miuda y quizá otros creo que es importante explicitarla. Yo creo que estamos a tiempo de hacer cambios que nos lleven a una adaptación razonable, aunque al mismo tiempo observo ciertos factores preocupantes que pueden agravar la situación. No tengo una idea clara de qué pasará: mi intuición es que en algún momento del declive que seguramente traerá restricciones en pocos años (2012 como dice Lloyd’s, 2014 como dice ahora ITPOES) se impondrán medidas de contingencia que evitarán un agravamiento continuado de la situación ya que, como ya hemos comentado, los poderes políticos conocen y comprenden la situación. Sin embargo, aún conociéndola, la inercia de los intereses corporativos les mueve a ser demasiado conservadores, apostando como mi amigo Hank a que esta crisis es en el fondo pasajera y de algún modo resoluble por los cauces tradicionales, y eso nos llevará a malgastar un tiempo precioso en mejorar nuestra adaptación. Habrá adaptación, que duda cabe, en muchos casos la que improvise gente como Gabriel, como Hortelano y como tantos otros, y por eso el golpe no será tan catastrófico, pero sin un cambio de la sociedad igualmente puede haber mucho dolor y sufrimiento completamente innecesarios y evitables. En añadidura, no podemos descartar que una sucesión de eventos no-lineales, en este mundo tan interconectado, no desemboque en un proceso de degradación más acelerado de lo deseable; mi preocupación mayor en este momento es que si China entra en recesión dejará de comprar deuda de los EE.UU. y de otros países, como España, y puede desestabilizarlos afectando al comercio mundial, a los beneficios de las empresas, de rebote a la exploración y desarrollo de los campos de petróleo y gas que necesitamos solamente para mantener la producción actual, e inducir así una bajada precipitada, económica y no geológica, de la producción de energía y desencadenando el Oil Crash de manera plena. Ciertamente, tampoco podemos descartar que otros factores también no-lineales produzcan el efecto contrario y el declive sea más gradual. De ahí la necesidad de contar con un buen modelo de gestión de la incertidumbre.

Ya por acabar, la cuestión final es: ok, ya sabemos que las reservas declinan o lo harán en breve, y ya sabemos que si no se hace nada podríamos colapsar. ¿Qué hacemos, pues, cuando resulta que la sola contemplación del Oil Crash repugna al entendimiento y puede asustar a la gente? Pues delante de una noticia negativa, lo importante es saberla presentar de manera positiva, por increíble que parezca. No le ofrezcas a la gente un mundo de terror y desesperación; al contrario, invítala a participar en un proceso constructivo y desafiante, en un reto colectivo comparable a la construcción de las pirámides, por el cual seremos recordados por las generaciones futuras. De igual manera que la sociedad inglesa fue enardecida por los discursos de Churchill llamándoles a resistir hasta la muerte en pro de una Gran Bretaña heroica y mejor, así nosotros hemos de construir un alegato que saque lo mejor de nosotros mismos y de nuestra sociedad, que nos haga luchar por un futuro brillante y más justo.

Señores lectores, recojan las velas de las tempestades emocionales de los últimos días y usen el impulso de ese torbellino para ayudarnos a escribir esa arenga, ese alegato. Yo compilaré los inputs que me den, y espero que el OCO redacte con todo ello una declaración, para que sea su bandera y la de Vds., la de todos nosotros.

Salu2,
AMT

53 comentarios sobre “Emociones en una balanza, y esbozo de un llamamiento

  1. Buenas.

    El lenguaje que utilizas en tus post me parece que es el correcto, aunque es cierto que tus posts son densos y creo que no son aptos para todo el mundo………

    Sea como fuere ánimos, lo importante es despertar reacciones en la gente.

    Saludos.

  2. …tres días sin pasarme por aquí y la que has montado, Antonio. Pues sí que has estado prolífico.

    Sin haber leído todavía los posts anteriores, estoy completamente de acuerdo en que hay que construir ese alegato que, tras sacudir mentes, permita ayudar a dar el siguiente paso: buscar por uno mismo la esperanza que demandaba Elisa.

    Por su condición y carencia tanto de experiencia como de ataduras, la gente joven suele ser la más fácil de movilizar y comprometer con cualquier tipo de causa. Al mismo tiempo parece que la generación actual de jóvenes es la que, salvo excepción, menos ganas de movilizarse tiene de las últimas décadas, quizá por falta de motivo, de ideales o de esperanza. He aquí SU motivo.

    Todas las generaciones de jóvenes quieren cambiar el mundo y cuando crecemos nos apoltronamos en las comodidades y posición que conseguimos. Esta generación NO tiene más remedio que cambiar el mundo. Lo quieran o no, les ha tocado hacerlo y a todos los demás acompañarles en ello.

    Éste es el gran reto de todas las generaciones vivas: construir una nueva sociedad a partir de una nueva mentalidad y valores que eviten que esto vuelva a suceder. No sirve un mero parche que vuelva a posponer el problema. El problema, por más que queramos, no se puede posponer más.

    Tener la oportunidad, aunque sea por imperiosa necesidad, de participar en algo así en mi opinión es enormemente motivador. Debe ser nuestra gran conquista y, si lo hacemos bien, no tendrá parangón con ninguna otra conquista del ser humano.

  3. Hola a todos:
    Yo personalmente tengo muchísimas esperanzas y ganas infinitas de construir algo nuevo.
    Llegué a este blog desde unas inquietudes un poco distintas: la vida, tal y como “está montada” ahora mismo, no me gustaba, no le encontraba ningún sentido. Encuentro que hay una desconexión total de la naturaleza, una ignorancia general de cómo funciona el mundo, los procesos naturales, de dónde vienen las cosas…pertenezco a una generación en la que ya casi nadie tiene pueblo al que volver.
    Estaba bastante harta de ser tratada de ecologista coñazo, odio las etiquetas, sobre todo para nombrar posturas de lógica pura y dura. Por esa razón no suelo sacar estos temas de conversación, he acabado haciendo de mis inquietudes algo totalmente privado, aunque entiendo que eso debe cambiar de alguna forma.

    Aquí he aprendido que, por otras razones mucho menos sentimentales, el mundo va a tener que cambiar, en mayor o menor medida y aunque he estado muy asustada y perdida, en el fondo me alegro de que el ser humano tenga que enfrentarse a las consecuencias del “dejarse llevar”, y que la única forma de sobrevivir va a ser dar un paso atrás, respirar y pensar mejor las cosas, desde una perspectiva más holística.
    Yo estoy aprendiendo muchísimo, al principio no entendía demasiado, ahora entiendo muchas más cosas y sigo mejor las discusiones. Los que no tenemos el nivel debemos subirlo, no al revés, esa es mi opinión.

    Lo que en definitiva quiero decir es que por aquí andamos mucha más gente de la que parece, gente normal con inquietud, pero estamos de oyentes, en silencio, por lo que puede parecer que no estamos. Pero tomamos nota de todo.

    Enhorabuena a todos

  4. @dmc: con tal de que los viejos buenos valores se vuelvan mas populares ya será suficiente. El final de tu comentario, como el de Antonio, generan a uno ganas de galopar en una carga de caballería. De algo tienen que haber servido los años de formacion y el esfuerzo de nuestros padres y abuelos. Nos veremos en las trincheras.

    @AMT: yo estoy totalmente de acuerdo con tu comentario. El problema del pico del petróleo es algo de lo que todo el mundo debiera ser consicente. Cuando hablo del tema con la gente (porque si, yo trato de hablar del tema con la gente) todo el mundo es consciente de que el petróleo se acabara, pero nadie es consciente de que eso muy probablemente ocurrirá en algún momento de SU vida (o mucho antes, según ITPOES, tus fuentes y tu).

    A mi me resulta importantísimo que se abra un debate en los medios sobre este tema, que la gente este enterada y pueda prever ciertas medidas “en caso de incendio”. Como he dicho en mis comentarios, no apuesto por cambios radicales tipo tirarse al monte, ni creo que la sociedad colapsar a, pero si que habrá una larguisima recesión de caballo. Y por cierto, pienso que en algún momento, después de 50, 100 o 200 años habrá otras alternativas al petróleo (pero ese es otro tema y no quiero abrir un frente con esto, porque en todo caso no nos libra de lo que tenemos encima).

    También he comentado cuales son, a mi juicio, esas medidas en las que hay que ir pensando. Tu blog en ese sentido, amigo mío, es un gran recurso preventivo, porque por mi deprisa que vayan desencadenandose los acontecimientos la escala será, como mínimo, de meses, y podremos ir reconociendo la llegada del pico con el materisl que has expuesto en tus posts, lo que nos permitirá tomar medidas mas contundentes llegado el caso.

    Paradójicamente la solución realmente mas efectiva es que el mercado reconociera rápidamente el precio razonable del petróleo (aquí vuelve Hank: el libre mercado puede con todo). Cuanto antes descuente el mercado el pico mas tiempo tendremos para prepararnos. Un precio del barril de 150 $ es un argumento muy persuasivo para ir tomando medidas, mucho mas que cualquier otro argumento dialéctico o regulación gubernamental.

  5. Buen fin de semana a todos y todas (ya veis que trato de empezar el comentario con optimismo). Hace unos días escribí aquí comentando el impacto que me había causado el documental “Collapse”, sobre las andanzas de Michael Ruppert. (Perdona, Gabriel, no respondí a tu comentario sobre el futuro del dinero en nuestra sociedad, pero es un tema también tan complejo e impredecible que cualquier cosa que dijera sería entrar en un debate ciertamente bizantino.)

    Voy a dar mi opinión sobre algunas de las cuestiones que han surgido en los últimos días.
    (1) Sobre la inteligibilidad de este blog: es evidente que Antonio, y más siendo científico, debe contrastar y citar todos los datos que pueda para respaldar sus argumentos, de modo que siempre habrá conceptos y cálculos numéricos complejos. Sin embargo, más allá de que esos datos y conceptos le sirvan para lanzar un pronóstico de futuro y siempre puedan estar sujetos a debate y refutación, algo está muy claro: la idea básica del Peak Oil (y de todos los Peak Everything) es en sí misma lo bastante sencilla como para que la pueda entender cualquier persona capaz de interpretar una simple gráfica. Ya dije en su momento que yo mismo no había profundizado en el tema hasta hace unos meses, y con sólo ver varias gráficas (la campana de Hubbert, el acusado descenso en el descubrimiento de yacimientos y pocas más), junto con la comprensión de hasta qué punto toda la economía depende del petróleo (tampoco creo que sea tan difícil al menos intuirlo), esas dos cosas, digo, me hicieron abrir los ojos como platos. En resumen, que por muy optimista que se sienta uno respecto del avance de las tecnologías u otros factores, la simple conjunción de unas pocas gráficas y datos no excesivamente complejos deben bastar para como mínimo alarmar a cualquier persona sobre lo que pueda suceder en el medio plazo (pongamos 5-10 años). Y eso lo dice un servidor, que no tiene automóvil ni tiene planeado tener hijos; me pone los pelos de punta pensar en unos amigos míos, con dos hijas pequeñas, el trabajo a una hora de coche, etc.

  6. (2) Esto me lleva al tema de la concienciación sobre todo este asunto. Por una parte, a estas alturas parece ya bastante evidente que la mayoría de los principales gobernantes ya están al tanto de los problemas que se pueden avecinar. Es más, algunos de ellos seguramente hace décadas que son conscientes del asunto (en el citado documental, Ruppert aseguraba que las agencias de inteligencia de EE.UU. hace tiempo que lo analizan). Ante ello, durante estos años algunos han actuado con bastante mala fe y atendiendo al beneficio que pudieran sacar, mientras que otros en principio abordan el tema como buenamente pueden (léase Obama, p.ej.), haciendo declaraciones vagas sobre “la excesiva dependencia que tenemos el petróleo”, pero sin plantear abiertamente el tema. ¿Por qué? Está claro que hacerlo sería un shock devastador para las bolsas, que basan buena parte de su dinámica en la ficción de que siempre habrá un crecimiento constante o, al menos, que las recesiones serán temporales (véase si no la gran preocupación actual de los economistas: que haya otra recaída periódica en forma de W; sin embargo, la pata derecha de esa letra se da por descontado que al final subirá como una flecha). En resumen: ir capeando el temporal, poner algunos parches y rezar por que el descenso de producción de petróleo no sea demasiado brusco. (Y en cuanto al mundo empresarial, una parte estará en la inopia, pero me temo que otra parte nada desdeñable está esperando el momento para hacer beneficio: muchos lo hicieron con la burbuja inmobiliaria y de crédito, pero también lo podrán hacer en un contexto claramente regresivo)

    (3) Finalmente, sobre la percepción de la gente. Aunque es evidente que una parte importante de la población no sólo no sabe ni le interesa lo del Peak Oil, sino otros tantos temas políticos, económicos o sociales, sí que hay una cantidad muy considerable de gente que se informa (o cree que se informa). Lo desalentador aquí es la cerrazón de la gran mayoría a investigar sobre el tema del Peak Oil. En mi caso, mi experiencia es negativa: he hablado del tema con personas de todo tipo (de izquierdas y derechas, con y sin dinero, ¡con y sin sensibilidad ecológica!), y las respuestas han sido lo de siempre: “esto es milenarismo”, “se están descubriendo nuevos yacimientos”, “pues nos compraremos un coche eléctrico y ya está”, “construiremos unas cuantas centrales nucleares”, “¡¿me estás diciendo que cambie mi modo de vida con todo lo que he currado para llegar hasta aquí?!”, etc. En fin, lamentable. Tampoco les he pasado un ppt como Antonio, pero la cerrazon es tan grande que al final desisto.

    Resumiendo lo resumido: me gustaría ser optimista y realmente creo que habrá iniciativas muy interesantes en el campo de la “transición”, pero, lamentablemente, mucha gente sigue instalada en la esquizofrenia del “viva la tecnología, abajo los científicos”, que la primera nos lo dará todo y los segundos son unos amargados que, además de chupar del bote y pedir subvenciones, quieren que volvamos a vivir como en la Edad Media (perdona la dureza de la descripción, Antonio, pero es el ambiente que noto a mi alrededor). Así que, por desgracia, algo bastante gordo tendrá que pasar para despertar masivamente las conciencias.

    Saludos.

  7. (2) Esto me lleva al tema de la concienciación sobre todo este asunto. Por una parte, a estas alturas parece ya bastante evidente que la mayoría de los principales gobernantes ya están al tanto de los problemas que se pueden avecinar. Es más, algunos de ellos seguramente hace décadas que son conscientes del asunto (en el citado documental, Ruppert aseguraba que las agencias de inteligencia de EE.UU. hace tiempo que lo analizan). Ante ello, durante estos años algunos han actuado con bastante mala fe y atendiendo al beneficio que pudieran sacar, mientras que otros en principio abordan el tema como buenamente pueden (léase Obama, p.ej.), haciendo declaraciones vagas sobre “la excesiva dependencia que tenemos el petróleo”, pero sin plantear abiertamente el tema. ¿Por qué? Está claro que hacerlo sería un shock devastador para las bolsas, que basan buena parte de su dinámica en la ficción de que siempre habrá un crecimiento constante o, al menos, que las recesiones serán temporales (véase si no la gran preocupación actual de los economistas: que haya otra recaída periódica en forma de W; sin embargo, la pata derecha de esa letra se da por descontado que al final subirá como una flecha). En resumen: ir capeando el temporal, poner algunos parches y rezar por que el descenso de producción de petróleo no sea demasiado brusco. (Y en cuanto al mundo empresarial, una parte estará en la inopia, pero me temo que otra parte nada desdeñable está esperando el momento para hacer beneficio: muchos lo hicieron con la burbuja inmobiliaria y de crédito, pero también lo podrán hacer en un contexto claramente regresivo)

  8. (3) Finalmente, sobre la percepción de la gente. Aunque es evidente que una parte importante de la población no sólo no sabe ni le interesa lo del Peak Oil, sino otros tantos temas políticos, económicos o sociales, sí que hay una cantidad muy considerable de gente que se informa (o cree que se informa). Lo desalentador aquí es la cerrazón de la gran mayoría a investigar sobre el tema del Peak Oil. En mi caso, mi experiencia es negativa: he hablado del tema con personas de todo tipo (de izquierdas y derechas, con y sin dinero, ¡con y sin sensibilidad ecológica!), y las respuestas han sido lo de siempre: “esto es milenarismo”, “se están descubriendo nuevos yacimientos”, “pues nos compraremos un coche eléctrico y ya está”, “construiremos unas cuantas centrales nucleares”, “¡¿me estás diciendo que cambie mi modo de vida con todo lo que he currado para llegar hasta aquí?!”, etc. En fin, lamentable. Tampoco les he pasado un ppt como Antonio, pero la cerrazon es tan grande que al final desisto.

    Resumiendo lo resumido: me gustaría ser optimista y realmente creo que habrá iniciativas muy interesantes en el campo de la “transición”, pero, lamentablemente, mucha gente sigue instalada en la esquizofrenia del “viva la tecnología, abajo los científicos”, que la primera nos lo dará todo y los segundos son unos amargados que, además de chupar del bote y pedir subvenciones, quieren que volvamos a vivir como en la Edad Media (perdona la dureza de la descripción, Antonio, pero es el ambiente que noto a mi alrededor). Así que, por desgracia, algo bastante gordo tendrá que pasar para despertar masivamente las conciencias.

    Saludos.

  9. No pensaba hacer mas comentarios, como dije, pero leer los vertidos en ésta entrada, me han puesto “la piel de gallina y los ojos brillantes”.

    Mis felicitaciones de nuevo a Antonio por todo lo que hace, por que logra sus objetivos.

    Saludos,

    Saludos,

  10. Señor Turiel, permítame decirle que no acabo de ver el sentido práctico de este blog, salvo el entretenimiento intelectual (para usted y para los lectores). Usted mismo tiene claro que el mensaje no va a llegar a la inmensa mayoría de la población. Pretende que sirva como base para una futura arenga que permita a la población afrontar la crisis. Desde mi punto de vista, esa labor la harán por propia iniciativa los políticos de turno cuando se vean forzados por las hechos, y no por por las opiniones minoritarias, usando los canales apropiados, como lo hizo Churchill y como lo ha intentado hacer (con su propio estilo) Rodríguez (alias ZP) ante la actual crisis económica provocada por la burbuja de crédito. Es a lo que se dedican.

    Me parecería mucho más útil si planteara un debate serio y técnicamente fundamentado sobre los cambios que la creciente escasez de combustibles fósiles puede llegar a provocar, contando con los mecanismos reales que se dan en las sociedades y no en una esperanza en la concienciación y un cambio espontáneo de modo de vida basado en argumentos racionales, algo que no se ha dado jamás en la historia de la humanidad. Aunque me parece evidente que este mensaje positivista no es más que una compensación por la provocación propagandística de su artículo anterior.

    Haga ciencia, señor Turiel, y deje la propaganda a los políticos, no les va a ganar en su terreno.

  11. @Hank, como sabes solemos estar de acuerdo bastante a menudo, aunque intento forzar el punto de vista incluyendo mis propias dudas.

    Como ya dije, lo único cierto respecto al futuro inmediato es la incertidumbre, y por ello de momento me parece legítima cualquier postura, esperar y ver e incluso no hacer nada. Tú comentabas que te estabas planteando la instalación de un sistema solar térmico para protegerte frente a altas subidas del gas e, incluso, si me permites la expresión, “sacar tajada” entrando en el negocio energético. Esas posturas no sólo me parecen respetables sino que puedo compartirlas de algún modo.

    Sin embargo, en mi opinión, eso solo es mirar al corto plazo y al propio pescuezo. Esa actitud puede servir para mantener ciertas comodidades individualmente durante el inicio del declive de forma que ganemos tiempo tanto para adaptarnos como, sobre todo, para tomar consciencia, reflexionar y actuar.

    En el largo plazo sí hay más certezas. Yo, con un hijo de tres años, no puedo permitirme mirar sólo con un horizonte a diez años, ni aunque estuviese convencido como tú de que no habrá colapso social.

    En mi opinión las medidas que propones van encaminadas a salir del paso y, en el mejor de los casos, dejar a otra generación el problema.

    Como ya digo, también tengo mis dudas sobre qué pasos hay que dar y hacia dónde debemos dirigirnos. Estoy en proceso de digerir todo esto y, tras una fase de agobio inicial, he conseguido mantener la calma para reflexionar más fríamente.

    Ganar tiempo es el primer objetivo y creo que el libre mercado ayudará a ello, pero de momento lo único que tengo claro es que los cambios sociales serán profundos e ineludibles. El tiempo ganado debe servir para que todos podamos ser conscientes y sumarnos al debate y, con suerte, educar a alguna generación con nuevos valores que deben ir mas allá de la recuperación de los de nuestros abuelos, eliminando, como mínimo, el antropocentrismo (en esto creo que no estarás de acuerdo), que impera en la cultura occidental desde mucho antes .

  12. De todos los comentarios, me disculpen los comentaristas pero sólo responderé al anónimo. Del resto, deciros que estoy muy contento con los temas que se debaten y que me alegra que AJ haya dado el paso de comentar, además que su experiencia es ilustrativa.

    Querido comunicante anónimo,
    La función primera de este blog es presentar de manera elocuente y bien referenciada cuál es la situación actual; si ha leído los post antiguos entenderá que hemos acabo un primer ciclo, el de los combustibles no renovables, a falta de futuros análisis más específicos (sobre arenas bituminosas, minas de petróleo, etc).

    Nadie puede saber cómo reaccionará la sociedad en frente de la crisis energética, así que el curso que se seguirá no se puede predecir científicamente, ni tan siquiera con un intervalo de confianza razonable. Se puede poner cotas a lo que se puede conseguir, y poco más.

    Este blog es, forzosamente, propaganda. Lo comencé a regañadientes, animado por Quim y otros amigos. Hace 11 años que conozco el problema del Peak Oil y hasta el año pasado lo había tratado como, como dice Vd., “divertimento” intelectual. Es decir, lo había compartido con familiares y amigos y me preocupaba cada vez más, pero estaba convencido de que nuestros líderes políticos tenían algún as en la manga. Ahora sé que no es así, y que el único plan es aguantar tanto como se pueda, y después ir improvisando (y si no entiende de lo que hablo, quizá debería releer mis posts anteriores con cuidado; pista: búsquese un buen diccionario de catalán).

  13. (sigue)
    El trabajo que estoy haciendo actualmente, con el OCO, las conferencias y este blog es, forzosamente, político, pero político en el sentido propio del término (no “partidista”, que es la acepción que comúnmente se le da en España a esta palabra). Es decir, se habla de la “polis”, la ciudad, la nación; cómo se organiza y cómo se debería de organizar. En este caso, para poder salir adelante. Ciertamente, nuestros líderes políticos no están, como les correspondería, liderando este proceso. Delante de eso, quedan dos opciones. Una, comerse los cojones con la angustia y rezar para que “lo que venga” sea lo menos malo posible. Dos, dar un paso adelante e intentar hacer algo para cambiar. No se equivoque: no tengo ninguna aspiración personal; de hecho, pensar en un “Partido del Peak Oil” es un sarcasmo: ¿quién va a comprar tal producto?. Por si no lo sabe, para mí el Peak Oil es un inmenso dolor de cabeza que me aleja de la actividad que realmente me gusta, y que es el análisis de los fluidos turbulentos, que es mi especialidad. Solamente que sabiendo lo que está pasando centrarme en la belleza de los remolinos y la autoorganización de los sistemas multifractales me parece una frivolidad (aunque es lo que hago durante mi jornada laboral, pues para eso me pagan). Y lo que me pasa es también que veo a mi hija de 3 años y tengo miedo por ella; y después de mucho dudar, durante años, esperando que alguien haga algo he pensado que, total, mi vida no merece tanto la pena y si me estrello, pues bueno, en el fondo qué más da; pero por lo menos habré intentado que las cosas cambien. ¿Que no lo conseguiré? Seguramente, pero lo habré intentado.Yo hago lo que puedo; compilo información y la organizo, pero creo que se debe ir más allá para que todo esto no se quede en un, como dice Vd., divertimento intelectual. De ahí las charlas, de ahí los contactos con los políticos, de ahí las próximas rondas de entrevistas con alcaldes.

    ¿Y Vd.? ¿Qué ha hecho Vd.? ¿Qué sabe, en qué puede ayudar? Si tiene algo, por favor compártalo. Esto es tarea de todos.

    Salu2.

  14. Hola:
    Descubrí esta bitácora hace unos días y quería en primer lugar felicitar a su autor por su trabajo y a los lectores por sus comentarios. El nivel es muy alto. Las entradas están muy trabajadas y documentadas (y siempre me maravillo de la capacidad que tienen algunas personas para hacer esto en sus ratos libres).
    El tema del pico del petróleo ya lo conocía y pasé mis malos ratos que más o menos he superado con algunas dosis de tecnooptimismo y cierta fe en la capacidad de adaptación del ser human. Creo eso sí que tendremos una época con muchas dificultades y que habrá cambios en nuestra forma de estar en el mundo (aunque esto tampoco debería asustarnos pues los cambios no han parado de sucederse cada vez a mayor velocidad a partir del nacimiento de la ciencia moderna y el abandono del sistema socio-político de la Edad Media).
    En mi opinión el tema del pico del petróleo sí que es tratado en los medios de comunicación lo que ocurre es que se queda mayoritariamente en su vertiente “algún día nos quedaremos sin petróleo” (aseveración que si se trata correctamente debe ser alejada sustancialmente en el tiempo) o bien en su vertiente “en unos años se alcanzara la máxima producción de petróleo y esto causará un impacto en la economía”. Dar por hecho que la potencia de ese impacto es evidente en si mismo, que consiste en el fracaso del actual sistema económico mundial, que esto es un hecho conocido por la elite dirigente y que justamente es este mensaje el que debería ser informado por los medios de comunicación (cosa que no se haría por temor al pánico de la población y/o los mercados) es el fallo en el que creo que incurren las personas que hacer lo posible por ser las alarmas que alerten a la sociedad de la grave amenaza del declive de los recursos energéticos que son el motor de nuestras sociedades tecnificadas. Y es que la gravedad de la amenaza es opinable. Ciertamente las escuelas económicas actuales no lo ven como un problema (y buena parte de la sociedad va a tomar en consideración sus argumentaciones) y en general estoy convencido de que la mayor parte de la población cree que puede solucionarse a base de energía nuclear (y en caso de estar en contra de la energía nuclear pensar que la solución estaría en las energías renovables). Es necesario llegar a convencerse de que esta barrera de contención no servirá para que el problema se presente en todo su dramatismo. En mi caso mi estabilidad psicológica pende de la observación del gran despilfarro energético de nuestra sociedad (podemos vivir muy dignamente con una reducción sustancial de nuestros consumos energéticos) y de considerar el enorme potencial de la energía solar. Como mis conocimientos de economía son muy flojos no termino de valorar la gravedad de que el PIB mundial se estanque o se reduzca (sí, seremos todos más pobres y no nos va a gustar pero en general vivimos muy por encima de nuestras necesidades básicas).

  15. Hola, comunicante “inquietud”:

    El sistema capitalista se basa en el crecimiento exponencial. Sin crecimiento no hay inversión, sin inversión muchas empresas no pueden funcionar, sin empresas el paro aumenta, cuando el paro crece el consumo baja y se realimenta todo el ciclo. Con el agravante de que para mantener el insumo energético (sólo para mantenerlo, no para aumentarlo, ojo) se debe invertir mucho dinero en exploración y desarrollo de nuevos pozos y minas, para compensar el decaimiento de los que ya están produciendo y pasados su pico. Todos estos temas han sido tratados en algún momento en el blog; le aconsejo que lea el post “Digamos alto y claro, esta crisis no acabará nunca“.

    La energía solar tiene un enorme potencial, el cual ni en nuestros mejores sueños servirá para cubrir más que un escasísimo porcentaje de las necesidades de la sociedad industrial. Aún se ha de discutir aquí, pero si quiere eche un vistazo a este artículo de Crisis Energética: “Helios y Eolo: modernos dioses tecno-ecológicos

    Salu2.

  16. Espuela del comentario de inquietud: El País, en su línea habitual, tontea con el tema del Peak Oil, lo dice sin decir, lo explica y lo descalifica sumariamente, aunque deja una puerta abierta a la inquietud, por si acaso: “ Los ‘apocalípticos’ de la recesión se hacen guionistas. Por si acaso, sabiendo que hay no pocos peakoilers mariposeando alrededor de El País, a esta hora de la mañana el artículo está cerrado a comentarios.

    Salu2.

  17. Eso ya lo decía mi abuela: “no te fíes de las mujeres que fuman y te tratan de tú”. Pues sí, ahora resulta que el principal argumento sobre la credibilidad de alguien es que fume o se ponga a llorar.

  18. Por cierto, ¿alguien tiene una explicación al hecho de que en España (supongo que lo mismo pasa en Sudámerica) no haya prácticamente libros publicados sobre este tema? Si alguien se da una vuelta por amazon.com verá la cantidad de los que hay, media docena muy buenos y otros muchos también nada desdeñables. Aquí, en cambio, el libro de Heinberg, publicado además por una pequeña editorial de Huesca dedicada ¡al montañismo y el senderismo!

    ¿Falta de cultura científica? ¿Cuestión de política editorial?

  19. …jajaja, el artículo es genial. Más que lo de fumar o llorar, más gracioso aún es que digan que, tras acertar en el estallido de la burbuja y los rescates bancarios, la credibilidad de Ruppert queda en entredicho por proponer la acumulación de semillas para cultivar huertos… ¡al mimsmo tiempo que su siguiente predicción sobre la caída de la Reserva Federal no les suscita comentario alguno!

    no veo que ese artículo explique nada de nada, ni siquiera que haya sido una pretendida insinuación consciente al peak oil, sólo un relleno más del periodo estival a mitad de personal.

  20. Antonio:
    Gracias por responder.
    Soy seguidor habitual de la web crisisenergetica y he leido el estupendo trabajo de Pedro. Es posible que tengamos oportunidad de debatir sobre él pero posiblemente se salga un poco del tema ahora y quiero releerlo antes de dar algunas opiniones.
    En cuanto al tema del sistema capitalista, si lo que deseas es convencerme de que el crecimiento indefinido es inviable no hace falta que te esfuerzes porque ya estoy convencido. Lo que ya no tengo tan claro es que dicho crecimiento indefinido sea consustancial al sistema capitalista. Más bien lo veo consustancial al crecimiento demográfico y al ansia humana por el progreso material.

  21. Hola, Inquieto (es que calificarte de “inquietud” es medio raro):

    El capitalismo necesita crecimiento, y porcentual, lo que quiere decir exponencial. Esto es bien conocido desde los tiempos de Keynes y nadie lo niega, ni la Escuela de Chicago. Si tienes dudas, echa un vistazo al Acorazado Aurora. Por otro lado, el crecimiento exponencial no es consustancial a ningún otro sistema económico conocido hasta ahora. También es bien conocido, en realidad.

    Salu2.

  22. Por raro que resulte y por razones que no vienen al caso “Inquietud” es la identificación que suelo utilizar en los foros de internet en los que participo (y en alguno de ellos viene al pelo). Pero vamos que no tengo problema en identificarme con la denominación más tradicional coincidente con mi nombre de pila que es Luis.
    Yo es que no termino de pillarle el punto al tema del crecimiento. Para mí es evidente la imposibilidad del crecimiento económico indefinido y que ya están operando factores limitantes del crecimiento. Pero lo que no entiendo es por que se tiene que ir todo al carajo si no hay crecimiento. El sistema económico tendra que adaptarse a un sistema de crecimiento 0 (o incluso de crecimiento en unas regiones y decrecimiento en otras). Es posible que este haciendo mal y no esté comprendiendo esta parte del problema pero a mí lo que me interesa es saber si haciendo una foto fija de la situación mundial en este instante es técnica y económicamente viable una sustitución por fuentes energéticas de caracter renovable. Yo no sé si es posible o no pero lo que sí tengo claro que no tiene solución es que las energías renovables financien crecimiento económico. Mantener los consumos actuales ya supone suficiente reto.
    Dicho lo anterior parece ser que las mayores dificultades se presentarian en los siguientes puntos:
    -Rentabilidad energética de las diversas tecnologías de captación (la dichosa TRE).
    -Límitaciones en materias primas (tanto en los sistemas de captación como en los sistemas de transmisión) y especialmente en el caso de elementos raros y escasos.
    -Ocupación de territorio.
    Por supuesto la reducción de consumos energéticos y el aumento de eficiencia también son necesarios pero tiene que ser una reducción real. No sirve de nada gastar menos en un punto si luego la liberación de recursos se utiliza para gastar más en otro sitio (si creo que sería admisible un equilibramiento de consumo per capita entre las diversas zonas del planeta).

  23. Hola, Luis:

    La necesidad de crecimiento exponencial viene dada por la estructura financiera de nuestra sociedad. Todas las empresas grandes y medianas, e incluso alguna de las pequeñas, necesitan de financiación ajena para funcionar. A mucha gente de la calle esto le puede parecer chocante, porque la idea que se tiene de una empresa es la mercería de la esquina, pero la realidad es que si quieres ser competitivo tienes que tener una producción mínima asegurada y otra serie de requisitos que te obligan a funcionar con el soporte financiero de algún banco (esto seguro que Hank estará encantando de explicártelo). Ahora bien, el banco no te financiará si no tiene un retorno mayor, en un cierto porcentaje, de la cantidad invertida.

    El capital acumulado a lo largo de la historia es ingente. Este capital necesita imperiosamente estarse reinvirtiendo siempre, porque si no la inflación y otros factores mina su valor. Eso hace que se busquen oportunidades de inversión hasta debajo de las piedras, y se acabe invirtiendo en basuras como las Collateralized Debt Obligations asociadas a las infaustas sub-prime. También, eso fuerza a que el sistema productivo esté sobre-dimensionado. Y el que se baja y no quiere jugar a este juego queda rápidamente excluido del mercado por factores diversos (falta de capacidad productiva, insuficiente cuota de mercado, retorno interno de la inversión, etc). Esencialmente, el apalancamiento (leverage) le mete anabolizantes al sistema productivo, de manera inevitable

  24. Hasta ahora, las crisis de capitalismo provenían del hecho de que no se tenía una capacidad de consumo para el exceso de capacidad productiva. Entonces, se reajustaba la capacidad productiva, se pasaban unos meses o años en crisis, y al cabo de cierto rato se seguía la fiesta como sin nada. De aquí viene el énfasis de nuestra sociedad en el consumo, ya que es la manera de mantener nuestro modelo productivo, hiperactivo a causa del exceso de inyección de capital (vía apalancamiento).

    Esta crisis es diferente. Ahora el problema es la falta de materias primas, principalmente energéticas pero también de las demás. Por tanto, el análisis habitual (readaptamos la capacidad productiva, sufrimos unos añitos hasta que el consumo vuelva a crecer y re-arrancamos) no funciona y no funcionará. Se entra en un proceso que a mí a lo que me recuerda es a una aptosis: la retroalimentación funciona en sentido inverso al habitual. Así, el capital ve que invertir tiene un riesgo mayor que nunca de perderlo todo, y se invierte menos y más selectivamente, en valores percibidos como más seguros. Como consecuencia, el sistema productivo se vuelve aún más sobredimensionado dada su capacidad de financiarse; no consigue redimensionarse lo suficiente y a pesar de echar a la gente, los costes fijos acaban por descapitalizar las empresas y destruirlas; añádase a eso que muchas veces los propietarios perciben que valen más los activos de la empresa que su capacidad productiva prevista, y la liquidan (e.g., venden todo lo que tiene algún valor: máquinas, mesas, sillas, ordenadores, etc).

  25. La caída en masa de las empresas introduce nuevos riesgos de quiebra en el sistema; empresas que hace seis meses eran perfectamente solventes y fiables acaban volviéndose insolventes porque sus clientes no les pagan. Al final, se produce una quiebra en cascada, que se va propagando por todo el sistema productivo, más rápida o más lentamente. Ésta es la situación actual. Eso lleva a una mayor parálisis de la inversión, por aversión al riesgo le dicen, y un agravamiento del problema.

    Como todo está pensado y dimensionado para otro tamaño, las administraciones públicas no recaudan suficiente dinero por los impuestos que ya no pagan las empresas que ya no existen y los trabajadores que ya no tienen renta para hacer el IRPF. Las administraciones se endeudan y les cuesta cada vez más cubrir los servicios que antes se entendía que eran básicos (basura y agua son dos buenos ejemplos). Además, el crecimiento del número de parados añade más carga económica al Estado, y la Seguridad Social disminuye su recaudación. La única solución es redimensionar el Estado, disminuyendo las prestaciones, pero esto es altamente impopular y políticamente suicida. Se van tomando medidas pero no al ritmo adecuado, y al final algunas administraciones suspenden pagos (alguien me ha dicho que de aquí a final de año 1000 ayuntamientos podrían suspender pagos). Eso hace que más empresas, proveedoras de los ayuntamientos y demás administraciones, quiebren a su vez, etc, etc.

    Al final, se crea una situación retroalimentada de colapso creciente. Es vital detenerlo, porque si no las consecuencias para la sociedad serían explosivas. Aunque sólo hay una manera de hacerlo. ¿Cuál es? Leer el Acorazado Aurora (aviso a los novatos: yo soy AMT, el Comandante es ATM).

    Por tanto, el efecto de la crisis económica, si continúa agravándose, tiene un potencial destructivo inmenso. En cuanto a que el estado estacionario de economía al que deberíamos tender es de crecimiento cero, eso lo sabemos todos. La cuestión es cómo llegar a él, sobre todo partiendo de donde partimos. Y está lejos de ser una cuestión trivial.

    Salu2.

  26. Evidentemente el alegato “Churchiliano” que comentas, actualmente son las energias alternativas. Y punto.
    Nadie quiere oir que en realidad es: energias alternativas + cambio en los niveles o forma de vida, que habran cambios irreversibles en las relaciones sociales, internacionales etc y que los buenos tiempos del derroche se acabaran para siempre

  27. “pues nos compraremos un coche eléctrico y ya está”

    En efecto, y si le añades un coche con “una fuente de energia” de hidrogeno lo cuadras. La irracionalidad que hay detras de tales frases es abrumadora.

  28. @Inquietud. Al igual que tú, estoy convencido de que es posible mantener un sistema de crecimiento cero que permanezca estable en el tiempo, la lógica así lo dicta y no es difícil imaginárselo desde el punto de vista teórico.

    Es más, una vez que asumes que el crecimiento no es viable indefinidamente, la lógica aún más simple te dice que éste tendrá necesariamente que pararse en algún momento, lo queramos o no (otra cosa es si se para en crecimiento cero o la inflexión continúa por la pendiente negativa, que es la opción más probable).

    Por tanto, debe ser posible, aunque partiendo de donde estamos las consecuencias económicas de ello, como ya ha explicado de manera excelente Antonio, serían traumáticas y habría que realizar el ejercicio de madurez de asumirlas a priori con el fin de evitar males mayores.

    En ese sentido, lo que no tengo tan claro es que podamos pasar de la actual mentalidad de crecimiento indefinido (que, por cierto, no creo que sea producto del capitalismo per se sino quizá a la inversa e intrínseca al ser humano) a la de permanente estabilidad de manera voluntaria, es decir, sin ser forzados por acontecimientos dramáticos previos, lo que nos dejará menos margen para evitar más drama.

    Otro tema es lo que comentas sobre si es posible mantener la situación mundial en este instante(*) mediante la sustitución por fuentes energéticas, no ya de carácter renovable, sino, simplemente, sin petróleo (conservando incluso el resto de combustibles fósiles). De partida la respuesta es, simplemente NO (tienes a tu disposición toda la serie de análisis que ha realizado Antonio sobre este tema y, en inglés, el extenso análisis que Richard Heinberg realiza de todas las fuentes de energía y sus posibles mixes alternativos en su “Searching for a miracle”).

    Si ya era difícil asumir un crecimiento cero, este punto complica lo anterior sobremanera, pues no se trata de quedarnos donde estamos sino de dar unos cuantos (muchos quizá) pasos atrás y asumir un decrecimiento hasta encontrarnos con ese punto de estabilidad.

    Reconocer esto hoy y ponernos a ello supone renunciar a nuestros propios instintos de tener y acaparar (no necesariamente al capitalismo, que es una herramienta, aunque si se cae por el camino, tampoco debemos rasgarnos las vestiduras) y redefinir el significado del progreso en otros términos, supone repensar ese sistema futuro y asumir las consecuencias del proceso de abandono del actual, asumiendo también las consecuencias de la situación que hemos creado en cuanto a población y posibles males irreversibles desde el punto de vista medioambiental y de agotamiento de recursos.

    Los hechos parecen inevitables y lo único que puede ser cuestionable su acaecimiento temporal y, en todo caso, preverlo con el fin de saber si estamos (las generaciones vivas) a salvo de ello o no, sólo demuestra el egoísmo y la irresponsabilidad de los que hacemos gala como especie, o bien el miedo natural a un cambio de tan magna envergadura.

    Si superamos esa fase, debemos decidir entre pilotar la situación de manera ordenada o dejar que las cosas sucedan. Aquí es donde se mezclan los deseos con la realidad y surgen todas las dudas en la capacidad e inteligencia del ser humano.

    (*) otro tema distinto pero que también lo complica es si todo el mundo estaría de acuerdo en mantener la situación como está hoy. desde nuestra perspectiva occidental acomodada parece un buen plan, quizá a unos más que a otros, pero los más de 1000 millones de personas que pasan hambre y 4000 más que viven en la pobreza no sé si estarían de acuerdo en “quedarnos como estamos”.

  29. p.d. en relación a estos últimos comentarios, recomiendo este artículo (en inglés) del mencionado Richard Heinberg que trata precisamente sobre los límites del crecimiento, su final y una introducción a cómo deberíamos afrontar la situación derivada de ello.

    Beyond the Limits to Growth, de Richard Heinberg

  30. Jaime:
    Comparto tu idea acerca de que la mentalidad de crecimiento indefinido no sea producto del capitalismo per se sino más bien del ser humano. De hecho diría incluso que es producto de la propia naturaleza de todos los seres vivos que se expandiran indefinidamente mientras no haya factores limitantes (la diferencia en el caso del ser humano es que mediante su ingenio ha expendido sus límites hasta el punto de poner en riesgo la propia biosfera y por nuestro propio interés deberíamos autolimitarnos). No se si podria entenderse el capitalismo como la más perfeccionada palanca para expandir los limites del desarrollo material humano (reconociendo eso sí que finalmente esta palanca debe chocar con los límites físicos).
    Creo deducir que en tu opinión el punto de crecimiento cero no puede darse con el grado de desarrollo actual y debería previamente producirse un descenso en el grado de actividad humana y que la situación traumática vendría más por el decrecimiento forzado que por encontrar la forma de mantener un equilibrio.
    Aunque he hablado de hacer una foto en el momento actual es obvio que se trataría de una grave injusticia con los pueblos históricamente menos desarrollados. Mis palabras deberían entenderse en el sentido de lograr una redistribución de recursos energéticos (implicando una reducción de consumos de los países que más consumen). El consumo energético actual del planeta debería ser suficiente para que la toda la población actual pudiera vivir en condiciones muy dignas y ya sabemos de sobra que resultaría insostenible extrapolar el consumo energético de los paises más derrochadores al resto del planeta.
    En mi opinión es un reto mantener el consumo actual de energía, un reto mucho mayor reemplazar la energía de origen fosil por otro tipo de energías y lo que ya es irresoluble completamente es tratar de igualar los consumos energéticos per capita a de los mayores consumidores y lograr un crecimiento económico mundial indefinido.
    Supongo que en un momento dado se debatirá en está página sobre la potencialidad y las expectativas de una transición de la utilización de energías fósiles a energías alternativas pero en mi caso trataré de defender el argumento de que pueden sostener nuestar sociedad tecnológica en equilibrío pero no que puedan sustentar un crecimiento indefinido.

  31. Quería plantear el siguiente caso práctico.
    Supongamos que soy propietario de un local comercial y se lo alquilo a una persona que desea montar una peluquería. A más de uno le puede parecer injusto que yo obtenga un beneficio de ese local esperando sentado en mi sofá mientras que el pobre inquilino tiene que sacar adelante su negocio con su esfuerzo sobre la cabezas de sus clientes pero lo cierto es que ambos salimos beneficiados de ese acuerto siempre y cuando no exija una renta abusiva (al inquilino le evito la barrera de entrada que supondría tener que adquirir el local en propiedad y además se evita atarse a una propiedad concreta en caso de que prospere, desee cambiar de ubicación o decida dedicarse a otra cosa). Lo que me imagino que nadie se plantea es que debería permitirle usar el local gratuitamente. Si aceptamos la propiedad privada me parece que es lógico y razonable aceptar la obtención de un beneficio de esa propiedad.
    Planteado el caso, ¿alguien me puede explicad cual es la diferencia sustancial entre alquilar un local comercial y “alquilar” dinero a cambio de un beneficio?
    ¿El problema está en que existe una diferencia sustancial entre esas dos cosas? ¿o en que el capitalismo a gran escala es sustancialmente diferente al capitalismo de pequeña escala? ¿o acaso es que el capitalismo esta disparatadamente fuera control?

  32. Luis, sin duda ése es un tema para el Acorazado Aurora. El Comandante volverá de aquí unos días y continuará escribiendo allí (donde está ahora no tiene internet). En todo caso te recomiendo que te leas los posts antiguos, y los comentarios, y seguramente encontrarás respuestas a muchas de las preguntas que aquí te planteas.

    Salu2.

  33. @Inquietud, ciertamente, la expansión es inherente a todas las especies, aunque siempre con la finalidad de garantizar la supervivencia de la especie, si bien previamente otras ya se han visto y se ven regularmente en la tesitura de sobreexplotar su hábitat forzando su diezmado o, incluso, autoextinción. Supongo que la naturaleza funciona así. Hay muchos expertos en ecología por aquí como Quim que nos pueden dar una visión más amplia.

    La diferencia es que nosotros, además de que podemos acabar con el hábitat de todas las especies, supuestamente, somos la única que posee la capacidad intelectual de detectarlo antes de darse de bruces contra ello. Lo que no sé es si poseemos la capacidad intelectual de evitarlo, pues exige de un esfuerzo de autocontención que, como bien dices, puede ir contra la naturaleza propia de cualquier especie.

    La transición que comentas ya ha salido a debate y parece que no se trata de mantener el consumo total energético actual sino de reducirlo enormemente primero, de vivir con mucho menos. La redistribución es otro tema aparte que tiene más que ver con la justicia social que con los límites del planeta.

    Así pues, la primera cuestión que planteaba es si realmente estamos dispuestos a asumir esa reducción, aunque fuese proporcional a lo que cada uno consume ahora.

    Sobre el otro tema que planteas, el capitalismo puro y duro, a mí no me tienes que convencer y quizá me has entendido mal. Es más, soy partidario de no convertir esto en una lucha entre socialismo y capitalismo y trabajar con lo que hay centrándonos en lo importante, si bien tu discurso va más en línea con la discusión del blog “hermano” de este, el Acorazado Aurora, donde puedes ver gran cantidad de discusiones conmigo mismo y Hank defendiendo lo que tú defiendes frente al Comandante, autor del blog.

  34. Hola Inquietud(luis), creo que la diferencia entre alquilar el local y alquilar dinero consiste en que el local es un objeto real, y el dinero que prestan los bancos es totalmente virtual. Solo un pequeño porcentaje del dinero que prestan es dinero de los depósitos, el resto se crea de la nada en el mismo momento en que se presta. Asi que el equivalente seria que tu le alquilaras un local soñado a tu peluquera, es bonito para un cuento, pero no se si tu peluquera estará por pagarte la renta.

  35. Retomando el hilo de un comentario de Hank Rearden: “el mercado puede con todo … un precio del barril de 150 $ es un argumento muy persuasivo para ir tomando medidas”, y enlazándolo con los últimos comentarios. No dudo que una situación como la descrita por HR podría ser un estímulo para que las empresas y los gobiernos reaccionaran y modificaran su modo de funcionar. Sin embargo (aparte de que, en mi opinión, ni siquiera así habría un reconocimiento explícito del tema; tal vez habría que esperar a la tercera, la que va a la vencida), y teniendo en cuenta el sesgo furtemente liberal que predomina en el ámbito de la economía, una de las “soluciones mágicas” desde el gobierno podría ser una rebaja autómatica y tajante de los impuestos sobre los hidrocarburos. Vaya, una aplicación a TODOS los hidrocarburos de una medida de la que ya disfrutan los carburantes de aviación, que están exentos de impuestos. ¿No creéis que eso sería echar fuego al incendio? El Estado no sólo dejaría de ingresar por todo lo expuesto por Antonio, sino que también dejaría de recaudar esa parte (tampoco sé exactamente de qué cantidad se trataría), con lo que el problema con los parados, las pensiones, la sanidad y un largo etcétera se agravaría más aún.

    Digo todo esto porque, poniéndome un poco conspiranoico (ya veis con mis comentarios que a veces me da por ahí), no sé hasta qué punto la situación que ya se está dando ahora, de tira y afloja entre el Estado y el sector privado con temas como la reforma laboral, el recorte de pensiones, el del sueldo de los funcionarios, etc., es la antesala de un futuro que algunos ya tienen perfectamente en cuenta: el pastel indefectiblemente va a ir menguando, y aquí, quien no corre vuela (vamos, que es mejor ir preparando ya el terreno para cuando la vaca pase de flaca a anoréxica).

    Saludos

  36. @Carles: esto te lo explicara mejor un economista que yo, pero la bajada de impuestos sobre un producto suele llevar a que el productor incremente su margen, absorbiendo esa bajada. De hecho los gobiernos tasan determinados productos para hacer menos atractivo su consumo, y bajarlos tendria el efecto contrario.

    Con todo no creo que sea descartable, si el precio del crudo subiera muchisimo, pero en una situacion tan extrema creo mas logico que recurran a su racionamiento.

  37. Respecto del crecimiento exponencial, yo no tengo aun un criterio bien formado sobre el tema, a parte de que, como he dicho en algun comentario a algun post anterior, el crecimiento NO es exponencial. En determinadas fases del ciclo economico lo es, y si esa fase dura demasiado acaba reventando en una crisis (porque la economia real no crece al mismo ritmo), pero si se toman escalas de tiempo mas amplias, que abarquen varios ciclos economicos, no tenemos un crecimiento exponencial.

    No estoy persuadido de que el crecimiento sea consutancial a la economia capitalista. Hombre,si la poblacion crece, debe crecer la economia, sino malo. Por otro lado la economia no solamente son productos. Pensamos en la economia solo en terminos de bienes naturales que procesamos, y esto es lo que nos lleva a decir que tiene que haber un limite fisico. Pero en realidad hay mucho de intangible, incluso algunos activos intangibles se incluyen en los balances de las empresas (menos de los que habria que meter). ¿Que es un programa de ordenador?, ¿que es un profesional competente, en comparacion con un incompetente?, ¿que es un ambiente laboral sano en comparacion con un ambiente lamentable?, ¿que es una organizacion eficiente frente al caos?, ¿que es esto que tenemos ahora mismo en nuestess manos?. ¿Estas cosas tienen limite?, solo el de nuestro intelecto. (vale, Antonio, tu ganas, el mio ests mjy limitadito, pero hay que considerar el de los miles de millones de seres humanos)

    Es cierto que el comportamiento de muchos agentes economicos tiende a que exista ese crecimiento exponencial. ¡Resulta que muchos queremos hacernos inmensamente ricos de la noche a la mañana!, eso si, para luego no dar un palo al agua, asi que si lo miras bien incluso en la escala de tiempo adecuada (una vida) tampoco se da ese crecimiento.

    Por otra parte espero que AMT no tenga razon es su teoria (y la de otros) sobre que las causas de la crisis tengan su origen en que hemos llegado a varios limites. Si esto fuese asi, nos encontrariamos ante un hecho muy singular (en nuestra era), aunque varias veces profetizado anteriormente (y demostrado erroneo). Si no es asi, esta sera una crisis muy grave de la que acabaremos saliendo.

  38. Soy el primer anónimo al que respondió, cosa que le agradezco. Mi crítica no pretendía ser destructiva, pero reconozco que es fruto de cierta decepción. Cuando aterricé en su blog ya conocía muchos de los materiales que usted presenta, de los que ya hay múltiples fuentes para el que se quiera informar. Esperaba encontrar algo distinto.

    Conseguir mantener contactos con responsables públicos para hablarles del tema me parece en sí un logro notable. Pero usted debe ser consciente del resultado que tendrán esas reuniones: una vez se despidan amablemente, el Excelentísimo señor Alcalde volverá a concentrarse en cómo diablos va a pagar el mes que viene la nómina de sus empleados y las facturas que adeuda, y no volverá a pensar en los problemas del encarecimiento de la energía… Hasta que no le quede otro remedio. Los políticos (especialmente los españoles), son como esos artistas de circo que mantienen girando un montón de platos sobre unas varillas. Sólo corren hacia el que está a punto de caer, pero sin perder demasiado de vista el que más les preocupa: el plato de las próximas elecciones.

    Usted sabe perfectamente cual es la labor primaria de la ciencia ante un problema nuevo: crear un MODELO que incorpore la información disponible (por poca que sea). Eso es exactamente lo que nadie parece estar haciendo con realismo y solvencia, y es precisamente lo que resulta imprescindible para minimizar el impacto de una crisis energética. Cuando los alcaldes se encuentren con el problema en sus calles (tanto da si se presenta en 2012, 2015 ó 2030), probablemente se acuerden de usted y le llamen, no para preguntarle por el EROEI de las arenas bituminosas del Canadá, sino sobre qué pueden hacer para dar urgentemente seguridad y alimento a sus ciudadanos. Y para dar cualquier consejo de actuación ante una situación nueva se necesita un modelo, por pobre y limitado que sea (o incluso completamente equivocado). Vea el caso del IPCC. El poder predictivo de los modelos climáticos está por demostrar, pero se usan para recomendar políticas.

    Obviamente, no es tarea para una persona ni para una única disciplina. Trate de crear un debate con especialistas adecuados: economistas (en plural, de distintas ideologías, o “escuelas” como ellos las llaman), ingenieros agrónomos… O trate de convencer a algún responsable político de la necesidad de crear un “grupo de sabios” que estudien el tema (de forma que no implique invertir demasiado dinero o no conseguirá nada). Yo sólo le puedo aportar, tal vez, un punto de vista un poco más pragmático (mi formación es muy similar a la suya).

    Saludos

    P.D. Algunos comentarios de los lectores me sorprenden un poco. @Hank_Rearden, el crecimiento de las economías capitalistas no responde al crecimiento poblacional. Es justamente al revés en economías “jóvenes”.

  39. @Hank, estoy de acuerdo en que hay mucho de intangible en la economía o, mejor dicho, mucha actividad económica que no dilapida recursos naturales de manera proporcional y que, por tanto, por la vía de los servicios se da un margen mayor al crecimiento que, aún así, acabaría topándose con su límite.

    Si me apuras, podríamos igualmente aceptar dentro del sistema económico que todos esos intangibles que comentas se reflejen en los balances y valorarnos como nos pareciera oportuno e incluso reflejar en el PIB el incremento de valor de esos activos (aunque, ¿estarías dispuesto a pagar impuestos por ello? 😉 de forma que en la práctica rompiésemos cualquier límite dando vía libre al crecimiento infinito. Pero, ¿eso no sería como hacernos trampas al solitario?

    Nuestro convenio puede aceptar lo que queramos convenir pero eso no cambia la naturaleza finita de los recursos.

    Por otra parte, ya que hablamos de balances, ¿no deberíamos también meter en los balances de las empresas la amortización de recursos naturales finitos empleados en el ejercicio de su actividad y derivadas (desplazamientos de trabajadores al centro de trabajo, etc.) y no simplemente contabilizarlos como un coste de pago único?

    Dado que estos recursos son finitos y nos pertenecen a todos o, cuando menos, todos tenemos derecho a acceder a ellos, no parece muy justo que alguien comprometa actividades futuras consumiendo recursos en exceso sin pagar por ello. Siempre hay, cuando menos, un coste de oportunidad en el empleo de esos recursos que no se refleja en ninguna parte y ésta es una externalidad que pagamos todos (generaciones presentes y futuras) pero que va a parar únicamente al beneficio del que la consume en el momento que la consume.

    En cuanto a la consustancialidad del crecimiento en el actual sistema económico, ¿no se fijan las empresas objetivos en términos de crecimiento porcentual? Es más, ¿no se marcan al mismo tiempo objetivos de crecimiento del propio porcentaje de crecimiento? Más aún, ¿no medimos fundamentalmente el éxito de la política económica de un Gobierno en función del crecimiento porcentual del PIB? ¿no consideramos a su vez un fracaso que el propio porcentaje de crecimiento no crezca y nos congratulamos de ser “la locomotora” económica cuando éste es superior al porcentaje de crecimiento de los demás?

    Seguramente la curva del crecimiento no dibuja una exponencial perfecta pero no será por falta de intentos. Ponemos toda la carne en el asador para que así sea e incluso forzamos la máquina para dibujar una exponencial exagerada con un porcentaje de crecimiento también creciente.

    Si no podemos soportar la idea de dejar de crecer, estoy de acuerdo en que hace falta una redefinición del concepto “crecimiento”, pero en cualquier caso, no hablaríamos del mismo tipo de crecimiento actual sino de una especie de anestesia para satisfacer nuestros instintos primarios.

    Pero antes que el crecimiento, lo que en realidad nos debería interesar es la “prosperidad” de nuestras sociedades y deberíamos emplear distintos índices al margen del crecimiento económico para medirla. Sinceramente hemos asociado prosperidad a crecimiento económico por ser el camino más fácil para medirlo, pero por el camino se nos ha olvidado lo que realmente queríamos medir y nos hemos entregado a incrementar el índice de medida desligado del objeto de la medición.

  40. @Kefr: Sé cuál es la labor de la ciencia, y lo que yo pretendo hacer va más allá de eso. Efectivamente el enfoque tiene que ser integral, contando con especialistas de otras disciplinas, y en eso estamos (bueno, el OCO), aunque somos pocos y vamos siempre muy cargados. Si Vd. quiere ayudar…

    Por otro lado, crear un comité de sabios sirve de poco de cara a hablar con altas instancias del Estado: ellos ya tienen quién les asesore y ya saben de sobra cuál es el problema. Aquí el objetivo es dirigirnos al estrato inferior, el de los Ayuntamientos. Y no presuponga lo que le vamos a decir a los alcaldes; evidentemente ir con un rollo: “se acaba la energía, mira qué mal” es completamente inútil. Tenemos una estrategia de comunicación pensada, imperfecta sin duda, que iremos puliendo a base de cabezazos. Cuando salgamos de la primera reunión de este tipo Quim o yo (o los dos) haremos un post de resumen explicando cómo fue y qué se ha podido sacar en claro (y qué seguimiento se hace de lo que se hable).

    Este blog, y ya lo he comentado varias veces, tiene una función sobre todo divulgativa. Yo no investigo en temas de energía, así que no puedo innovar en esas cuestiones. Sí que puedo aportar una cierta capacidad de comprensión de temas técnicos para trasladarlos aquí, cierta capacidad de análisis para explicar qué significan determinados hechos (e.g., el último post sobre la energía neta) y traducir del inglés material preparado por otros. Mis principales fuentes de información, como las de cualquiera que esté en esto, son The Oil Drum y Energy Bulletin, y lo que a partir de ellos consigo sacar, estirando del hilo. No espere, por tanto, nada innovador aquí. Por otro lado, no sé qué cree que se puede innovar con los análisis (si hasta el 90% de lo que se publica se solapa, son habas contadas lo que hay aquí).

    Por último, y volviendo a su comentario inicial, siento su decepción, pero vistas las reacciones es evidente que hacía falta una bofetada para despejar tantas tonterías como fue el post “El peor escenario posible“. A Vd. quizá le sobra, por obsceno, pero creo que a otros les falta.

    Salu2.

  41. @Hank: Mira que eres pesadito con lo del crecimiento exponencial, no lo quieres entender. A ver: el sistema capitalista, para funcionar bien, necesita un crecimiento exponencial. Como tal cosa no es posible (normalmente por falta de capacidad de consumo, como está explicado arriba, y ahora por falta de materias), cíclicamente ha sufrido crisis, para adaptarse al ritmo posible de crecimiento del consumo y de la extracción de materias. Dado que el crecimiento del consumo y de la extracción de materias primas ha sido prácticamente exponencial, con algunas bajadas y subidas, pero de ritmo más lento que el que necesita el sistema financiero, la gráfica real de un indicador económico típico es una curva con tendencia creciente muy rápida y con abollones. Por otro lado, ningún otro sistema económico es esencialmente exponencial. Señores, déjense de chorradas: todo eso es BIEN CONOCIDO, NO LO NIEGAN NI LOS NEOCONS MÁS ORTODOXOS, ESTÁ BIEN ENTENDIDO. Opinar está bien, empecinarse es cansino. Hay que leer más para dar más y mejores argumentos; de otra manera, esto acaban siendo florilegios, y por rellenar el post con el mismo comentario mil veces no se tiene más razón. El que tenga dudas, por favor, que se lea el Acorazado Aurora de cabo a rabo antes de volver a cuestionar lo mismo. E, insisto, la necesidad de crecer exponencialmente (que no la capacidad, esa la determinan los límites naturales) es propia, Y EXCLUSIVA, del capitalismo.

    Por otro lado, vuelves a la carga, de manera elíptica, con que “The Limits to Growth” estaba equivocado. Desgraciadamente, no lo estaba. “The Limits to Growth” decía, mostrándolo con un modelo numérico, que el crecimiento indefinido no era posible porque el planeta tiene límites y que empecinarse a ello sólo podría llevarnos a la debacle. Contrariamente a lo que afirman sus detractores, no daba fechas concretas, pero para desprestigiarlo se sacaron de contexto frases para dar fechas precisas de encarecimiento de materias primas y luego denunciar que no se habían cumplido para desacreditar el trabajo. Es el mismo tipo de sumaria estupidez que me encuentro a menudo cuando comento en algún foro y alguien salta con “Bah, hace treinta años dijeron que el petróleo se acabaría en treinta años y ahora dicen que falta aún otros treinta, y seguro que cuando pasen otros treinta dirán igual”. Cuando leo esto, me encantaría que el atorrante de marras me aclarase quién dijo eso y cuándo lo dijo. La respuesta es fácil: nadie lo dijo. Los expertos hablan de cénit de producción, no de agotamiento. Y Hubbert estimó en 1972 que el pico mundial sería en 2000, Campbell y Lahèrre en 1998 estimaron que sería en 2005, como al final parece que así ha sido. Pero lo que se repite, interesadamente en los medios, es esta versión de chichinabo para desacreditar, para ocultar la verdad.

    SAlu2.

  42. Creo que debatir sobre el capitalismo y su intrínseca necesidad o no de crecimiento exponencial nos aleja del tema y, sobre todo, de la idea original del post sobre el que estamos comentando.

    Así pues, sin ánimo de seguir dando la lata con el crecimiento (exponencial o no), sus límites y el susodicho libro “Limits to Growth”, sino con intención de aportar información sobre éste, incluyo un enlace a un artículo de 2008 que compara las predicciones del libro con la realidad de 30 años e incluye comentarios sobre la polémica desacreditación que comenta Antonio completamente en línea con lo dicho por él:

    A Comparison of “The Limits to Growth” with Thirty Years of Reality (Graham Turner, 2008 / CSIRO)

    Para quien como yo no haya tenido la oportunidad de leer el libro directamente, este artículo en su parte inicial resume perfectamente el objeto del libro, el modelo de análisis utilizado, las variables empleadas y los distintos escenarios que simularon para después comparar los datos reales con cada uno de esos escenarios incluyendo todo lujo de detalles, tablas y gráficas.

    Los tres escenarios que modelaron son: 1) seguir tal cual; 2) ir resolviendo los problemas que vayan sucediendo con soluciones puramente tecnológicas y 3)un escenario de estabilidad en el que se consigue el equilibrio de las variables clave mediante la aplicación tanto de soluciones tecnológicas como de políticas activas con ese objetivo (por supuesto, no es su intención ni dice las políticas a aplicar, se limita a estabilizar las variables que provocan el desbordamiento).

    Según la simulación que realizaron, que alcanza hasta el año 2100, los dos primeros escenarios conducen al colapso, uno a mediados del siglo XXI y otro a mediados-finales la segunda mitad del siglo, pero sólo como resultado de su simulación.

    Contrariamente a lo que parece ser la creencia general, el objetivo del libro no era dar predicciones de nada sino sólo presentar las conclusiones de la simulación de los tres escenarios sin dar por sentado que ninguno de ellos fuese a ser el real, de hecho, parece que la realidad es una mezcla entre el primer y segundo escenario, si bien los datos reales sobre la gráfica nos acercan más al primer escenario que al segundo.

    La conclusión clave del libro era, como dice Antonio que el crecimiento indefinido nos lleva al colapso. Da igual la fecha y daría igual que tomásemos como previsiones lo que no lo son y se hubiesen equivocado en 10, 20 o 30 años… la conclusión sería la misma.

    Lo curioso es que la mayoría de los artículos que han desacreditado el libro por incumplirse las supuestas previsiones, que ni eran tales y además sí se están cumpliendo, se basan en una falacia tal como que según el libro el mundo habría colapsado en el año 2000 cuando un simple vistazo a las gráficas muestra que, incluso hoy y en todos los escenarios analizados, estaríamos en un contexto de crecimiento y los primeros síntomas inequívocos de colapso sólo se verían en el peor escenario hacia 2025-2030.

    Siento la chapa, aunque espero que los datos sean de utilidad para alguien.

    @Antonio, si lo veis de interés, podríais incluir este artículo como referencia desde oilcrash.net para futuras polémicas sobre el asunto.

  43. @AMT: solamente te voy a dar la razon en uns cosa,enque estamos derivando peligrosamente hacia el Acorazado, pero se ve que es que tenemos mono y tu blog esta haciendo de interino.

    Respecto de lo ultimo que dices, bueno cusndo hice ese comentsrio me referia mas a lo de finanles del XIX con el carbon. Ha habido otros Jeremias en la historia, no solo el Club de Roma, y si al FINAL tendran razon, el sol se expandira y engullira la tierra, y se acabara todo. Al final, todos muertos, como diria El Comandante (pero en otro contexto).

    El crecimiento. Vamos a la microeconomia, porque en la macro me pierdo. Yo en el año 0 produzco unos bienes. Si ayuda para algo, dire que los valoro en 100.000 € (es que soy cojonudo), pero si va a servir para abrir un frente monetsario lo retiro y no cuantifico las cosas en pasta!. El decrecimiento vendria a decir que al año siguiente produciria los mismos bienes o menos (es decir, por valor <= 100.000 €). En fin, si fuese tonto, o memo, o incompetente, me conformaria con eso. Lo normal es que al año siguiente produzca mas, ¿porque?, porque he ganado conocimiento, he ganado experiencia, quizas incluso el primer año he acabado fabricsndo un util que me va a permitir al año siguiente hacer mas y mejor. En fin que existe una cosa llamads “curva de aprendizaje”, y que todos aprendemos a hacer mas cosas y mejor. Exactito que el conocimiento cientifico. Uno se apoya sobre los hombros de los demas (o del progreso anterior de uno mismo). El crecimiento no es, ni mas ni menos que una consecuencia natural de este patron basico y elemental. No me cabe en la cabeza que esto se pueda discutir. Lo que ocurre es que se parte de una premisa, de un paradigma que igual convendria revisar, que es el de “no hay mas cera que la que hay”. Dicho de otra manera, por mucho que te esfuerces y aprendas a hacer las cosas mas deprisa y mejor, de donde no hay, no se puede sacar. Ya. Pero resulta que la historia demuestra que si.

  44. Dos cosas dos.

    1.- No confundir patrimonio con crecimiento económico; el patrimonio puede crecer en una economía estacionaria. Continuamente se nos está haciendo creer que lo ideal es crecer el PIB, pero eso quiere decir crecer la producción, lo cual implica crecer el consumo, cada vez tener más, cada vez consumir más. Como existe el riesgo de saturar la capacidad de consumo, los bienes de consumo que se producen son cada vez peores para que los tengas que substituir continuamente. Esto es antinatural, es una aberración, no tiene nada que ver con lo que se hacía hace dos siglos. Por otro lado, evidentemente la mejora de los medios de producción aumenta la producción de bienes, al tiempo que disminuye su valor económico. ¿Paradójico, verdad? Pues no, por definición. “La economía es la ciencia de gestión de los recursos escasos”. A medida que un bien se vuelve abundante se vuelve no económico, y hay legión de ejemplos de ello en la Historia. Imagino que todo esto puede sorprender a más de uno; hay que estudiar más…

    2.-Tira el iPad, parece como si tuvieras Alzheimer.

    Salu2.

  45. Un resumen del artículo de arriba:

    – el objetivo del libro “Limits to Growth” explícitamente no era hacer predicciones sino una simulación proyectando hasta 2100 la evolución de una serie de variables tales como población, alimentos disponibles, producción industrial, agotamiento de recursos no renovables, polución,…

    – se modelaron tres escenarios distintos: 1) seguir tal cual; 2) ir resolviendo los problemas que vayan sucediendo con soluciones puramente tecnológicas y 3)un escenario de estabilidad fijando a priori la evolución que deberían tener las variables clave para conseguirlo.

    – El libro no da por sentado que ninguno de estos escenarios fuese a ser el real, es decir, NO predice NADA. Más de 30 años después la realidad parece ser una mezcla entre los dos primeros.

    – Según la simulación que realizaron los dos primeros escenarios conducen al colapso, uno a mediados del siglo XXI y otro a mediados-finales la segunda mitad del siglo, pero sólo como resultado de su simulación con sus condiciones de partida.

    – Sólo el tercer escenario, por definición, salva la situación y dado que la aplicación únicamente de de soluciones tecnológicas no es suficiente, requiere de políticas activas con ese objetivo cuya propuesta, por supuesto, no es intención del libro.

    – Por tanto, la conclusión clave del libro era, como dice Antonio que el crecimiento indefinido nos lleva al colapso. Da igual la fecha y daría igual que tomásemos como previsiones lo que no lo son y se hubiesen equivocado en 10, 20 o 30 años… la conclusión sería la misma.

    – La comparación de los datos reales nos acerca demasiado bien al primer escenario.

    – Curiosamente todos los escenarios presentan un fuerte crecimiento de 2000 a 2020 y no es sino a partir de 2025 que se observarían los inequívocos síntomas de colapso en el peor de los escenarios. A pesar de ello, los principales argumentos para desacreditar el libro han sido que la previsión de colapso aún no se ha cumplido (sic!).

    p.d. después de 2100 los recursos no renovables siguen sin ser renovables, así que ni en el mundo estabilizado se puede seguir, obviamente, siendo dependientes ad infinitum de ellos, por tanto alcanzar la resiliencia plena seguiría siendo un reto de futuras generaciones y lo mejor que podemos hacer para ayudarles es no complicarles más las cosas para que puedan aguantar hasta unos pocos miles de millones antes de que el sol engulla la Tierra.

  46. (susurrando) Como hay tantos comentarios voy a ver si soy capaz de pasar desapercibido y decir la ultima palabra.

    No, no, y no estoy de acuerdo con la imposibilidad del crecimiento (sostenible, para quedar bien).

    Y cuando comente lo de las anteriores predicciones que no se cumplieron, no me referia al Club de Roma, pero ya puestos … Yo sigo con lo mio, los recursos naturales no son lo verdaderamente importante (a largo plazo), solo el factor humano, es decir las utilidades que seamos capaces de extraer de “las piedras”. Ese es nuestro unico problema en realidad.

    PD: si, la pantalla tactil me provoca muchos errores tipograficos.

  47. @Hank, ya se sabe que es imposible pasar desapercibido aquí, pero siempre te quedará hueco para una última palabra.

    Tiene gracia que seis meses después esté escribiendo casi lo mismo que las primeras veces que escribí.

    Comparto la idea de que, en realidad, no queremos los recursos por sí mismos sino por el servicio que nos proporcionan, es decir, lo que queremos es mover un coche, calentar la casa, etcétera, y no un frasco de gasoil en el salón o un saco de carbón en el trastero (quizá el oro es la excepción 😉

    Por tanto el margen para la sustituibilidad y la eficiencia es muy alto. Por ejemplo, podemos sustituir mover el coche por lo que en realidad queremos, que es desplazarnos y hacerlo de otra forma más eficiente energéticamente hablando, e incluso más, porque si lo que realmente queremos es “ver” y hablar con alguien, no es necesario que nos desplacemos,… tampoco queremos calentar la casa sino no pasar frío y un simple jersey de lana puede ayudar a reducir el consumo, etcétera.

    Todo esto son ejemplos simples que eliminan parte del despilfarro al que nos hemos acostumbrado sin renunciar al servicio que queríamos obtener del consumo energético. Pero la sustituibilidad y la eficiencia tendrán, igualmente, un límite en las cosas que no se pueden evitar. Por ejemplo, mover una tonelada de patatas desde el campo hasta los consumidores tiene un coste energético. Podemos mover a las patatas o a las personas, pero en el momento de la ingestión ambas deben encontrarse en el mismo lugar físico.

    Para el crecimiento económico mejor aún pues podemos inventarnos lo queramos y valorarlo como nos parezca oportuno, “virtualizar” todo lo que se pueda, especializarnos al máximo y prestarnos servicios recíprocos de forma que sumemos múltiples transacciones que, a fin de cuentas, es lo que se hace para calcular el PIB, con lo que el límite de ese crecimiento sólo estará en la imaginación del ser humano. Por ejemplo: yo te configuro el iPad por 1000€, tú me cambias una bombilla por 1000€; PIB +2000 ; tú y yo tal cual (menos impuestos 😉

    Desde luego, esto no es lo que hacemos hoy y el crecimiento está más vinculado a “tener más cosas” con el consiguiente consumo de recursos, así que, cuando menos, habría que redefinir el concepto e incluso llegar a hacernos trampas en el solitario.

    Sin embargo, para el crecimiento “físico”, por llamarlo de alguna manera, hay límites, sin ningún género de duda, nos pongamos como nos pongamos. El crecimiento físico sería el de la población y sus necesidades básicas asociadas: agua, comida, un techo, un mínimo de ropa, un mínimo de energía… y aquí no hay “sostenibilidad” que valga, crecer es crecer y a la larga no es sostenible y el término empieza a ser peligroso por distractor de mentes y adormecedor de conciencias.

    Creo que históricamente la cuestión siempre se ha pospuesto por encontrarse los límites lejanos y no porque estos no existan, por más que las nuevas corrientes del pensamiento en estos últimos siglos y nuestro optimismo tecnológico nos hayan hecho creer lo contrario. Aún con reactores de fusión disponibles y energía virtualmente infinita el crecimiento físico no es sostenible a largo plazo.

    Ahora podemos hacer tres cosas: seguir pensando que los límites están lejos y no hacer nada, pensar que están cerca y hacer algo o, incluso, seguir pensando que están lejos y hacer algo para evitar tener que pasar de cien a cero de golpe.

  48. Hank:
    ¿Y en lo que seamos capaces de extraer de “las piedras” no tendran algo que decir las piedras?
    Por otra parte y aunque sea difícil de precisar la creatividad humana y nuestra capacidad para gestionar el conocimiento también tiene un límite o al menos esta sujeta a la ley de retornos decrecientes.
    Finalmente, aunque admitieramos como hipótesis que somos capaces de sortear la aparición de factores limitantes (y creo que es una evidencia que tenemos factores limitantes muy próximos en el tiempo) el crecimiento económico hasta el momento va asociado a un incremento del consumo de recursos energéticos y materiales y por lo tanto supone una major presión sobre la biosfera por lo habra que tener la prudencia de no llegar al punto de sobreexplotacíón insostenible… (suponiendo que no hayamos llegado ya).

  49. Ya me temía yo que no iba a ser fácil decir la última palabra.

    @dmc: la verdad es que es muy dificil cambiar nuestra opinión sobre cosas fundamentales que uno tiene muy interiorizadas desde hace mucho tiempo. A veces parece imposible convencer o ser convencido de según que cosas.

    Si, soy optimista tecnológico, pero no creo en la magia ni en los milagros. Reconozco el riesgo de que no tengamos la tecnología cuando la necesitemos (que es lo que aparenta ser el caso). Tengo sin embargo fe en que a través de la biotecnología podamos llegar a sintetizar fuel, o seamos capaces de alterar las propiedades de materiales comunes para convertirnos en especiales a través de la nanotecnología, o en que en algún momento será viable la fusión. Pero me temo que faltan decadas para ello, y no dispongamos de ellas a tiempo.

    También comparto muchas de las cosas que se dicen aqui sobre el consumismo etc. Pero creo que será el mercado el que ponga las cosas en su sitio. En ese sentido espero que la crisis energética que vamos a vivir sirva para racionalizar nuestra forma de vida. Esa capacidad de adaptacion, organización, de cambio de valores o patrones de comportamiento la incluyo también dentro del factor humano, no solo la tecnología

  50. @Inquietud: pues no, las piedras tienen la fea costumbre de no decir nada. Alguna vez he cogido alguna caracola en la arena y me la he acercado a la oreja, porque dicen que se oye el mar, pero yo no he oido nada.

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