>El peor escenario posible

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Queridos lectores,

Durante los últimos meses hemos discutido sobre la evolución de los recursos energéticos no renovables, analizando los picos del petróleo, gas, uranio y carbón. Como se ha visto, hay cierta disparidad e incertidumbre sobre el momento preciso en que se producirán los cénits de producción de estas diversas materias, a pesar de que parece cada día más evidente que estamos hablando de años antes que de décadas. Sin embargo, amparándose en esta incertidumbre y dado lo incómodo de las consecuencias previsibles, hay una tendencia a dar un bajo perfil de estas noticias en los medios de comunicación convencionales (a pesar del gran impacto que tendrán en nuestras vidas) y en las manifestaciones políticas públicas, a pesar de reconocer en privado su posible inminencia y su gran impacto societario (ver también los comentarios de Alfonso Guerra en el Foro de las Ciudades, en Marzo de este mismo año).

En algún momento tenemos que ser sinceros con nosotros mismos; no podemos seguir jugando a continuar nuestra vida como si tal cosa, viviendo bien todo lo que se pueda, y posponer la toma de decisiones duras pero necesarias para adaptarnos a un escenario de escasez. Hacer esto simplemente nos acerca más a una transición de fase brusca y caótica, de tanto en cuanto que nuestra sociedad es una red compleja en la que la acumulación de sobrecargas sólo puede acabar como una avalancha caótica de desorganización (para los que quieran saber más sobre redes complejas y transiciones de fase les recomiendo que se lean el trabajo de Ricard Solé). En ese sentido, enfatizar los riesgos y exigir desde ahora mismo que se tomen medidas es necesario, pues el estado final de la sociedad después de esta escasez que se avecina dependerá de cómo nos hayamos preparado para ella. Y aunque el escenario temporal es más o menos incierto, cada vez hay más indicios que apuntan a que nos quedan meses en vez de años; quien tenga estómago, paciencia y un buen conocimiento de la lengua inglesa que lea los demoledores análisis de Stoneleigh en The Automatic Earth (y por cierto que el currículo de esta señora es impresionante; escuchen el inicio de una reciente charla de su gira europea – ¿Para cuándo España?).

He aquí el sentido del análisis que haré hoy: mostrar qué es lo peor que puede pasar si nos mantenemos pasivos suponiendo que los que están al cargo están haciendo las cosas de manera lógica y correcta pero, como ya se mostró con la crisis de las hipotecas subprime, en realidad no sea así. Lo que ahora sigue NO es lo que va a pasar, pero sí que pasará si actuamos siguiendo el paradigma del Bussines as Usual (Negocios como siempre) al que, aparentemente, estamos abocados, y si en presencia de los innumerables signos de que debemos cambiar no lo hacemos. Analizaré dos factores por separado: por un lado, cuál es el peor escenario posible sobre la llegada del cénit de los diferentes combustibles fósiles; por el otro lado, cuál es el peor escenario posible de reacción ante estos hechos. La primera parte tan sólo intentará mostrar que el momento de la verdad puede ser mucho más próximo de lo que algunos creen; en todo caso, ese momento llegará, aunque fuera más tarde (aunque como veremos, todo apunta a que los escenarios más probables son los más cercanos en el tiempo). En la segunda parte se intenta demostrar cómo la adopción de políticas equivocadas sólo agravarán y acelerarán el desastre; en parte quiero con ello que si en el futuro se implementan estas políticas y los desastres se suceden, los lectores de este blog puedan alzar su voz argumentadamente en contra de estas decisiones.
Analicemos primero los diversos cénits:

  • Petróleo: Ya se ha discutido aquí que a día de hoy todo indica que se ha superado el cenit del petróleo, de manera práctica o factual. La extracción de petróleo crudo está en declive desde 2005, lo cual se agrava con la disminución de la exportación de los países exportadores al aumentar su consumo propio (la más alarmante de estas tendencias es la de Arabia Saudita ya que el reino saudí es lo único que amortigua el descenso de producción de crudo). Con biocombustibles y el aporte de las arenas bituminosas y los GLP el pico es, de momento, Julio de 2008, igualmente ya pasado. Pero mirando más con detalle los diferentes aportes, las cosas pintan mal. Los biocombustibles de origen vegetal tienen un rendimiento nulo o negativo, y en realidad la biomasa de cualquier tipo no podrá nunca cubrir el enorme hueco de los combustibles fósiles, incluyendo las algas; para los optimistas les recomiendo leer el apartado “Algal biomass” del enlace anterior y los resultados del programa estadounidense Aquatic Species Program que duró nada menos que 18 años, de 1978 a 1996. En cuanto a las arenas bituminosas de Canadá, hay un montón de estudios que muestran que su producción jamás pasará de los 2 millones de barriles diarios (mb/d), lejos de los 4 mb/d que se pretenden para 2020 (y que en todo caso serían insuficientes), aunque ya discutiremos estos estudios en un post futuro.
  • Gas: Como ya discutimos, a efectos de Europa los problemas de escasez pueden comenzar tan pronto como en 2015, aunque se prevé que este mismo invierno pueda haber cortes de gas en Europa, en línea con los actuales problemas de Argentina. La explotación incipiente de gas de pizarra en Polonia no parece que pueda resolver este escasez, dada la problemática de este tipo de explotación que fue discutida aquí en su día.
  • Uranio: Dentro del peor escenario posible discutido aquí y faltando el subsidio necesario del petróleo para la extracción de los filones de menor riqueza, la producción de uranio llegará a su cénit en 2015. Además, es previsible que haya escasez de uranio antes de 2013, debido al agotamiento de las fuentes secundarias.
  • Carbón: Un artículo recientemente aparecido en la revista científica Energy indica que el máximo en volumen de extracción de carbón será el año que viene, 2011 (el contexto del enlace anterior tiene su coña, porque valoran la noticia de manera positiva, ya que implica que los escenarios de emisiones de CO2 del IPCC están exagerados). Esto confirma otros estudios anteriores que indicaban que el cénit de la energía extraída del carbón fue en 2000 (ya que hay carbones de diversos tipos y los más energéticos son los que ya están más explotados y agotados). [Fe de erratas (16 de Agosto de 2011): En realidad el artículo de Patzek et al citado arriba dice que el cenit de energía del carbón es en 2011 y en volumen sería hacia 2025].

Por hacer un resumen de la situación, tenemos pues que en este escenario el pico del petróleo fue en 2008, el pico del gas en 2015, el del carbón en 2000 (si miramos a su energía) o 2011 (si miramos a su volumen) y el del uranio sería en 2015, con problemas ya desde 2013 por la falta de reservas secundarias. Todo esto casa bastante bien con una tesis reciente de la Universidad de Newcastle, Australia, en la que se analiza la energía neta aportada por petróleo, carbón y gas bajo tres escenarios de reservas oficialmente aceptadas (bajas, medias y altas) y tres modelos económicos límite (con oferta y demanda acoplados, desacoplados y parcialmente acoplados). El estudio es bastante exhaustivo con datos de las diversas regiones; puede verse un resumen de sus conclusiones en esta reseña de Energy Bulletin. Baste decir en el peor de los casos, el pico de la energía conjunta de esos tres combustibles (petróleo, gas y carbón) sería entre 2012 y 2013. Los más optimistas sin duda se acogerán a que con el mejor caso posible (grandes reservas, acoplamiento perfecto de oferta y demanda) el pico sería en 2029. Esto no es tan bueno como podría parecer por diversos motivos. Primero, porque en el estudio no se analiza el coste de pasar de un combustible a otro cuando el primero escasea, el cual es tan ingente que puede ser no rentable (e.g. usar gas en todas las calderas de gasoil, cambiar los motores de los coches para usar gas, transformar carbón en petróleo con gran pérdida energética); en éste estudio sólo se pretende dar cotas superiores pero en la realidad éstas serán más bajas. Segundo, porque hay una tendencia histórica a sobreestimar las reservas por motivos económicos y societarios: ya vimos cómo Noruega se vio obligada a reconocer que exageraba sus reservas de gas, y cómo los EE.UU. y Francia hicieron estimaciones exageradas del uranio finalmente recuperable que se desmoronaron rápidamente una vez pasado el pico (con la crueldad añadida de que las curvas de producción del uranio suelen ser muy asimétricas, con un rápido descenso después del cenit). En cuanto al petróleo, el Daily Telegraph publicaba en Marzo que Sir David King, ex-científico jefe del Gobierno Británico afirma que las reservas mundiales están exageradas en un 33%… Tomaremos por tanto como fecha probable del pico global de la energía fósil (petróleo, gas, carbón y uranio) el año 2012 (sí, ya sé la tontería esa del calendario maya, pero es lo que sale).

Analicemos ahora cuál puede ser la peor respuesta política a este escenario de producción. Insisto, esto NO es una predicción sobre qué es lo que va a pasar (ya verás cuánto tiempo falta para que un cabeza de chorlito venga y me diga que todo lo que digo es basura porque mis predicciones no se cumplen). Analizo el estado de la situación por semestres. Nota de descargo: Lo que sigue es una mera especulación, no un ejercicio de análisis basado en modelos numéricos:

Dicembre de 2010: El precio de petróleo se sitúa en torno a los 100$ el barril. El PIB de las grandes potencias de la OCDE se estanca, en los países menores retrocede; China, India y Brasil consiguen mantener crecimientos importantes, aunque inferiores a lo esperado. Las ventas de coches en todo el mundo se desploman, los fabricantes de coches solicitan más ayudas a los gobiernos. Algunas pocas aerolíneas quiebran. La falta de suministro de gas en el Reino Unido son absorbidos por las empresas, que cierran hasta 40 días. En Francia se producen nuevos cortes de electricidad. En España: el paro se sitúa en el 22%, y la campaña turística se cierra con un descenso de ingresos del 10% respecto a la de 2009.

Junio de 2011: Se produce un nuevo oil-spike, de entorno a 120-140 $ el barril. Se comienza a acentuar la recesión globalmente; algunas personalidades empiezan a denunciar que la volatilidad del petróleo está dañando la economía, pero atribuyen los problemas de suministro a la falta de inversión y al exceso de regulación (algunas voces abogan por suprimir los estrictos controles en aguas profundas establecidos después de la crisis del Golfo de México). Los estados no tienen suficiente dinero como para seguir sufragando enormes planes de rescate y por todas partes hay sectores afectados: automoción, constructoras, aerolíneas, turismo… Venezuela tiene graves problemas para mantener sus exportaciones de petróleo, al tiempo que México se vuelve por primera vez país importador, con grave impacto sobre los EE.UU., aunque es parcialmente compensado con el aumento de la producción de petróleo de las arenas bituminosas de Canadá. Hay atentados en Arabia Saudita, y en Irak la producción no acaba de despegar. Se producen algunos cortes de luz de horas de duración en amplias áreas de Francia, España, Italia, Alemania y el Reino Unido; las empresas culpan al incremento de costes y la falta de infraestructuras, y para compensarlo se permite subir las facturas de la luz, que suben una media del 10%. En España: el paro supera el 25%, aunque algunos estudios apuntan a que en realidad es superior; hay huelgas periódicas de camioneros de escasa duración y algunos bloqueos de puertos. Ante la incapacidad de pactar unos presupuestos generales más austeros aún y con una gran contestación en la calle, el gobierno del PSOE cede a las presiones de los grandes poderes económicos y convoca elecciones anticipadas, que gana el PP con mayoría absoluta. Aún así, la calificación de España por las agencias de riesgo pasa de A a BBB; la deuda española tiene muchos problemas para colocarse, y lo hace a altos intereses.

Diciembre de 2011: El petróleo ha bajado a 60$ el barril, pero la energía eléctrica sigue cara. Las economías de la OCDE están en franca recesión, y la inflación subyacente (sólo de bienes de consumo) es claramente deflacionista, el consumo cae en picado pero el coste de los bienes básicos sube. California primero y luego otros estados de los EE.UU. se declaran en bancarrota; el Gobierno de los EE.UU. intenta poner en marcha un plan de rescate pero con pocos fondos; se produce un cierto repliegue militar, los apagones son más frecuentes que de costumbre y escasean algunos productos. Marcas de electrónica de consumo entran en números rojos por primera vez. Cada vez más voces en EE.UU. claman contra Venezuela y su falta de diligencia para producir suficiente petróleo; en Venezuela se producen disturbios, que Chávez atribuye a injerencias ilegítimas de los EE.UU. La Agencia Internacional de la Energía anuncia que la producción de petróleo ha caído a 81 mb/d, aunque lo atribuye a la falta de inversión y la inestabilidad geopolítica. En España: El nuevo gobierno del PP aprueba unos presupuestos muy austeros, con una bajada de impuestos sobre el patrimonio y rentas más altas, una reducción de sueldo del 10% de los empleados públicos y una reducción de las pensiones del 5%; el nuevo Gobierno se escuda en la mala situación heredada y culpa al PSOE de haber dejado el país en bancarrota. Se adopta un plan de choque que, aparte de ciertas medidas estructurales, implica una limitación de la libertad de información sobre sectores que se consideren estratégicos por el país; para entonces tendré que dejar de publicar este blog. (Nota: Si gobernase el PSOE pasaría lo mismo. En lo que sigue no me intereso en saber quién gobierna: diversos gobiernos irán subiendo y cayendo en sucesión). El paro oficial se sitúa en el 22%, aunque algunos estudios extraoficiales apuntan que se acerca al 30%. En algunas comarcas, los agricultores organizan patrullas para evitar que les roben tractores, maquinaria e incluso las cosechas. La luz, el teléfono, el gas, etc suben en torno a un 7% adicional. Algunos ayuntamientos se declaran en bancarrota; la gestión de las basuras de vuelve caótica. En algunos casos el Gobierno proporciona ayuda económica y/o logística, en otros echa la culpa al despilfarro a las propias corporaciones y las abandona a su suerte.

Junio de 2012: Estados Unidos ocupa una parte de Venezuela (va a ser cómico ver a un premio Nobel de la Paz ordenando la ocupación de una nación soberana sin provocación previa) para proteger a la población local de la ola de criminalidad y los saqueos que asuelan el país. De esta manera, EE.UU. pasa a controlar las exportaciones de petróleo del país caribeño, que no comercializa libremente sino que van a parar íntegramente a los EE.UU.; además, se pone en marcha un agresivo plan para la explotación a gran escala de los petróleos pesados y superpesados de la Faja del Orinoco. Aprovechando al confusión, China invade uno o dos países africanos, pero la prensa, ocupada con otros asuntos más agobiantes, le da poca cobertura al problema. A nivel internacional, hay disturbios en la mayoría del mundo: en México para protestar por el abusivo precio de las tortas de maíz, cuyo precio se ha multiplicado por cinco; en todo el Cono sur, por los prohibitivos precios de los combustibles, del gas y de la electricidad; en Europa, por el gran desempleo y la falta de soluciones, y la creciente carestía de la vida. El precio del barril de petróleo, que rondaba los 80 dólares, sube por encima de los 120$ después de las invasiones de EE.UU. y China, para relajarse hasta los 100$ al cabo de unos meses. Las materias primas han multiplicado varias veces su valor, con oro, cobre y acero en valores estratosféricos. La mayoría de los fabricantes de automóviles declaran bancarrota y cesan por completo su actividad, al igual que el 50% de las aerolíneas. El comercio mundial retrocede en un 30% respecto a su máximo de 2007. En España: Aunque la cifra oficial de paro es el 20%, algunos estudios apuntan a que está más cerca de los 40%. A algunos promotores de esos estudios se les procesa penalmente y se les condena a 2 años y seis meses de prisión ineludible por atentar contra los intereses estratégicos de la nación. La tensión entre las Comunidades Autónomas y el Gobierno central no para de crecer. Cataluña amenaza con no permitir la recaudación de impuestos estatales en su territorio; se producen pequeños atentados contra instalaciones diversas. Cortes de luz de 4 horas diarias son habituales, al tiempo que el recibo sube otro 10% más. Se reabren viejas minas de carbón, que emplean a gente desesperada por trabajar; los accidentes son frecuentes y las protestas también, algunas reprimidas con fuego real. En algunos municipios que quebraron, la gestión de las aguas y de las basuras es completamente privada, con precios que son cuatro o más veces superiores a los anteriores a la quiebra. Los robos a mano armada son frecuentes y la prensa reclama mano dura contra la rampante delincuencia. El precio de la vivienda está por debajo del 50% de lo que llegó a valer en los años del boom.

Diciembre de 2012: El precio del barril sube en zig-zag hasta los 200$ para después caer en los siguientes meses a los 100$. Estalla un conflicto armado que dura varios meses entre China e India por el acceso al agua del Tíbet. Al otro lado del Pacífico, el nuevo Gobierno canadiense decide limitar la extracción de petróleo de las arenas bituminosas para disminuir su impacto en el medio ambiente y para conservar la energía para ellos, ya que han visto que sale más a cuenta aprovechar el gas natural y el uranio que se usan en las plantas de gasificación y licuefación de la parafina. EE.UU. lo considera un acto hostil y tras varias amenazas, acaba ocupando Alberta y los territorios ricos en arenas bituminosas. La política internacional se descompone; los diplomáticos de la ONU de algunos países considerados conflictivos son asesinados o encarcelados. La ONU cesa su actividad. Hacia el final de este período, ya sin cortapisas y sin querer engañar a nadie, EE.UU. invade el norte de México para apropiarse de los pozos petrolíferos de esa zona y de sus aguas territoriales. Hay disturbios en los suburbios americanos, y cada día la televisión cuenta terroríficas historias de gente que muere de hambre; de repente, este tipo de historias desaparecen de la pequeña pantalla y son sustituidas por viejas películas de los años 50 que muestran el sueño americano y la alegría de vivir. Algunos periodistas e intelectuales son encarcelados en todo Occidente. Italia y el Reino Unido se declaran en bancarrota, y el comercio internacional es ya sólo un pequeño porcentaje de lo que fue históricamente. En Japón el hambre diezma a la población y hay revueltas continuas; la mayoría de las fábricas del Imperio del Sol Naciente están paralizadas. En España: las cifras extraoficiales de paro hablan de un 50% de parados, aunque una buena parte de estos malviven haciendo chapuzas o directamente robando, sisando o escamoteando lo que pueden. Un trimestre el crecimiento del PIB es exiguamente positivo, lo que le sirve al Gobierno para afirmar que se avanza ya por la senda de la recuperación y que sus medidas son un éxito; un análisis más sensato de las cifras mostraría que el PIB sube porque la deflación de precios es mayor que la pérdida de riqueza producida. Dada la delicada situación del país, donde el hambre empieza a ser norma, el Gobierno saca decretos prohibiendo las manifestaciones con carácter general y limitando las huelgas de tal modo que en la práctica cualquier paro sería ilegal. El Real Madrid gana una liga de fútbol más corta en la que la mayoría de equipos de las zonas periféricas no participa. El precio de la vivienda es un 30% de su valor durante el boom, y ya no se construye vivienda nueva, sólo se hacen arreglos; aún así, escasean materiales. El Gobierno ordena reforzar las guarniciones militares en Cataluña y el País Vasco y se impone el toque de queda militar en la mayoría de España.

Junio de 2013: El comercio mundial ha dejado de existir. Las materias primas tienen cotizaciones altísimas en algunos países y valores más razonables en otros, pero al fallar los medios de comercio no hay arbitraje posible. Se restablecen aranceles y la Unión Europea se resquebraja; se calcula que el último invierno varias decenas, seguramente centenares, de miles de personas han muerto de frío en toda Europa. Falta de todo y los únicos países que continúan funcionando más o menos eficientemente son los EE.UU., China, Rusia, Brasil y la India. En España: el “sálvase quien pueda” es la norma. La policía ha dejado de existir y algunos de sus miembros se han integrado en mafias locales controladas por caciques o señores de la guerra que hacen pagar tributos a los agricultores y ganaderos. Hay un retorno sistemático al campo pero no hay sitio para todo el mundo y las reyertas y muertes son comunes. Aparecen enfermedades evitables como el cólera y el tifus que causan gran mortalidad. Delante de la imposibilidad de hacer huelga y con salarios de miseria, algunos trabajadores roban en sus fábricas; la conflictividad laboral es máxima. El Gobierno restaura la pena de muerte en una conflictiva sesión parlamentaria en la que se violan unos cuantos preceptos constitucionales, y se aplica sin piedad a los cabecillas de las revueltas en las fábricas. Los obreros empiezan a asesinar patronos, en algunos casos asaltando sus casas y masacrando toda su familia. Si alguien pudiera medir el paro se vería que está por encima del 60%, aunque de los que trabajan la mitad de los días no pueden ir a trabajar por fallos en los servicios de transporte, de electricidad y demás. Los trabajadores públicos cobran de vez en cuando, no siempre y nunca todo. La vida es miserable.

Diciembre de 2013: EE.UU. y China se enzarzan en una guerra por los últimos despojos de la Tierra. Si no se deciden por la destrucción mutua asegurada de ellos y todos nosotros con el botón nuclear, acabarán muy debilitados, cosa que seguramente Rusia, India y Brasil aprovecharán. El mundo está sumido en el caos; los países pierden por diversas causas de mortalidad entre un 5 y un 10% de población al año. En España: después de las revueltas de los cuarteles por los salarios impagados dejó de haber un Gobierno efectivo; España se ha descompuesto en multitud de reinos de taifas con sus líderes tribales locales. Algunas comarcas están mejor gestionadas y consiguen un cierto florecimiento local; otras se hunden en la barbarie y la mortalidad es muy elevada.

De ahí en adelante: Comienza una nueva era de la Humanidad. Quizá, si jamás un escenario tan tétrico tiene lugar, una buena parte de los que esto leen no estará vivo. Quizá Vd. mismo, querido lector.

Releyendo esto veo que he impuesto un ritmo muy acelerado a los eventos; quizá las cosas pudieran extenderse durante dos o tres años más. Y de nuevo insisto en que éste es sólo el curso más duro de los acontecimientos, que sólo sobrevendrá si somos lo suficientemente necios para negar todo lo que puede pasar y no actuamos en consecuencia. Otro día hablaremos de mejores escenarios; en particular Jordi me ha prometido analizarlos en su blog (eso sí, sólo en catalán).

Salu2,
AMT

P. Data: Jordi ya ha introducido una primera entrada, en este caso sobre el escenario más favorable; léala aquí (venga, va, que el catalán no es tan difícil, que yo que soy de León lo aprendí con 33 años).

Addenda (28 de Agosto de 2010): Trailer de “Collapse”:

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